PIPI PIAZZOLLA TRIO. Arca Rusa. Epsa Music 1495.

A pesar de su juventud, ya es larga la trayectoria de Daniel “Pipi” Piazzolla como baterista y compositor. Nieto del gran Astor e hijo de su homónimo Daniel, también músico, si bien ha trabajado con muchos de los más prestigiosos músicos contemporáneos, tanto del  jazz, como de la música latina, en nuestro país se lo conoce principalmente  por ser fundador de uno de los grupos más valiosos y perdurables en el tiempo de la escena musical local: el Sexteto Escalandrum (reciente ganador del Gardel de Oro por su último disco Piazzolla Plays Piazzolla). Instrumentista de notable técnica, “Pipi” ha conseguido agregarle a su virtuosismo una gran ductilidad y sutileza siendo capaz de conseguir, como en este disco, excelentes climas con su batería.  Este CD, cuyo nombre es un homenaje a la película del mismo título del gran director ruso Aleksander Sokurov está realizado, como ese prodigioso film, en una única toma, algo que garantiza un grado de espontaneidad que tal vez no se consiga en las grabaciones con tomas reiteradas. En la ocasión, “Pipi” está acompañado de Damian Fogiel en saxo tenor (también integrante de Escalandrum) y Lucio Balduini, uno de los guitarristas  más dotados de su generación. Una apresurada caracterización podría definir a este disco como de jazz, pero una audición más atenta, si bien ofrece indudables elementos de ese signo, principalmente en los extensos pasajes de improvisación que se puede encontrar, también percibirá ecos de ritmos de otras procedencias. Integrado en su totalidad (salvo un breve bonus final dedicado al gran Thelonious Monk) por temas propios, el disco ofrece un repertorio en el que los tres músicos se amalgaman a la perfección, alternando pasajes en trío, con dúos y abundantes solos, en los que se puede apreciar el sonido amplio y el fraseo expresivo de Fogiel, la notable digitación de Balduini, que puede hacer pasar  a su guitarra eléctrica de un sonido agudo y cristalino a la gravedad de un bajo, mientras que el baterista desarrolla una tarea que excede ampliamente a lo meramente rítmico. Todos los temas se alternan con transiciones interpretadas en solo por cada uno de los integrantes (particularmente destacable la número 3, de Fogiel) y se pueden escuchar obras extensas y de compleja estructura, como Morita jugando, que Piazzolla dedicó a su hija, y Ambiente laberinto, de Balduini. El guitarrista se luce particularmente en En busca de la tierra del mal, mientras que Fogiel lo hace en su tema Miserere y “Pipi”en Lifetime, dedicado al gran baterista, ya fallecido, Tony Williams. Pero todo el disco tiene un nivel muy parejo y se lo puede considerar como una suerte de suite para tres instrumentos. Un CD de primer nivel, que estará sin duda entre las mejores ediciones del año.

DANIEL “PIPI” PIAZZOLLA PRESENTARA ESTE DISCO EL 14 DE DICIEMBRE A LAS 24 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

LORENA ASTUDILLO. Ojos de agua. Acqua  096.

 En este espacio se han comentado otros discos y alguna presentación en vivo de Lorena Astudillo,  destacando sus virtudes vocales e interpretativas que la convierten, para quien esto escribe, en una de las mejores cantantes –si no la mejor- dentro de cualquier género en el amplio espectro de la música popular argentina. Lorena había impresionado muy favorablemente con su disco debut dedicado a temas del Cuchi Leguizamón (1999) y deslumbrado en su tercer trabajo, Tras una ausencia (2007), en el que aparecía en la plenitud de sus aptitudes. Pero en el medio había un eslabón perdido, el entrañable Ojos de agua, 2003, agotado hace años y ahora afortunadamente reeditado por el sello Acqua. Con el acompañamiento básico de ese gran guitarrista que es Osvaldo Burucuá y Diego de la Zerda en percusión, más la presencia de varios invitados de gran nivel, la cantante desarrolla un repertorio mayoritariamente compuesto por clásicos de nuestra música folclórica, sin dejar de lado algunos temas de nuevos autores, y lo primero que hay que señalar es que, más allá de las virtudes de su primer trabajo, este disco supone un importante salto cualitativo respecto de él. Aquí Lorena se muestra ya en plena madurez expresiva, con esa intensidad tan particular que trasmite cada una de sus interpretaciones y que es plenamente disfrutable en sus presentaciones en vivo. Señalar highlights en un disco de tan buen nivel se hace difícil pero, por razones de espacio, lo haremos, comenzando por las tres zambas que la cantante interpreta acompañada de excelentes pianistas de diferentes características, tal el caso de La añera, con una brillante participación de Carlos Aguirre, Como agua de acequia, en la que se destaca Lilian Saba y una poética versión de La tempranera, con un gran trabajo de Adrian Iaies. Canción de lejos es hoy un clásico del repertorio de Lorena y es objeto aquí de una versión insuperable, con el comienzo a capella, y otro gran momento del disco es la interpretación de Las golondrinas, de Falú y Dávalos. También la vocalista es capaz de realzar a través de su canto el romanticismo algo blando de Quisiera ser, de Mario Clavell y entre los temas nuevos se destacan Adolorido, de Juan Quinteros y la tierna Nana para Vera, dedicada a su, en ese momento, muy pequeña hija. En la Vidala del lapacho, que cierra el disco, hay una excelente participación de Patricio Villarejo en violoncelo. Una oportuna reedición de un destacado trabajo de Lorena Astudillo, una cantante a la que, como señalé, recomiendo calurosamente  ver en alguna de sus próximas presentaciones en vivo. 

LORENA ASTUDILLO SE PRESENTARA EL 24 DE NOVIEMBRE A LAS 21.30 HS. EN LA PAILA, COSTA RICA 4848 Y EL 15 DE DICIEMBRE A LAS 21.30 HS. EN EL TEATRO SHA, SARMIENTO 2255.

MININO GARAY. Gabriel. Acqua 370.

El percusionista Gabriel “Minino” Garay es uno de los muchos casos de artistas argentinos con mayor (re)conocimiento en el exterior que en su país natal. Nacido en Córdoba y radicado en Francia desde hace dos décadas, donde ha colaborado con importantes músicos, en su obra confluyen los ritmos de su país con los provenientes del Africa y también elementos latinos y del jazz. A este, su cuarto trabajo como líder, instrumental en su casi totalidad, Garay lo caracteriza como el más jazzero de su discografía, una afirmación con la que se puede coincidir en cuanto a la abundante improvisación que ofrecen varios de los temas, aunque no tanto en cuanto al tipo de ritmos que desarrollan. Acompañado por un grupo de músicos franceses y argentinos, el disco es una mixtura de temas de diverso origen, en los que el trabajo de Garay es fundamental en cuanto a proponer una base rítmica de gran ductilidad, sin buscar en ningún momento el lucimiento personal. Así el disco comienza con una versión de la huella La peregrinación, de la Misa Criolla, en la que tras un comienzo de tono introspectivo a cargo del piano de Jean Pierre Como y el contrabajo de de Jerome Regard, el tema, al agregarse Garay y el saxo de Pierre Bertrand, explota en un vigoroso cuarteto, Dentro de un disco muy variado  también caben destacar la excelente interpretación en tiempo de zamba, de la bella balada Infant Eyes, de Wayne Shorter, destacándose Sylvain Beuf en saxo tenor, Markari, donde se lucen su autor, el saxofonista cordobés Javier Girotto y la flautista Yulia Musayelyan, The Joker, de Bojan Z, expuesta en un vigoroso ritmo de chacarera, y una lírica e introspectiva versión de Balderrama, con un muy buen solo en piano de Como. El disco finaliza con una versión en tiempo de baguala de Palhaco, de Egbero Gismonti, donde vuelve a lucirse Bertrand. Un muy atractivo trabajo de Minino Garay, que muestra el eclecticismo de su talento musical. Jorge García.

MININO GARAY PRESENTARA ESTE DISCO EL 14 DE DICIEMBRE A LAS 22 HS. EN BORIS JAZZ CLUB, GORRITI 5568.

MARTIN LOPEZ GRANDE. Manifiesto. PAI 3205.

Los seguidores de las distintas variantes del jazz local conocen al baterista Martín López Grande principalmente por su participación en grupos ligados a la vanguardia y la experimentación, como el cuarteto de la saxofonista Ada Rave. En este, su primer trabajo como líder, propone un cambio de rumbo, ofreciendo un repertorio íntegramente de su autoría, con la excepción de un tema del trompetista Dave Douglas, en el que predominan los temas melódicos. Acompañado de Alan Zimmerman en piano Rhodes, Juani Méndez en saxo tenor, Rodrigo Agudelo en guitarra  y Leonel Cejas en contrabajo, cada obra propone prolongados solos en los que las improvisaciones se desarrollan dentro de las características antes señaladas, con una sólida sección rítmica y los muy buenos climas propuestos por el teclado de Zimmerman, destacable en Los fantasmas y la balada El Buho y los solos de Méndez en Bohemia y Presentes. También cabe resaltar la presencia del trompetista Sergio Wagner en Handwritten Letter, el tema de Douglas antes señalado. Un primer trabajo de López Grande, interesante, aunque encuadrado en terrenos menos arriesgados de los que proponían sus participaciones en otros discos. 

LUCIO BALDUINI. Viento divino. Edición independiente.

Guitarrista requerido por los más importantes músicos locales para integrar sus formaciones y uno de los instrumentistas más destacados de la joven generación, Lucio Balduini ofrece aquí su segundo trabajo como líder en el que está acompañado por Jesús Fernández en Rhodes y sintetizadores, y la sólida sección rítmica de Escalandrum, integrada por Mariano Sívori en contrabajo y Daniel “Pipi” Piazzolla en batería. Con su notable técnica y precisa digitación, Balduini propone un sonido limpio y cristalino con el que puede ofrecer tanto atmósferas introspectivas como pasajes improvisados que rozan la experimentación más vanguardista. Con una perfecta fusión con sus compañeros y con el poderoso empuje que siempre propone “Pipi” Piazzolla desde la batería, aquí desarrolla un repertorio ecléctico en el que muestra sus excelentes dotes de compositor. Su capacidad como improvisador puede apreciarse en Guardián del tiempo, en tanto que Dulces sueños está construido sobre amplias líneas melódicas. En Aljabas es notable la interacción que se produce entre la guitarra y los teclados, impulsada por el crescendo que propone Piazzolla. Casa vacía y Sueño canción ofrecen climas más líricos y reflexivos, mientras que el tema que da título al disco expone un delicado entramado musical. El tema más extenso, complejo y elaborado de la placa es Ambiente laberinto, ofrecido en una versión muy diferente a la que se escucha por el trío de “Pipi” Piazzolla, comentado más arriba. Un muy buen CD que muestra a Lucio Balduini como un instrumentista y compositor a seguir muy de cerca.

NICOLAS RALLIS. Canciones desde el silencio. Edición independiente.

Integrante del inclasificable Ensamble Chancho a Cuerda, Nicolás Rallis presenta en su primer disco como solista una serie de canciones de su autoría (a la que se agregan dos de Mario Benedetti y tres de Federico García Lorca). Cantante y autor difícil de encasillar, sus temas pueden ser irónicos, tiernos, provocativos y hasta en algunos casos no exentos de una rabiosa agresividad, en los que se pueden detectar ecos del uruguayo Leo Masliah, aunque provistos de una mayor complejidad instrumental en los arreglos. Con un trío estable integrado por él en guitarra, Lautaro Matute en bajo eléctrico y Agustín Lumerman en percusión, pero con la presencia de numerosos invitados, las canciones pueden oscilar entre una introspectiva austeridad y entramados instrumentales más densos y creativos en las que el cantante muestra una indudable originalidad. Basta para demostrarlo los sorprendentes arreglos de las canciones de García Lorca. Muchas veces los discos de cantautores terminan siendo expresiones narcisistas y autoindulgentes, destinadas a un rápido olvido. No es el caso de este disco de Nicolás Rallis, un intérprete y compositor a seguir en sus próximos trabajos.

NICOLAS RALLIS PRESENTARA ESTE DISCO EL 30 DE NOVIEMBRE A LAS 21.30 HS. EN ESPACIO MEDITERRANEA, TUCUMAN 3378.

GEORGE HASLAM EN VIVO EN LOS CHISPEROS.

Un nuevo lugar destinado a las músicas alternativas a las de los circuitos comerciales es Los Chisperos. Ubicado en una antiquísima casona del barrio de San Telmo, en la que –además de escuchar música- se puede comer muy bien a precios más que razonables, en sus primeros meses de vida se han dado cita en él principalmente intérpretes de tango y música folclórica y latinoamericana. De allí que sorprendiera que actuara en Los Chisperos, en su única presentación en Buenos Aires, el gran saxofonista inglés George Haslam. A pesar, de ser un importante innovador en la fusión del jazz con músicas de diversas etnias y ser un consumado instrumentista, Haslam está llamativamente ausente de las principales guías y enciclopedias jazzeras. Músico que ha viajado por todo el mundo, donde ha tocado con los más importantes intérpretes (tiene, vg, dos excelentes discos en duo con el gran pianista Mal Waldron) es un asiduo visitante de nuestro país, donde inclusive ha grabado, para su propio sello Slam, algunos discos con músicos locales. En esta ocasión se presentó acompañado de José Saluzzi en guitarra, Horacio “Mono” Hurtado en contrabajo y Facundo Barreyra en batería, más la presencia como invitado del saxo tenor Daniel Harari. Músico ligado a las vanguardias jazzísticas, intérprete de saxo barítono, con el que propone un sonido intenso y robusto, de amplias frases, donde desarrolla su gran capacidad como improvisador, también interpreta el tarogato, un instrumento de origen húngaro con un sonido que podría definirse como una mezcla de saxo soprano, oboe y trompeta. En la primera parte del concierto en Los Chisperos ofreció en el primer tema una extensa improvisación de 45 minutos en la que mostró su enorme caudal de ideas interpretando el saxo barítono y en la que todos los músicos del cuarteto pudieron lucirse. Aquí hay que resaltar el enorme talento del Mono Hurtado, uno de los contrabajistas más completos del país y la labor en la guitarra de José Saluzzi, en un contexto muy diferente a los que habitualmente toca. Siguió un notable dúo con Daniel Harari, un instrumentista no demasiado conocido pero muy dotado, al que luego se incorporaron los restantes músicos. La segunda parte comenzó con una introspectiva introducción de Barreyra tocando el bandoneón, junto a Hurtado y Saluzzi, pero al agregarse Haslam en tarogato, el tema derivó en otra extensa improvisación en la que pudieron otra vez destacarse todos los músicos. Un excelente concierto de un gran músico que, en sus jóvenes 73 años, mantiene intactas todas sus capacidades como intérprete e improvisador.

CESAR STROSCIO EN VIVO EN NO AVESTRUZ.

Integrante del primer grupo del Tata Cedrón y radicado en Francia desde hace más de tres décadas, a César Stroscio se lo debería considerar como el secreto mejor guardado dentro de los bandoneonistas argentinos. En un medio en el que la enorme figura de Astor Piazzolla ha sido una influencia indiscutible, Stroscio es una excepción, ya que su sonido introspectivo y melancólico está muy alejado del estilo “piazzoliano” y tiene mucho más que ver con el de ese gran olvidado dentro de los mayores renovadores del tango que fue el prematuramente desaparecido Eduardo Rovira. Alejado de la formación de Cedrón, Stroscio formó el Trío Esquina, junto a su inseparable compañero, el guitarrista Pino Henríquez y el contrabajista francés Hubert Tissier, reemplazado luego por Ricardo Capria. En su única presentación en Buenos Aires en ese formato, se presentó en No Avestruz, en un concierto que mostró intactas sus grandes virtudes como instrumentista. No fue casual que el concierto comenzara con dos composiciones de Rovira, el potente y rítmico  Sónico y A Luis Luchi, dedicada al reconocido poeta anarquista. El tango tradicional estuvo presenta con obras de otros dos grandes bandoneonistas, Esquinero, de Pedro Laurenz y Taconeando, de Pedro Maffia y el homenaje a Rovira continuó con el tema que Stroscio le dedicara, Azul y vos y con la vibrante versión de Que lo paren, una de las más enjundiosas composiciones de ER, objeto aquí  de un extenso tratamiento, en el que Stroscio ofreció su solo más prolongado y febril. De su disco dedicado al Corto maltés se escucharon la milonga-candombe La senegalesa y Corto y Luis, que propuso el solo más lírico y conmovedor del bandoneonista. Hubo también tres temas de Pino Henríquez, Petit tango, la milonga Casi lloro y  M y M, culminando el recital con otra de las cumbres de Rovira, A Evaristo Carriego, con otro emotivo solo de bandoneón. Un concierto que ratificó a César Stroscio como uno de los más grandes bandoneonistas argentinos, debiendo lamentarse que haya tan pocas ocasiones de verlo y escucharlo en nuestro país.

LA BRUJA SALGUERO EN VIVO EN EL TEATRO DEL VIEJO MERCADO.

Siempre es difícil establecer un ranking acerca de quienes son los mejores cantantes dentro de cada género musical. Sin embargo, cabe afirmar sin ambages que la Bruja Salguero es una de las vocalistas más relevantes dentro del terreno folclórico. Dueña de una voz cálida y profunda y  perfecta técnica y afinación, a lo que se le debe sumar una poderosa expresividad, tanto sus discos  como los conciertos en vivo la muestran como una auténtica referente del género. Como  culminación de un ciclo que desarrolló a lo largo del año, se presentó en el Teatro del Viejo Mercado, acompañada de su grupo, integrado por Sebastián Henríquez en guitarra, Lucas Homer en bajo y Mario Gusso en percusión, a los que se sumó en la ocasión la virtuosa guitarra de Obi Homer. Pero, además, el recital contó con la presencia de una gran cantidad de invitados de primera línea, que dieron lugar a un concierto a todas luces notable. La influencia de la música de su La Rioja natal se pudo apreciar en los primeros temas aunque luego, la versatilidad de la intérprete la llevó a pasearse por los más diversos ritmos folclóricos de nuestro país y Latinoamérica y hasta ofrecer una memorable versión de un tango. Dentro de un recital que no ofreció puntos flojos, es preciso destacar algunos momentos particularmente notables como su sentida versión de la zamba La atardecida y del bello tema Y voy cantando al andar, de Carmen Guzmán y Héctor Negro. Con Angela Irene (quien se mostró en excelente forma) cantó la potente Zamba para no morir, con Juan Iñaki ofreció una poética versión de Palabras para Julia y con la muy personal Luvi Torres interpretó la zamba El otro camino, que Raúl Carnota le dedicara a su padre. Acompañada por el guitarrista Néstor Basurto ofreció una notable versión de un tango tan complejo para cantar como Nostalgias, y con el virtuoso bajista Daniel Mazza, una potente rendición de la zamba Grito santiagueño, también de Carnota. Uno de los momentos más sublimes del recital fuel el dúo con Lorena Astudillo, cantando solo acompañadas por la caja de Lorena el tema tradicional Plantita de alelí. El evento adquirió un carácter marcadamente emotivo con la presencia en el escenario del veterano Ramón Navarro, un auténtico prócer de la música riojana. El gran final se hizo con todos los invitados cantando su Chayita del vidalero y con la Chacarera santiagueña, donde la cantante permitió un amplio lucimiento de los músicos del grupo, a los que se sumó el gran pianista Pablo Fraguela. Un formidable concierto que ratificó a la Bruja Salguero como una de las más relevantes cantoras de nuestra música folclórica. Jorge García.