El rincón del Viejo Canalla

ESCALANDRUM- Studio 2. Warner Music 24566.

El sexteto Escalandrum es una rara avis dentro de la música argentina. Con una dilatada trayectoria, prácticamente la misma formación a lo largo de los años (solo en el primer disco del grupo el contrabajista fue Guido Martínez) y una notable coherencia estética en sus discos, ya sea estos de música propia o dedicada a recrear la obra de grandes compositores (tienen muy personales trabajos dedicados a Astor Piazzolla, Alberto Ginastera y W.A. Mozart). A ello hay que agregarle la notable capacidad de sus integrantes como instrumentistas, los brillantes arreglos del pianista Nicolás Guerschberg y el haber conseguido instalar un sonido personal, de clara raigambre jazzística, con amplio espacio para la improvisación, donde se puede apreciar la alternancia de brillantes solos, con riffs de conjunto y pasajes de dúos o tríos, siempre con una tónica -sin manejarse dentro de ritmos específicos- claramente nacional. No es poca cosa. Este disco, el número once de su prolífica discografía, grabado en los estudios de Abbey Road en Londres y compuesto en su totalidad por obras propias (cuatro de Guerschberg, tres del saxo tenor Damian Fogel, una del baterista Daniel “Pipi” Piazzolla y otra del contrabajista Mariano Sívori), entre las que se intercalan tres brevísimos interludios,  ratifica el talento de los músicos de Escalandrum en su doble rol de instrumentistas y compositores.

Dos obras de Nicolás Guershberg dan comienzo al disco, la intensa y vigorosa Acuático, con un gran solo del compositor y muy buen trabajo de los vientos y Siete maravillas, en la que tras una introducción en dúo del piano y el clarón de Martín Pantyrer hay un excelente solo de Fogel. Lolo, de “Pipi” Piazzolla muestra claros ecos de la música de su abuelo, el gran Astor y hay muy buenas participaciones de Pantyrer y SÍvori y Bordadura, de Guershberg, es la otra obra en la que se pueden apreciar resabios tangueros, con un introspectivo solo de Fogel. En Adrenalina, el otro tema del pianista, hay un vibrante solo de Gustavo Musso en saxo alto sobre un ostinato del piano y el saxofonista también se luce en el misterioso clima de Sevilla, de Mariano Sívori, que finaliza con un excelente solo de batería. Quedan las tres obras de Damián Fogel, Nutibara, con muy buen trabajo de Musso en soprano, 1933, en el que hay una destacada participación de Sívori y Piazzolla y el introspectivo La Fogloba, en el que se destacan los solos de Fogel y Pantyrer. Otro gran disco de Escalandrum que confirma a este conjunto como una referencia ineludible dentro del fértil la música nacional de cuño jazzístico. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 12 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN EL CENTRO CULTURAL KONEX, SARMIENTO 3131.

 

 

 

ORQUESTA SUDAMERICANA. 10 años. Edición independiente.

Nora Sarmoria es una de las más creativas y prolíficas artistas de la escena independiente de nuestra música popular. Excelente pianista, gran compositora y arregladora, lleva grabados a lo largo de dos décadas una docena de discos que incluyen diferentes proyectos. Posiblemente el más ambicioso es el de la Orquesta Sudamericana, una formación que en sus inicios llegó a tener 35 músicos (actualmente cuenta con 22) de la que surgieron varios jóvenes instrumentistas y compositores que han enriquecido la escena musical local. Este cuarto trabajo de la orquesta incluye varias obras de su directora, títulos de algunos integrantes (y ex integrantes) de la formación y hacia el final del disco algunos temas de autores consagrados, siempre en una línea encuadrada dentro de los ritmos nacionales y latinoamericanos.

Entre los temas de Sarmoria, cabe resaltar el candombe Culebrón, con un solo de piano de la autora, buen trabajo de los vientos y vocalización de Luna Felenbock, Angel sin alas, con la voz de Sarmoria y el grave y misterioso Silencio intenso. Del ex integrante de la orquesta Marcos Cabezas se pueden escuchar Cumpleaños, de claros ecos rockeros y el aire de chacarera La triple, que incluye fragmentos de la Chacarera del rancho. Hay dos obras compuestas y arregladas por el violoncelista Mariano Kahayan, No hay como ella- Pachamama, que fusiona ritmos de baguala y carnavalito, destacándose la percusión y la voz de Felenbock y la chaya Cajita chayera. Del bajista Sebastián Heutlass es Cinco centes, un candombe en el que se lucen el autor y el trompetista Ary Lacanna. Las obras de compositores consagrados incluyen La era del uranio, de Luis Spinetta, cantado por Guillermina Díaz, el popular Leonzinho, de Caetano Veloso, Esa musiquita, de Teresa Parodi, con la voz de la autora y la chacarera Zonko querido, de Juan Falú, con la participación del autor en guitarra. Otro muy buen disco de la Orquesta Sudamericana dirigida por Nora Sarmoria. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 6 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN CARAS Y CARETAS, SARMIENTO 2037.

 

 

 

TRIO MJC. Frutal. Acqua 553.

Excelente grupo instrumental con una trayectoria de 13 años, el trío MJC presenta aquí su tercer discos, compuesto por obras y arreglos propios, encuadrados dentro de la música de raíz folclórica, aunque con una tendencia a la improvisación de neto origen jazzístico. Integrado por Jorge Martínez en piano, Raúl Jaurena en bandoneón y Mauro Ciavattini en saxo soprano, quena y clarón, el trío propone un variado programa de temas que comienza con el chamamé Siesta en Pirané, en el que se luce el clarón. La doble mano es un enjundioso  aire de chacarera en tanto que Niño de sal es una vidala con introducción del bandoneón y lucimiento de la quena. Hay una movida cueca (Década), un carnavalito, Buen vivir y una lírica zamba, El cielo de Luis (dedicada a Spinetta), en la que se lucen el piano y el saxo soprano. Tras la potente Chayando al viejo, el tono cambia con la melancólica milonga lenta, Quejumbrosa y el disco finaliza con Despierta un charanguito, un ritmo norteño extenso y elaborado. Un CD que es un muy buen aporte a la música instrumental de raíz folclórica. Jorge García.

 

 

 

PATRICIA GOMEZ GRUPO. Jaankanigás. Crystal Music 842.

Con una dilatada carrera de más de tres décadas, la santafecina Patricia Gómez es una de las intérpretes más importantes de la música del Litoral. En este CD doble, su sexto trabajo, Gómez ofrece una obra conceptual (la traducción del idioma abipón del título del disco es Gente del agua) en la que describe con precisión personas y paisajes y su relación con los ríos de esa zona del país. Con una formación básica compuesta por Alejandro Della Rosa en guitarra, Mateo Zanuttín en bajo, Emmanuel Gómez en acordeón, José Luis Lobo y Juancho Perrone en percusión y Mariano Perenson en piano, también a cargo de los arreglos, más la presencia de numerosos invitados, la cantante, poseedora de una voz de soprano afinada y de agradable timbre, variados recursos y gran expresividad, ofrece un ecléctico repertorio, con obras de importantes autores, que incluye diversos ritmos de la zona. Dentro de un disco de elevado y parejo nivel, por razones de espacio, indicaré mis highlights, de los 21 temas que lo componen. De las tres obras de Jorge Fandermole (quien también participa como cantante en el clásico chamamé  A Villanueva) elijo el bello rasguido doble El limonero real y Chamarrón de proa. Del gran poeta chaqueño Zito Segovia, Patricia ofrece una gran versión del melancólico chamamé Entrevero del Ramón, de un prócer de la música litoraleña, Ramón Ayala, la cantante interpreta el gualambao Alma de lapacho, donde intercala un tema de Los Beatles y del uruguayo Fernando Cabrera hay una enjundiosa interpretación del candombe Imposible. Del mismo autor hay una bonita canción, El tiempo está después, en Santa fe al Norte, hay una bienvenida participación de la Chiqui Ledesma, en el comprometido rasguido doble Simón Caravalo, canta su autora, Teresa Parodi y el tono melancólico reaparece en el chamamé, Por  Santa Rosa me voy al río. Un disco que ratifica a Petricia Gómez como una de las mejores vocalistas del país interpretando la música de su terruño. Jorge García.

 

 

 

DOS MAS UNO. Reflejos. Acqua 552.

Notables guitarristas y competentes cantores, los hermanos Dellamea, junto al percusionista Ariel Sánchez, más la presencia de varios invitados ofrecen un programa en el que se alternan algunas obras de importantes compositores con temas de un tono melódico, más emparentados con la línea representada por Abel Pintos o Jorge Rojas que con el folclore. Es innegable que mis preferencias del disco están entre las obras mencionadas en primer término y algún tema instrumental como el chamamé A dos hermanos de ley. Es así que los puntos más altos del CD hay que buscarlos en un muy buen tema de Aníbal Sampayo, Garzas viajeras, en el que participa en acordeón el Chango Spasiuk y en Diamante, una bonita obra de Jorge Fandermole donde se destaca el cellista brasileño Jacques Morelenbaum. Y también son muy atractivas las versiones del vals José Antonio, de la gran Chabuca Granda en el que aparece la gran cantante peruana Eva Aylión y la bella zamba De mi madre, del Chango Rodríguez. Un disco algo desparejo pero con buenos momentos, como los mencionados. Jorge García.

 

 

SINIESTRA. Depredamor. Acqua 550.

Así como existe dentro del nuevo tango una corriente instrumental que trata de alejarse de la muy influyente figura de Astor Piazzolla, en el terreno del tango cantado existe una vertiente que intenta reflejar situaciones actuales y oscila entre un tono oscuro y desesperanzado y la crítica social, representada por grupos como 34 Puñaladas, el Quinteto Negro la Boca y Victoria Di Raimondo con el cuarteto La Púa. Dentro de esa línea hay que ubicar a Siniestra, el grupo integrado por Alejandro Bordas en guitarra y dirección, Daniel Rivera en bandoneón, Marcela Pedretti en piano y Juan Pablo González en contrabajo, a los que se suma la voz de Daniel Bergesio. Este nuevo trabajo está integrado casi en su totalidad por obras propias, con músicas de Bordas (salvo dos de Pedretti) y letras del cantante. Lo primero que hay que señalar es la notable evolución de Bergesio como vocalista y compositor, con letras intensas y oscuras y la buena calidad de las músicas, que se puede apreciar en particular en los dos temas instrumentales del disco, Milonga Capellana y Monstruociudad. En todas las obras hay una mirada por momentos desolada pero no exenta de ternura, como se puede apreciar en La maestra y el tema que da título al disco y referencias a submundo de la droga, la prostitución y el hampa están expuestas con singular crudeza en títulos como Pasillo marfil, Piso 47, Muletafusil y Venas de aguafuerte, un tema que cuenta con la coautoría y la participación vocal de Alejandro Guyot, un indudable referente del grupo. Un disco duro, áspero y sin concesiones complacientes. Jorge García.

 

 

 

DELIA MUCCI. Sin lágrimas. Acqua 647.

Si bien son en la actualidad muchas las cantantes femeninas de tango de muy buen nivel, la aparición de una nueva figura es siempre bienvenida. Es el caso de Delia Mucci, una joven y promisoria intérprete de una voz cálida y expresiva, quien está acompañada en todos los temas por el guitarrista Guillermo Martel, también responsable de los atractivos arreglos, al que se agregan en algunos títulos otros músicos, abordando un repertorio integrado casi en su totalidad por temas clásicos (hay un par de excepciones). La cantante trasmite intensidad y emoción en sus versiones del tema que da título al disco algo que se hace extensivo a Nostalgias, con buena participación de Rubén Slominsky en bandoneón, Barrio pobre, En esta tarde gris, con una excelente introducción de Fernando Diéguez en violoncelo y Sin palabras. Hay buenas interpretaciones del vals Gota de lluvia y la milonga Baldosa floja y títulos reconocidos como Malena, Tinta roja y Siga el corso, estos dos últimos grabados en vivo. La nueva poesía está representada por Bailarín, con letra de Alicia Balbis y Pánico, con versos de Marta Pizzo. Un muy atractivo debut que abre expectativas sobre futuros trabajos de Delia Mucci. Jorge García.

 

 

 

TENSION TANGO. Maldita caballa. Edición independiente.

Como se viene señalando a lo largo de diversos comentarios, entre los nuevos grupos instrumentales de tango existe una corriente que busca apartarse de la influencia que se desprende de la enorme figura de Astor Piazzolla. Es el caso de este quinteto, integrado por Eugenia Guzmán en piano, Mauro Turone en violoncelo, Edison Russo en violín, Joaquín Isla en bandoneón y Alessio Menegolli en contrabajo, quienes en este convincente trabajo desarrollan un programa compuesto por obras de tres diferentes autores, expuestas a través de personales arreglos. Esto se puede apreciar ya desde el tema inicial de Eliel Garberi que da título al disco, que tras un comienzo con un pizzicato del violín, expone un intenso desarrollo con un gran trabajo percusivo del piano. Del mismo autor es el introspectivo y melancólico Por la noche, en el que también se destaca el trabajo de Guzmán y hay un gran solo de bandoneón y Rumbo 90, un tema de tono más vigoroso aunque incorpora un lírico dúo de Isla y Turone. Hay cuatro temas de Ramiro De Marino, Burocraciando, en el que se pueden detectar ecos de la obra del gran Eduardo Rovira, el enjundioso Arremetida, la movida Milonguita del 15, con un buen trabajo de Menegolli  y el obsesivo Hastiango, que ofrece un sereno interludio a cargo del piano y el cello. Quedan tres temas de Mauro Turone, Alquitrán, que tras una introducción del piano desarrolla un potente crescendo, con un gran solo de Isla, Escorado, en el que se lucen Guzmán y Turano y el excelente CD finaliza con Sincericidio, que ofrece una notable cadenza del cello. Un muy atractivo debut de este quinteto en un disco que es una grata sorpresa. Jorge García.

 

 

 

ALTERTANGO. Sie7e. Acqua 532.

Grupo de Mendoza con una trayectoria de varios años, integrado por Elbi Olalla en piano, Ezequiel Acosta en bandoneón, Gerardo Lucero en contrabajo y Pablo Conalbi en batería a los que en este disco se le agregan, luego del alejamiento de la cantante Victoria Di Raimondo, diversos cantores más un par de insrumentistas invitados. El cuarteto cultiva una vertiente oscura, una suerte de dark tango, que comparte con otras formaciones de la actualidad. Hay algunos temas instrumentales muy libres como El arrebato y Siete cuchillos, compuestos y arreglados por el grupo, otros más serenos como Lejana, de Olalla, Reflejo, de Mariano González Calo, donde participa Martín Sánchez en guitarra y Buenos Andes, de Julio Coviello, con una muy buena introducción del autor en bandoneón. Entre los temas cantados se pueden destacar el oscuro La sal, la herida, de Alejandro Guyot, quien también se luce en Afuera, un tema con letra de Juan Serén y del mismo autor es Fuga de suerte, donde se destaca la potente expresividad vocal de Natalia Lagos. Un muy interesante disco de este grupo. Jorge García.

ENSAMBLE REAL BOOK ARGENTINA. Línea de tiempo. Club del Disco 088.

Esta formación, integrada por varios de los mejores músicos de jazz de la Argentina desarrolla aquí un programa recorriendo composiciones del género de autores nacionales, a lo largo de varias décadas, mostrando la riqueza y variedad del jazz en nuestro país. Así, el disco comienza con Hombre mío, un tema emblemático de Oscar Alemán que el gran guitarrista utilizaba como cortina de sus presentaciones y en el que se lucen la guitarra de Lucio Balduini y la trompeta de Juan Cruz de Urquiza. Querido Bill es un homenaje del pianista Manuel Fraga al gran Bill Evans en el que se destaca Esteban Sehinkman en piano y Gizela es una obra encuadrada dentro del bop, del trompetista Roberto “Fats” Fernández en el que se destacan Urquiza y Gustavo Musso en saxo tenor. The Night Is Cold, una bella balada de Sergio Mihanovich ofrece muy buenos solos de Sehinkman y Urquiza en flugel, en tanto que Sirron es un vigoroso tema del guitarrista Walter Malosetti en el que hay una intensa participación de Bernardo Monk en saxo alto. Una línea más de fusión aparece en Obi-One, del contrabajista Javier Malosetti, donde hay buenos solos de Sehinkman en rhodes y Mariano Sívori en contrabajo. Noble Soul  es un introspectivo tema del saxofonista Ricardo Cavalli en el que se destaca Musso en tenor, y la línea más contemporánea aparece en el muy libre Haiku N.12, del pianista Leo Genovese con una interesante introducción de piano. El disco finaliza con el aire latino de Playero, de Tomás Sanz. Un CD que ofrece un atractivo recorrido por composiciones de autores de nuestro jazz de diferentes épocas. Jorge García.

 

 

 

MANUEL FRAGA TRIO. Woody & Jazz. Vol. 2. Acqua 545.

Pianista de impecable técnica y precisa digitación, aparte de apreciable vocalista, Manuel Fraga continúa aquí rindiendo tributo a los standards del jazz y la música popular norteamericana que Woody Allen utilizara en sus películas. Acompañado por Damián Falcón en contrabajo y Germán Bocco en batería, el pianista desarrolla un atractivo programa en el que abundan la creatividad y el buen gusto. El disco se inicia con In the Mood, el tema que inmortalizara la orquesta de Glenn Miller, aquí expuesto como un boogie y continúa con Sweet Georgia Brown, interpretado en tiempo lento. En Blue Moon, Fraga muestra sus recursos vocales, en tanto que en How High tje Moon hay buenos solos de contrabajo y batería. La clásica balada Body and Soul está interpretada en tiempo medio mientras que en Honeysuckle Rose, Fraga brilla haciendo stride. I´ve Got a Crush on you ofrece una bonita introducción en piano y se desarrolla en tiempo de balada y Just One of Those Things presenta una excelente versión del trío. El atrayente CD se completa con dos líricos solos de piano de Fraga, But not for me y Bewitched. Jorge García.

 

 

 

A SAIDERA ORQUESTA. Sur. Edición independiente.

Su primer trabajo discográfico A Saidera Orquesta lo había dedicado integralmente a la música brasileña pero en este segundo CD amplía el espectro y desarrolla un programa compuesto por ritmos argentinos y latinoamericanos. Con dirección y arreglos en la gran mayoría de los temas de Javier Mareco, la orquesta ofrece un variado recorrido por la música de nuestro continente. El disco comienza con Cerebro magnético, un medley de obras del gran músico brasileño Hermeto Pascoal en el que se luce el pianista André Mehmari  y continúa con Operación repique, una obra del Pollo Raffo en la que el autor muestra sus virtudes como tecladista. El discreto encanto de ser porteño es una milonga rápida de Lito Vitale donde hay un muy buen solo del autor en piano y Papá blanco es un tema del bajista Willy González con lucimiento del compositor, cantado por Gabriela Waclarz. Grito santiagueño es una bella zamba de Raúl Carnota en la que hay muy buenos solos de Emiliano Alvarez en saxo soprano y Matías Gentile en trompeta, Los tres deseos de siempre es un bonito tema de Carlos Aguirre en el que se luce la flauta de Silvana Turco mientras que Niza es un ritmo centroamericano de Mariano Delgado en el que se destaca el autor en guitarra. En el clásico candombe Montevideo, de Rubén Rada, hay una muy buena participación de Hugo Fattoruso en piano y Modinha, una bella pieza de Antonio Carlos Jobim está cantada por Ligia Piro. El CD finaliza con El diablo suelto, un joropo venezolano, con Lucho González en guitarra y La moto, uno de los habituales temas satíricos de Leo Masliah, cantado por Dario Jalfín. Un muy buen caleidoscopio de la música latinoamericana a cargo de A Saidera Orquesta. Jorge García.

 

 

 

SERGIO ALVAREZ. Un lugar solitario llamado libertad. Quark Records s/n.

He aquí un trabajo de un guitarrista virtuoso que, acompañado por dos diferentes tríos o tocando en soledad ofrece un formidable despliegue de recursos a lo largo de 22 piezas (algunas con títulos insólitos y de notable extensión). Si se quiere encuadrar o clasificar el trabajo de Alvarez habría que decir que los temas en los que está acompañado por Mariano Sívori en contrabajo y Daniel “Pipi” Piazzolla en baterías (dos pilares del grupo Escalandrum) están más cerca de la experimentación y lo jazzísticos, en tanto que los títulos donde lo acompañan Franco Fontanarrosa en bajo eléctrico y Lulo Isod en batería ofrecen una impronta más rockera, y hay también breves interludios de guitarra sola, de un carácter más lírico. Pero el elemento más claro y determinante del trabajo de Alvarez es la libertad con que encara cada una de las piezas (en su totalidad de su autoría). Un trabajo de gran creatividad, con amplio espacio para la improvisación, en un disco de generosa extensión que muestra a un notable instrumentista y un competente compositor. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 21 DE OCTUBRE A LAS 19 HS. EN LA USINA DEL ARTE, AGUSTIN CAFFARENA 501, CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.

 

 

 

ORQUESTA DE NUEVOS COMPOSITORES. Imaginaria. Edición independiente.

Como su nombre lo indica, este trabajo presenta a un grupo de jóvenes compositores argentinos interpretando sus obras, todas ellas influenciadas por los aires folclóricos argentinos y algunos ritmos brasileños. Con el padrinazgo del pianista Ezequiel Mantega (que figura en el disco como Asesor de Producción) el disco presenta a cuatro autores noveles presentando sus trabajos. La guitarrista y violinista Lucrecia Carril muestra varias obras, como Yendo juntas, que tras una breve introducción de piano y un breve solo de flauta, desemboca en un aire de chacarera, Kai kai, cantado por su autora, la Fantasía I, con buen trabajo del piano y del acordeón y Fantasía II, un bonito aire de chamamé. Del guitarrista Carlos Molinero se puede escuchar la movida Cueca pa Don Luis, la milonga Al Sur del Riachuelo, cantada por su autor y la zamba La imaginaria. Hay una fuga tangueada (Obdulio) del  pianista Sergio Desanze, también autor del aire brasileño Orfebre y el otro ritmo brasileño del disco es Al dente, del guitarrista Nahuel Morfeo. Un promisorio trabajo de estos jóvenes músicos. Jorge García.

 

 

 

ANDREEA VIERU EN VIVO EN VUELA EL PEZ. HOMENAJE A NELLY OMAR

Nelly Omar fue una figura legendaria de la música popular argentina. Con una carrera de ocho décadas y una prolongadísima vida (vivió 102 años), se mantuvo activa prácticamente hasta su muerte. Auténtico paradigma del tango y la canción criolla del siglo XX, ha ejercido innegable influencia sobre diferentes intérpretes y ha suscitado innumerables homenajes. Puede resultar a priori sorprendente que en este caso el tributo se lo rindiera una joven cantante rumana ya que se tienen noticias de la pasión de los finlandeses por el tango pero no es el caso de los nacidos en Rumania. Sin embargo, Andreea Vieru, radicada en nuestro país hace varios años y apasionada del tango desde su más temprana edad, ofreció en Vuela el Pez un concierto que puede compararse sin desmedro con el de cualquier buena intérprete de muestro país. Acompañada por el cuarteto de guitarras que lidera el veterano Alfredo Sadi (quien relató algunas jugosas anécdotas), la cantante, dueña de una afinada voz de agradable timbre, propuso un atractivo recorrido por varias de las obras emblemáticas del repertorio de Omar. Si hay un elemento en Andreea que cabe resaltar es el sentimiento y emoción con que impregna cada una de sus interpretaciones. Esto se pudo apreciar en sus expresivas versiones de obras como los valses Desde el alma y Parece mentira y en sus sentidas interpretaciones de Sur y la bella milonga Tu vuelta. En esos temas, y algunos otros, Andreea Vieru demostró que no es necesario haber nacido en la Argentina para convertirse en una muy buena vocalista de tango. Jorge García.

 

 

 

SEGUNDA EDICION EXPERIENCIA PIAZZOLLA EN EL CENTRO CULTURAL KONEX.

A esta altura, no quedan dudas que Astor Piazzolla es la figura más importante que ha dado la música argentina en la segunda mitad del siglo XX. Notable bandoneonista (aunque algunos pretendan que no era muy bueno como instrumentista), extraordinario compositor -posiblemente el más grande autor de tangos de la historia-, formidable arreglador, ha ejercido, además, una enorme influencia sobre gran cantidad de músicos (recién en los últimos años han surgido varios intérpretes, a los que podríamos llamar “post-piazzollianos” que han logrado sustraerse a la señalada influencia). Además, su obra es una fuente inagotable de ideas para músicos de las más diversas extracciones. En el Centro Cultural Konex se realizó la segunda edición de Experiencia Piazzolla, una serie de conciertos a cargo de variados intérpretes que rindieron homenaje al superlativo talento del músico.

El septeto de los hermanos Emiliano y Lautaro Greco fusiona con sabiduría las raíces tradicionales del tango a través de creativos arreglos de temas clásicos con nuevas composiciones. Esta dualidad se pudo apreciar en el concierto que ofrecieron en el que recuperaron los arreglos que hiciera Astor en los años  60 con su bandoneón y una orquesta de cuerdas de varios tangos de diferentes épocas (algunos de los cuales uno puede presumir que los odiaba). Así se pudieron escuchar la transcripción para septeto de algunos títulos emblemáticos como Ojos negros, El choclo (notables ambos), Nunca tuvo novio, A media luz y Sentimiento gaucho. El grupo también ofreció una excelente versión del poco escuchado Moderato cantábile y dos personales arreglos de los muy transitados Adios Nonino y Libertango. Pero el pico del concierto fue la versión de Tristezas de un doble A, con un deslumbrante solo de bandoneón de Lautaro Greco.

Una de las variantes –aunque no prioritaria- que cultivó Astor Piazzolla fue la de las obras sinfónicas. Para este evento se formó una orquesta bajo la dirección de Gustavo Fontana, con la participación de Lautaro Greco en bandoneón solista. Con esta formación se pudo escuchar el concierto para bandoneón y orquesta (“Aconcagua”) en sus tres movimientos, el enérgico Allegro marcato, el lírico Moderato, con una breve cadenza introductoria del bandoneón y destacada participación del arpa y el vigoroso Presto. También la orquesta interpretó otras obras para gran orquesta de Astor, los Tres movimientos tanguísticos porteños y el introspectivo Tangazo, donde se destacaron las maderas. Lautaro Greco volvió a lucirse en la versión orquestal de Adios Nonino y como bis se pudo escuchar una enjundiosa  versión de Libertango.

Uno de los exponentes de la vertiente “post-piazzoliana” que se mencionara más arriba es el pianista Diego Schissi. Instrumentista muy dotado pero también competente compositor y notable arreglador, al frente de su quinteto propuso un programa que comenzó respetando las versiones originales de Piazzolla de Revirado, Michelángelo 70 y una selección instrumental de la ópera María de Buenos Aires. Tras un interregno ocupado por una de las obras más emblemáticas de Schissi, Astor de pibe, el grupo ofreció el segmento más creativo y arriesgado del concierto con  personalísimos arreglos de dos obras muy escuchadas, Adios Nonino y Libertango, una melancólica versión de Prepárense y una formidable interpretación de Kicho, el tema que Piazzolla le dedicara al contrabajista Enrique Díaz, con un extraordinario trabajo de Juan Pablo Navarro en ese instrumento.

También los músicos de jazz son frecuentemente seducidos por la música de Piazzolla. En este caso fue el excelente saxo alto portorriqueño Miguel Zenón, acompañado por Hernán Jacinto en piano, Jerónimo Carmona en contrabajo y Oscar Giunta en batería, quien ofreció un concierto estructurado sobre diversas variaciones alrededor de dos obras (¿adivinan cuales fueron? Sí, acertaron, Adios Nonino y Libertango). Partiendo de las melodías de esos trabajo los músicos desarrollaron extensas improvisaciones, en las que Zenón ofreció la limpieza y claridad de su sonido, Jacinto se mostró en gran forma, Carmona se lució en un par de muy buenos solos y Giunta estuvo más sobrio y contenido que de costumbre.  

Juan Cruz de Urquiza, aparte de ser el mejor trompetista del país, es un continuo buceador en nuevas propuestas para enriquecer su música. Es el caso de esta aproximación a la obra de Astor Piazzolla, que realizara al frente de su septeto, con arreglos propios y con abundante espacio para el lucimiento de los músicos, ofreciendo algunas obras no demasiado transitadas de Piazzolla, vg, la rítmica Lunfardo, en la que se destacó el solo de saxo alto de Lucas Goicoechea. Whisky es uno de los movimientos de la Suite Troileana, y aquí se lucieron Sebastián de Urquiza en el contrabajo en un notable dúo con Sergio Verdinelli, este realizando un gran trabajo con las escobillas en la batería. En la enjundiosa Contemporáneo hubo un vibrante solo de trompeta de Urquiza y entre esas obras hubo dos líricos intermedios, con el vals Chiquilín de Bachín, con una buena participación de Juan Flipelli en guitarra y la bella balada Soledad, donde hubo un muy buen solo de saxo tenor de Pablo Moser. Otro gran trabajo del grupo de Juan Cruz de Urquiza.

El pianista y tecladista Lito Vitale fue otro de los encargados de rendir su tributo a Piazzolla, aunque en este caso alternó obras de Astor con temas de Sangre nueva, su último disco. Al frente de su trío, que completan Victor Carrión en saxos, quena y flauta y Mariano Delgado en guitarra (algo diluído por la potente sonoridad de sus compañeros), Vitale impuso su estilo interpretativo exuberante y visceral y Carrión mostró su gran solvencia y versatilidad con los distintos instrumentos. Hubo sólida versiones de varios temas de Piazzolla pero los momentos más arriesgados aparecieron en las interpretaciones de las obras de su disco, tal el caso de Alfonsina y el mar, con una excelente cadenza introductoria en piano, una notable versión de la Cueca de los coyas y una formidable interpretación de la milonga Taquito militar.

Franco Luciani es un excelente armoniquista, al auténtico sucesor del legendario Hugo Díaz y su homenaje a Piazzolla lo concretó en algunos temas con su trío habitual, que completan el joven y talentoso guitarrista Leonardo Andersen y el dúctil contrabajista Pablo Motta, a los que se sumaron en algunos temas otros dos excelentes músicos, el pianista Emiliano Greco y el violinista Javier Weintraub. En sus versiones de temas de Piazzolla, Luciani ratificó sus dotes de gran improvisador, con excelentes versiones en el formato trío de Adios Nonino y Violentango. Con el quinteto ofreció creativos arreglos de Lo que vendrá, con una gran cadenza introductoria de Weintraub, líricas interpretaciones de la Milonga del ángel y Oblivion y las versiones de dos poco ejecutadas obras de Piazzolla: Los sueños, de la película Sur y el aire de zamba La partida. Como invitado en Chiquilin de Bachín y La otra pena, un bello tema de Homero Expósito, participó el Negro Falótico, uno de los mejores cantores de tango de la actualidad.

El cierre del festival estuvo a cargo de la Camerata Argentina, dirigida por el violinista Pablo Agri, hijo de Antonio, quien fuera violinista durante varios años del quinteto de Astor, acompañando a tres excelentes bandoneonistas de distintas generaciones: Lautaro Greco, Carlos Corrales y Néstor Marconi. Greco es sin duda el más completo intérprete del instrumento de la joven generación, lo que ratificó en su intervención en el concierto interpretando Fuga y misterio, Moderato tangábile y una gran versión de Tristeza de un doble A, en la que desarrolló un solo memorable. Corrales interpretó con autoridad el casi inevitable Oblivion, una obra propia, Rosa de tango y una muy buena versión de Vardarito, el tema que Piazzolla le dedicara al gran violinista Elvino Vardaro. La intervención del veterano Néstor Marconi fue notable con la Milonga del ángel, una interpretación de Adios Nonino de tono intimista y emotivo y una vigorosa versión de La muerte del ángel.

Como se mencionaba más arriba, la música de Astor Piazzolla es una fuente inagotable para la creatividad de diversos músicos y esto se pudo apreciar en los diversos conciertos realizados en este festival. Cabe finalmente felicitar a Daniel “Pipi” Piazzolla, curador de Experiencia Piazzolla y desear fervientemente que este evento se pueda realizar todos los años. Jorge García.

 

 

 

 

 

 

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