Daniel Alaniz
Metegol: 3 A pesar de lo explicativa que es la película, todavía no me queda claro cómo es posible un chiste como el del helicóptero.
Fernando Juan Lima
Metegol: 4
Turbo: 6
Esos colores que llevas: 6
Leonardo M. Despósito
Turbo:7
Especialmente por las secuencias de los caracoles locos, que son brillantes en diseño, humor y velocidad. Puro cartoon del bueno. La fábula no está del todo mal y, aunque tiene cosas de Cars, de Madagascar, de cualquier película «deportiva», etcétera, es de una amabilidad notable.
Metegol: 6
Contra lo que me pareció el trailer, que es pésimo, no me causó vergüenza ajena, me divertí en varias secuencias y tiene cierto sesgo realista en la trama que no me parece del todo mal. El problema es que desaprovecha invenciones, se vuelve inconexa en muchos momentos y a demasiados chistes les falta timing. Creo que es más fallida (quisieron hacer noblemente algo que no les salió del todo) que mala. Y no es pueril, que es lo que más me temía.
Juan Pablo Martinez
Metegol: 3
Maia Debowicz
Metegol: 3
Valoro el esfuerzo pero, como en el fútbol, lo importante es el resultado. Los jugadores del metegol intentan estar vivos pero jamás lo logran; repiten chistes fallidos sin cesar con la misma tosquedad que sus movimientos en la cancha.
Leonardo M. D’Espósito
Brasil-Francia, 21 de junio de 1986. Cuartos de final de la Copa del Mundo. Ejemplo de que no siempre importa el resultado.
Daniel Alaniz
Pregunta: ¿Por qué hay que reconocerle el esfuerzo a Metegol? ¿Es una película con capacidades diferentes? Está todo el mundo reconociendo el aspecto técnico, la apuesta, las intenciones, los momentos sueltos, las ratas. En cualquier otra película, si todo eso no funciona de conjunto, decimos que es mala y ya. Ni siquiera vale lo de la hipoteca acá, porque además de con intenciones, Metegol se hizo con 20 palos.
Agustín Campero
Pero sí importó. Si pasaba Brasil capaz que no éramos campeones.
Maia Debowicz
Siempre hay excepciones a la regla, pero lo que realmente pesa es el resultado. Además, en este caso, el partido está muy mal jugado
Agustín Campero
Zico y Platiní erraron sus penales. Inolvidable.
Leonardo M. D’Espósito
¿Quién le reconoce el esfuerzo? Yo lo que digo es que es fallida y tiene infinidad de cosas mal, pero incluye varios momentos que están bien y que no me dejan pensar que es horrible de toda horribilidad. No me importa el costo.
Mirá, primero que no sé. Segundo, lo que yo disfruté ese partido, sin pensar en quién pasaba o no (estaba más preocupado por Argentina que por esos dos) no tiene nombre. Obra maestra del fútbol.
Agustín Campero
Un partidazo inolvidable. Sábado de llovizna. Al final ya no sabía por quién hinchaba. Sócrates y Julio César también erraron. La figura fue el arquero de Francia, que tenía cáncer en los huevos.
Daniel Alaniz
No, vos no Leo, porque sos el que más la defendés. Pero los que le ponemos tres no podemos reconocer el esfuerzo o las cosas sueltas porque le estamos poniendo un 3. Y más allá de esta lista de mails, es algo que suele pasar en comentarios en las redes sociales o en otras notas incluso con los que están en contra; como que hay que bajar un cambio para criticar Metegol, no se puede decir que es mala sin decir que tiene algo bueno. A mí tampoco me importa el presupuesto, pero el lugar común de bancar al cine nacional por la hipoteca (el esfuerzo) acá tampoco funciona.
Javier Porta Fouz
Extraordinario partido, estoy bastante de acuerdo con la valoración de la película que hace Maia, pero totalmente en contra de las comparaciones futboleras con esta película
Agustín Campero
Metegol: 7.
Es reaccionara (por su amor al pasado) tecnofóbica y le sobran guiños tontos. Se regodea demasiado con firuletes en los planos. Pero el suspenso está bien llevado, el partido final está muy bien y las bajadas de línea no molestan. Y la mayoría de los personajes están son muy queribles, sobre todo el equipo de fútbol.
Sorpresa. El trailer no le hace justicia, y los argumentos de los políticos que salieron a festejarla, tampoco.
Eduardo Rojas
Rumania 3- Colombia 1, en EEUU 2004. Los norteamericanos solo recuerdan que el día de la inauguración fue el de la fuga de OJ Simpson.
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