El rincón del Viejo Canalla

PACO DE LUCIA EN VIVO EN EL TEATRO GRAN REX

Recuerdo la imborrable impresión que me causó Paco de Lucía cuando lo vi hace tres décadas, en su primera visita a Buenos Aires. Era entonces un joven guitarrista y en aquel concierto, solo con su instrumento, mostró su increíble virtuosismo para interpretar los diversos palos del flamenco. Hubo luego otras presencias, en las que vino acompañado de otros músicos, ofreciendo algunas discutibles fusiones de la música de su tierra andaluza   con otros ritmos, pero pasaron 16 años desde su última estadía en Buenos Aires. Hoy Paco tiene 65 años y hay que decir que su música ha retornado a las fuentes, recuperando su esencia más profunda.  En esta ocasión vino acompañado de un reducido grupo de músicos, su sobrino en la segunda guitarra, Alan Pérez en bajo, el muy eficiente “El piraña” en percusión y el armoniquista y tecladista Antonio Serrano. A ellos se le sumaron dos “cantaores” de una notable potencia expresiva y “El Farru”, un  “bailaor” de raza. Desde su primer solo de guitarra con que dio comienzo al concierto, la bella rondeña Mi niño el Curro, se pudo percibir que Paco de Lucía se mostraba intacto como instrumentista, con un sonido más concentrado y conciso que el de otros tiempos, pero la misma intensidad interpretativa. A medida que se desarrollaban los diferentes temas iban apareciendo los diferentes integrantes del conjunto con el guitarrista siempre en escena (Paco prácticamente no dejó de tocar en ningún momento), destacándose la labor del percusionista y de Serrano en la armónica (no así en el teclado, con intervenciones que poco agregaron y sonaron algo discordantes)). Pero también hay que resaltar la enorme fuerza de los “cantaores” y la increíble enjundia, no exenta de ligereza, del “bailaor” que convirtieron al concierto en una auténtica ceremonia al servicio de las raíces más puras del flamenco. Hubo momentos memorables como las bulerías por soleá, Antonia (que el guitarrista dedicara a su hija), con la guitarra de Paco solo acompañado de palmas y percusión, la muy bella melodía de Zyriab y el esperado final con Entre dos aguas, el gran clásico de sus composiciones. Paco de Lucía tardó en volver, pero ha regresado, para regocijo de una sala repleta que le brindó una interminable y merecida ovación, mostrándose en la plenitud de sus recursos expresivos como instrumentista. Un gran concierto, de los mejores de la programación internacional del año. Jorge García

 

 

 

FESTIVAL DE JAZZ DE BUENOS AIRES. BAJAZZ 2013.

Cita de honor para todos los jazzeros del país (y también para los amantes de otras músicas) el Festival de Jazz de Buenos Aires se ha convertido en un auténtico clásico. Desarrollado en diferentes sedes (Usina del Arte de la Boca, Teatro Presidente Alvear, Centro Cultural Recoleta, La Trastienda y Anfiteatro del Parque Centenario) ofrece muchos conciertos gratuitos –solo se paga en  aquellos en los que participan artistas de otros países- y es una buena oportunidad para mostrarse ante un público más amplio del habitual para muchos talentosos músicos nacionales. En esta ocasión, además, los artistas internacionales convocados fueron figuras de muy buen nivel, varios de ellos encuadrados en las corrientes más renovadoras del  jazz, tal el caso de la ICP Orchestra y el  saxofonista Tim Berne. 

La función inaugural en la Usina del Arte estuvo a cargo de la mencionada ICP Orchestra. Esta formación holandesa fue fundada en 1967 por el saxofonista Willem Breuker, el pianista Misha Mengelberg y el percusionista Han Bennink, el único que permanece activo (el primero falleció y Mengelberg está enfermo). Precursora en su estilo (luego retomado por la Breuker Kollektief y otras formaciones) fusiona variables que van desde el jazz tradicional hasta la vanguardia más avanzada, incorporando elementos de la música de cámara, todo dentro de un proyecto que incorpora diversos elementos lúdicos (sus músicos dan la impresión que se divierten mucho tocando). Pero además, la ICP está integrada por excelentes músicos, empezando por su líder, el notable percusionista Han Bennink, con una carrera de más de medio siglo que, incluso, llegó a grabar con el gran Eric Dolphy. Pero también el saxofonista Michael Moore, el excelente trombonista Wolter Wierbos y la violinista Mary Oliver son instrumentistas de una notable calidad. En el concierto que ofrecieron se pudieron escuchar una pieza en homenaje al saxofonista sudafricano Dudu Pukwana, un par de temas de Thelonious Monk en originales recreaciones, una muy atractiva versión de una obra de Hoagy Carmichael y temas propios, entre los que se destacaron un par de improvisaciones a cargo de diferentes tríos. Un excelente concierto de una formación de primer nivel.

Tres de los integrantes de la ICP, Bennink, Moore y el contrabajista Ernest Glerum ofrecieron otro brillante concierto. Suerte de versión modificada del formidable Clusone Trío en el que participan Bennink, Moore y el gran cellista Ernest Reisiger, tal vez se resienta mínimamente respecto de ese gran grupo  por la menor variedad de matices del contrabajo, pero igualmente los resultados  fueron excelentes. Han Bennink es un maestro de la percusión, un auténtico inventor de sonidos, capaz de lograr efectos a partir de cualquier cosa que suene, sean estas aparatos de su invención o los palillos aplicados en su cuerpo o sobre cualquier superficie. Moore es un instrumentista notable que aúna un gran sentido melódico con enorme facilidad para desarrollar ideas novedosas y Glerum, con menos lucimiento, logra coordinar rítmicamente al grupo. Pudo escucharse así un variado programa, que osciló entre temas de Kurt Weil y espontáneas improvisaciones. Otro notable concierto.

Leo Genovese es un pianista nacido en Venado Tuerto aunque radicado hace años en los Estados Unidos, donde toca regularmente en el grupo de la contrabajista Esperanza Spalding. Gran dominador de todos los teclados, en su concierto como solista en el festival de jazz se presentó en piano acústico y los resultados fueron de gran nivel. Pianista de una notable técnica y una poderosa digitación, exuberante en su estilo, ofreció un programa compuesto de dos medleys en los que se alternaron temas de Wayne Shorter, obras tocadas en un estilo stride, una pieza de Luca Prodan y una danza folclórica dedicada a Adolfo Abalos en los que mostró una enorme capacidad para la improvisación. Un concierto que permitió descubrir a un excelente músico argentino, poco difundido en estas tierras.

El pianista finlandés Frank Carlberg había estado presente en una anterior edición del festival de Jazz de Buenos Aires junto a la vocalista Christine Correa. Dueño de un estilo introspectivo y contenido, abundante en silencios,  en el que se pueden detectar influencias de Paul Bley y, sobre todo, de Ran Blake, en los últimos tiempos se ha dedicado en buena medida a la musicalización de poemas (un ejemplo es el reciente disco que grabara junto a la cantante Roxana Amed sobre textos de Alejansdra Pizarnik). En esta presentación como solista, Carlberg ofreció un programa integrado en su totalidad por obras de Thelonious Monk (compositor difícil, si los hay, de ser interpretado por otros tecladistas). El concierto fue irregular, con muy buenos momentos y otros menos satisfactorios, en los que su apego al minimalismo afectó los resultados finales.

Figura importante dentro de las vertientes avanzadas del jazz contemporáneo, el saxofonista Tim Berne se presentó también en el festival de jazz. Prolífico intérprete y compositor, sus obras se caracterizan por su extensión y el lucimiento que permita a los participantes de sus formaciones. Instrumentista con un estilo en el que predominan las frases largas, estuvo aquí acompañado por el pianista Ernesto Jodos, el contrabajista español Javier Moreno y el baterista chileno René Gatica. El recital ofreció una relativa aproximación a su música, con extensos solos suyos y una buena complementación entre los músicos (se destacó entre ellos Gatica) pero los temas dieron la sensación de estar demasiado “escritos” sin las gotas de pasión y espontaneidad que siempre son necesarias para que un concierto eluda el tedio y sea  disfrutable.

Mucho más interesante fue la presentación de Berne con el Noneto de Conservatorio Manuel de Falla. En este caso se ofreció un extenso trabajo suyo en el que el saxofonista se integró al grupo sin buscar, salvo en el solo que le correspondía, el lucimiento personal. La obra, ambiciosa y de compleja estructura, con permanentes variaciones de los tiempos, resultó muy atractiva, sobre todo por el gran trabajo conjunto de la formación, alternando muy buenos pasajes de riffs  con lucidas intervenciones de los solistas, con particular destaque de los vientos (vg, Juan Presas en saxo tenor, Lucas Goicoechea en saxo alto, Santiago De Francisco en trombón). Un trabajo que permitió reconciliarnos con la música de Tim Berne.

Otra figura en el festival fue la del guitarrista norteamericano Jonathan Kreisberg, quien se presentó con su trío integrado por el contrabajista Rick Rosato y el baterista Colin Stranahan. Kreisberg es un instrumentista que desarrolla un sólido swing y un inalterable buen gusto en sus interpretaciones, pero seguramente no pasará a la historia como un renovador. Con una consistente sección rítmica (más lucida en el baterista) ofreció un programa en el que alternó standards con composiciones propias. Los mejores momentos hay que buscarlos en su versión de la clásica balada You Don´t Know that love Is, ejecutada en tiempo rápido y su versión de I Mean You de Thelonious Monk, donde ofreció el segmento más arriesgado y personal del concierto.

El cierre de la programación internacional estuvo a cargo del cuarteto del trompetista italiano Flavio Boltro y el tecladista belga Eric Legnini, grupo que se completa con el contrabajista Thomas Bramerie y el baterista Franck Agulhon. Boltro es un músico poseedor de un sonido potente y un buen vibrato pero carece de la amplitud de ideas de, vg, su compatriota Enrico Rava. En cuanto a Legnini se maneja con igual comodidad en el piano acústico y en el eléctrico, mientras que la sección rítmica tiene la solidez esperable. El problema es que ninguno de los músicos ofrece un sonido personal que los diferencie de muchos otros intérpretes y la música que ofrecen, en su gran mayoría temas propios (con la excepción del inevitable I Can´t  Get Started), no aparece como demasiado inspirada. Si aquí se formaran varios quintetos con trompetistas locales (Urquiza, Loiácono, Bergalli, Wagner, Lazzarini) y varios tríos con los muy competentes músicos que existen en el país los resultados en ningún caso estarían por debajo de lo ofrecido por este cuarteto e inclusive es posible que en ocasiones lo superaran.

Son varios los pianistas de jazz en nuestro país destacados. Uno de ello es Alan Zimmerman, conocido por su trío, con quien grabó un muy buen disco y su participación en numerosos grupos, quien ofreció un recital como solista que permitió tomar contacto con  un músico de excelente técnica e inagotables ideas, algo que se pudo apreciar tanto en su rendición de conocidos standards (Old Folks, Whisper not, objeto de una notable versión) o temas propios (el enjundioso La llamada). Una infrecuente oportunidad de escuchar a Zimmerman en condición de solista.

Otro pianista nacional relevante, que brindó un muy buen concierto fue Nicolás Guerschberg. Músico muy completo, dominador de todos los géneros populares y también eficiente compositor de música académica, ofreció un recital casi en su totalidad integrado por obras suyas, que se acercan a lo jazzístico a partir de las improvisaciones que realiza sobre ellas, más un tema de Charly García, Los dinosaurios, del que propuso una versión muy libre. Pianista de excelentes ideas y una mano izquierda notable, su concierto fue uno de los muy buenos momentos del festival de jazz

El Bosphorus dúo, integrado por el guitarrista de origen turco Serkan Yilmaz y el percusionista Horacio Cacoliris fusiona ritmos latinoamericanos,  turcos y elementos de música clásica con una estructura improvisada de los temas que remite al jazz De todos modos, el ambicioso proyecto –a pesar del peculiar sonido de la guitarra de siete cuerdas de Yilmaz y la destacada labor del percusionista- suena por momentos algo monocorde y reiterativo.

En cualquier caso, más allá de los inevitables desniveles que necesariamente puede ofrecer una programación tan amplia y variada es una suerte que el BAJAZZ mantenga su continuidad y se haya instalado definitivamente entre los festivales anuales de la ciudad. Jorge García.

 

 

 

 

BARBIE MARTINEZ. Walkin´(Out the Door). DBN 52061.

No es casual que en la encuesta que anualmente realiza la revista El intruso, la ganadora como mejor vocalista de jazz haya sido en los últimos años Barbie Martínez. Cantante dedicada y estudiosa, dueña de una perfecta dicción, un fraseo cada vez más elocuente y personal  y una enorme capacidad para captar el tono exacto que requiere cada tema, en este tercer trabajo está acompañado por un quinteto de músicos que es una autentico seleccionado del jazz local, a saber: Carlos Lastra en saxos, también responsable de los creativos arreglos, Francisco Lo Vuolo en piano, Leo Cejas en contrabajo , Sebastian Groshaus en batería (esto es el cuarteto habitual de Lastra) más la siempre bienvenida presencia de Enrique Norris en corneta. Con esa excelente base instrumental, la vocalista ofrece un programa integrado en su totalidad por standards, varios de ellos no demasiado transitados. Así el disco comienza con una excelente versión de Round Midnight en la que la voz de Barbie actúa como un instrumento más y en la que hay muy buenos solos de Lastra y Lo Vuolo, continuando con una versión en medio tiempo de Teach me Tonight, en la que se destaca la participación de Norris. Sigue una breve y vibrante interpretación de Just One of Those Things en la que la cantante ofrece una concisa versión de todo el swing que es capaz de trasmitir, precediendo a una lírica e introspectiva interpretación de la bella balada Guess I´ll Hang my Tears Out to Dry en la que se luce otra vez el cornetista. Un reciente descubrimiento de Barbie es la olvidada cantante Honi Gordon; de su padre George es My Kokomo, donde la vocalista puede mostrar toda la precisión de su fraseo, destacándose la labor de Lo Vuolo. Blue in Green es uno de los mejores momentos del  disco, con una emotiva introducción a cargo de la voz, solo acompañada por el bajo con arco, introduciéndose progresivamente los restantes instrumentos mientras el tema que da título al disco es un consistente blues con muy buenas intervenciones de Lastra y Norris. Peace, de Horace Silver, es otro de los grandes temas del CD, con el comienzo de Barbie acompañada por el piano y los caños agregándose paulatinamente, creando un clima de notable lirismo. El disco finaliza con una versión de There Is (no Greater Love) en un tempo más ralentado del habitual. Otro gran disco de Barbie Martínez que la ratifica al tope de las cantantes nacionales de jazz. Jorge García.

 

CARLOS LASTRA. Despedida. Uanchu 623890.

En ocasión de comentar en este mismo espacio otros discos suyos, hemos caracterizado a Carlos Lastra como el mejor saxofonista argentino del momento. Poseedor de un sonido potente y robusto y un fraseo de clara estirpe “coltraneana”, su capacidad para las improvisaciones extensas y la inventiva que desarrolla en cada una de ellas justifican la contundente afirmación anterior. Pero, además, Lastra es un muy competente compositor, algo que se puede apreciar ampliamente en este reciente trabajo en el que, salvo una, es autor de todas las piezas. Acompañado aquí por Francisco Lo Vuolo, sin duda entre los más notables pianistas de su generación, en algunos temas por Leonel Cejas y en otros por Cristian Bórtoli en contrabajo y el muy sólido aporte que siempre propone Sebastián Groshaus en la batería, el disco ofrece en casi todos su temas un tono “dark”  que refiere a las dos temáticas que, según palabras del autor, las composiciones abordan, el inevitable paso del tiempo en las cuatro primeras y el maltrato, la humillación y el abandono de los que menos tienen en las tres siguientes. La perfecta amalgama entre los músicos se puede apreciar desde el primer tema, La línea, que ofrece un poderoso solo de Lastra en tenor que va creciendo e oscuridad y dramatismo a medida que transcurre. Gesto inhábil del adiós es la obra más extensa del disco con excelentes solos de soprano antes y después de una brillante participación de Lo Vuolo. Continuidad propone otro potente solo en tenor, mientras que la obra que da tema al disco es una emotiva balada. La trilogía siguiente gana aun, si cabe, en intensidad, como lo demuestra el enjundioso El grito.  Ciudad de los invisibles es otro vigoroso tema con un notable solo final de soprano, en tanto que Los de abajo es la obra más claramente “coltraneana” del CD, con Lo Vuolo en otra notable participación. El final, la lírica balada After the Rain, es un plácido remanso de paz y un adecuado final para un disco de enorme intensidad, que ratifica las notables dotes de Carlos Lastra como instrumentista y compositor. Jorge García.

CARLOS LASTRA PRESENTARA ESTE DISCO EL 6 DE DICIEMBRE A LAS 22 HS. EN ONYX CLUB, PUEYRREDON 2476.

 

 

 

GEORGINA DIAZ & THE MORNINGS. Suddenly. Sitemusic 159.

No son muy frecuentes las ocasiones en las que un debut de una cantante de jazz es tan promisorio como este de Georgina Díaz. Vocalista de clara dicción, un fraseo preciso y cargado de sensualidad y un inalterable swing en sus interpretaciones, aparece acompañada básicamente por un trío integrado por Rodrigo Agudelo en guitarra, Damián Falcón (de muy destacada participación) en contrabajo y Sebastian Groshaus en batería, más la presencia en algunos temas del saxofonista Carlos Michelini y el excelente pianista Francisco Lo Vuolo. El disco comienza con una vibrante versión de I Cried for you con Georgina solo acompañada por la batería, ingresando luego en muy buenos solos Michelini y Agudelo. I Only Have Eyes for you está interpretada en medio tiempo, destacándose el solo de Falcón. La cantante capta con precisión el introspectivo lirismo de I Got it Bad (and that ain´t good) con otro gran momento de Falcón en el bajo con arco, mientras en el sólido Anita´s blues se luce Lo Vuolo. La calidad del fraseo de la vocalista se puede apreciar en Moody´s Mood for Love, en tanto que en Time After Time tras un susurrante comienzo en el que Georgina está acompañada por el bajo aparece el intenso saxo de Michelini. La cantante capta también con justeza el infeccioso tono de Filthy McNasty y en I Walked Bud, los versos que Jon Hendriks le pusiera al clásico de Thelonious Monk son trasmitidos con justeza. El muy atractivo disco finaliza con una versión en castellano de Si me enamoro (Love and Deception) de nuestro compatriota Sergio Mihanovich. Un muy buen debut de una vocalista definitivamente a seguir. Jorge García.

GEORGINA DIAZ PRESENTARA ESTE DISCO EL 29 DE NOVIEMBRE A LAS 22 HS. EN ONYX CLUB, PUEYRREDON 2476.

 

 

 

RAFFO. Al sur del Maldonado. PAI 3228.

Figura esencial de la música instrumental argentina de las últimas décadas, el tecladista Juan Pollo Raffo (fundador de grupos de culto como El Guevo y Monos con navajas) presenta aquí el tercer volumen de su saga Música de Flores. Con su arsenal de teclados, que incluye, pianos acústico y eléctrico, órgano, sintetizador, acordeón y melódica y acompañado por el multivientista Martín Rur (toca aquí saxos tenor y soprano, clarinete y clarón, aunque también lo he visto tocar saxo barítono) y la sólida base rítmica que integran Tomás Pagano en bajo de seis cuerdas y Rodrigo Genni en batería (y loops) desarrolla aquí su inclasificable estilo en el cual la base sería la música popular argentina de distintas raíces, pero que también incorpora elementos del jazz, el rock, la música latinoamericana y el clásico contemporáneo, en una fórmula explosiva que amalgama todos esos elementos sin que esa fusión nunca suene  híbrida. Si bien es destacable la labor de la sección rítmica, son Raffo y Rur quienes se llevan las palmas por la variedad sonora e instrumental que le otorgan a cada tema con ritmos que oscilan entre el aire de chacarera de La polisémica/Tachame la doble , la milonga lenta que da título al disco, el candombe (Operación repique), sin que falte una lírica balada (Extramuros), una  muy atípica galopa (Ataca el mamboretá) y la aproximación a la música klezmer (Guy Friendly). El excelente disco culmina con un sereno solo de piano acústico de Raffo (Corazón de láser) en un CD que confirma a Juan Pollo Raffo como uno de los músicos más interesantes que ofrece la música popular argentina en cualquiera de sus vertientes. Jorge García.

JUAN RAFFO PRESENTARA ESTE DISCO EL 13 Y 20 DE DICIEMBRE A LAS 21.30 HS. EN JAZZ & POP, PARANA 340.

 

 

 

JESUS FERNANDEZ. Música bardera. Música bardera records, s/n.

Dentro del cada vez más prolífico panorama del jazz nacional abundan los tríos de piano, contrabajo y batería; sin embargo, no son muchas las formaciones de esas características a las que se las puede calificar de auténticamente originales. Bien, hay que decir que el trío del pianista Jesús Fernández forma parte de ese selecto grupo. Acompañado por Ezequiel Dutil en contrabajo y Adrián Gamarra en batería, la formación ofrece un programa integrado en su mayoría por obras de Fernández, mostrando una muy adecuada interacción entre sus integrantes. Hay que aclarar que el nombre del disco proviene del pueblo natal del pianista (Las Bardas, en el Alto Valle de Río Negro) y que la música, introspectiva, climática e intimista, remite adecuadamente a la atmósfera de la Patagonia. Estructurado como una suerte de suite, el disco presenta a un pianista muy competente y de gran originalidad en sus composiciones. Esto se puede apreciar en el lirismo de Gagá, la melancolía de Enjoy the bebé (uno de los temas no pertenecientes al pianista), el tono obsesivo de La era de los bebés o la intensidad de Música bardera 1. El atrayente disco finaliza con una poética versión de Lago de forma mía, de Luis Spinetta. Un muy interesante debut. Jorge García.

 

 

 

MONOASOCIADOS. Música popular argentina. Edición independiente.

Figura señera de la música popular argentina y notable flautista, Rubén “Mono” Insaurralde ha participado en numerosas formaciones, algunos tan relevantes como Anacrusa, Chango y la Manija, el trío que conformara con Lito Vitale y Lucho González, Cuartoelemento y la Orquesta Popular de Cámara que liderara el recordado Chango Farías Gómez. Planteado como un proyecto, a priori, más modesto este trío que conforma con el pianista Matías Alvarez (exquisito acompañante de la gran vocalista de tango Noelia Moncada) y el guitarrista Pablo Alessia, el trío se estructuró como una formación dedicada a interpretar música popular argentina en sus distintas vertientes por el mero placer de hacerlo. Sin embargo, la calidad de sus integrantes excede esa, tal vez,  limitada propuesta, siendo el resultado del encuentro un disco muy creativo. Además, aquí el Mono da rienda suelta a su vocación de cantor, interpretando con su personal fraseo varios temas. Desfilan así  muy buenas versiones instrumentales de la Chacarera de un triste, Zamba para la viuda, con un gran solo de flauta y Canción del jangadero dentro de las piezas de raíz folclórica y el vals Romance de barrio y el tango Orgullo criollo entre las obras que representan la música ciudadana. De los temas cantados, hay versiones destacables del bolero Vete de mi, el tango María y en la mejor interpretación vocal del Mono, la poco conocida zamba de Leguizamón y Castilla, Cantor del obraje. Otro interesante proyecto de música popular a cargo de tres muy buenos intérpretes. Jorge García.

 

 

 

ALTERTANGO. Fargüest. Acqua 391.

Creado a principios de siglo, primero como un dúo por la vocalista Victoria Di Raimondo y la pianista Elbi Olalla, Altertango se transformó luego en un quinteto, que en sus primeros discos se dedicó a la interpretación de un repertorio tradicional en el que se fusionaban el personal estilo  de la vocalista con las influencias rockeras de ambas. En este cuarto trabajo,que cuenta con la presencia de varios invitados de fuste,  las composiciones son de las dos fundadoras y el cantante Alejandro Guyot, ofreciendo un repertorio de características oscuras, sin llegar a lo sombrío, que recuerdan, vg, las obras de la orquesta Rascasuelos. La energía de la vocalista y varias composiciones inspiradas (Milonga al borde, La viajera, réquiem para P., La última esquina) convierten al disco en una experiencia disfrutable, dentro de un estilo que se aleja bastante de los habituales en los conjuntos tangueros actuales. Jorge García.

 

 

 

HORACIO DE TOMASO. Natural, tangos.

Recuperando la tradición de los cantantes de tangos acompañados por un guitarrista –en este caso Nicolás Hoyos, también responsable de los arreglos- Horacio De Tomaso, un cantante con una dilatada trayectoria en nuestro país y en el exterior, ofrece aquí su primer trabajo como solista. Dueño de un estilo de marcado tono arrabalero, el vocalista desarrolla un repertorio integrado en su totalidad por obras clásicas de nuestra música ciudadana. Dentro de un repertorio parejo en su calidad, caben destacar sus interpretaciones de Las cuarenta, Fangal, El gordo triste y Jacinto Chiclana) en las que De Tomaso, incluso con algún buen momento a capella, muestra sus interesantes dotes vocales. Jorge García.

 

 

RIZOMANTE. Travesía por las venas. Edición independiente.

Planteado como un recorrido a lo largo de distintos nacionales y latinoamericanos, este disco ofrece un atractivo panorama de diferentes ritmos, sin dejar de lado el contenido de las letras, reflejando las desigualdades socioculturales del Continente, en un periplo que lo emparienta con los trabajos de Nicolás Falcoff y su grupo La insurgencia del caracol. Con una formación que maneja tanto las variables acústicas como las eléctricas, el trío integrado por Juan Martín de Imaz (Rizomante) en voz y guitarras, quien es también autor de todas las composiciones, Juan Manuel “Pacha” Mendes en bajo y José Temprana en percusión, ofrece un variado recorrido que recorre los más diversos ritmos que van desde la cueca al huayno, pasando por el reggae, el candombe y la cumbia desarrollando un ecléctico panorama musical de la música latinoamericana en el que Rizomante se muestra como un muy atractivo instrumentista y un interesante autor de letras. Jorge García.

RIZOMANTE PRESENTARA ESTE DISCO EL 30 DE NOVIEMBRE A LAS 21 HS. EN EL TEATRO GARGANTUA, JORGE NEWBERY 3563.

 

 

 

CECILIA BERNASCONI. Fulgor. Edición independiente.

Primer e interesante trabajo de esta cantautora que ofrece un repertorio en su totalidad integrado por composiciones propias que reconocen una clara raíz folclórica pero también incorporan elementos de otros ritmos. Bernasconi es una cantante de voz afinada y agradable timbre, una buena guitarrista  y como compositora muestra también atrayentes cualidades. Con un grupo de base integrado por ella misma en guitarras y cavaquinho, Paulo Campos en bajos, Mariano Saenz Tejeira en percusión y Matías Vardé en algunos temas en saxos, más la presencia de numerosos invitados, entre los que se destaca el guitarrista Pedro Rossi, Bernasconi ofrece un repertorio de un muy buen nivel general  en el que mis preferencias se inclinan por la Milonga del sauce, el tema que da nombre al disco, el Vals volátil y la Zamba para irme. Un muy  atractivo debut de una cantautora para tener en cuenta. Jorge García.

CECILIA BERNASCONI PRESENTAR ESTE DISCO EL 7 DE DICIEMBRE A LAS 21.30 HS. EN MEDITERRANEA CAFÉ TEATRO, TUCUMAN 3378.

 

 

 

SILVIA ARAMAYO. Puentes. Epsa CD 03.

Cantante, pianista y compositora con una trayectoria, a pesar de su juventud,  de varios años, Silvia Aramayo presenta aquí su tercer disco en el que continua con su programa de ponerle letra a distintos ritmos, inspirados tanto en nuestra música folclórica como en los provenientes de otras culturas. Vocalista de muy buenas condiciones, buena instrumentista y en varios momentos inspirada autora, presenta una formación básica integrada por ella en los teclados, Manuel “Coqui” Rodríguez en guitarras y Esteban Freytes en bajo, más la presencia de numerosos invitados. Aramayo desgrana un ecléctico repertorio en el que las letras muestran una constante romántico-existencial  y será la sensibilidad personal de cada oyente determinará sus preferencias en el disco; las mías pasan por los temas más claramente de raíz folclórica argentina, tal el caso de la chacarera Quedate, la vidala Un lugar o el aire de zamba, Paz. Un muy buen primer trabajo de una atractiva cantautora. Jorge García.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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