GABRIELA BELTRAMINO. Senses. MAMCD 862.
Son muchas las cantantes jóvenes de jazz que han aparecido en los últimos tiempos mostrando un gran talento; conviene apresurarse a señalar que la cordobesa Gabriela Beltramino es una de las mejores y en este primer trabajo lo demuestra. Acompañada de un verdadero seleccionado del jazz nacional, a saber, Mariano Loiácono en trompeta y flugelhorn, también responsable de los atractivos y frescos arreglos, su hermano Sebastián en saxo tenor, Juan Canosa en trombón, Francisco Lo Vuolo en piano, Ramiro Penovi en guitarra, Jerónimo Carmona en contrabajo y Pepi Taveira en batería, la cantante desarrolla un programa mayoritariamente integrado por temas poco transitados y que, según sus propias palabras, tiene un carácter de algún modo autobiográfico. Beltramino es una vocalista de gran afinación, perfecta dicción y gran expresividad que se manifiesta tanto en el swing que le otorga a los temas más rápidos, como en la sensibilidad con que interpreta las piezas más introspectivas. El disco comienza con una vibrante versión de Zip-a-dee-doo-dah, tema de la producción de Walt Disney de 1946, Canción del Sur, que ganara en su momento el Oscar a la mejor canción. El mismo swing se puede apreciar, tanto en la enjundiosa interpretación de I´m Fashioned Old, como en el potente blues I Love Being Here With You o en su acercamiento a I Feel Pretty. También Gabriela se muestra como una interesante compositora en The Flower and the Bluebird y en la lírica balada Since the Very First of All. Pero si en el excelente CD tengo que elegir mis highlights, me quedo con la versión en medio tiempo de (It´s not Easy)Being Green, la sensible interpretación de Here´s to Life, con un muy buen solo de Loiácono y el emotivo pequeño bloque que integran Adagietto to my Mother, con letra de la cantante sobre música de Mahler y I´ll Be Seeing You, solo acompañada por el piano de Lo Vuolo. Un gran debut de una joven cantante de la que cabe esperar mucho en el futuro. Jorge García.
PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL DE MESTIZA MUSICA
Organizado como un encuentro de músicos provenientes de cinco diferentes países íberoamericanos, esta primera edición del Festival Mestiza, una elogiable iniciativa, consiguió un rotundo éxito de público a la vez que –más allá de los eventuales gustos personales- sostuvo un elevado nivel de calidad en sus conciertos (por lo menos en los tres que vi yo). Así, a través de presentaciones en dobles y triples sets, se pudieron ver y escuchar a diversos artistas de primer nivel que jerarquizaron el evento.
No es ninguna novedad a esta altura que al rosarino Franco Luciani se lo puede encuadrar entre los mejores armoniquistas del mundo. Auténtico sucesor del legendario Hugo Díaz, desarrolla con su instrumento diversos ritmos tangueros (con el trío que conforman el pianista Daniel Godfrid y el guitarrista Ariel Argañaraz) y folclóricos (con el cuarteto que integran Martín González en guitarra, Facundo Peralta en bajo y Horacio Cacoliris en percusión). En la ocasión, Luciani fusionó los dos grupos (¿será de manera definitiva?) con el gran percusionista Facundo Guevara reemplazando a Cacoliris y también como novedad, se presentó como vocalista en un par de temas. Franco es un instrumentista notable, capaz de extraer sonidos insólitos de su instrumento y con una enorme capacidad para la improvisación de neto cuño jazzístico. Estas características se pudieron apreciar a lo largo del recital, que tuvo picos notables en sus versiones de la zamba La pobrecita, su acercamiento a Piazzola en Violentango, su increíble versión en solo de armónica de Garúa o la enjundiosa interpretación de su aire norteño Oro americano.
Virtuoso guitarrista nacido en Almería, su contacto desde joven con figuras consulares del flamenco como Paco de Lucía y Camarón de la Isla marcaron su carrera y por cierto que es evidente la influencia del primero en la música que desarrolla su grupo. Con una formación de cuarteto, donde las otras dos guitarras juegan un rol de acompañantes (no así el excelente percusionista El Piraña que cumple destacada labor) a los que se suman los “cantaores” Mari Angeles Fernández y Kiki Cortiñas, el grupo ofrece un programa en el que abundan los “palos” rápidos, en los que el guitarrista desarrolla ampliamente sus notables aptitudes. El “bailaor” David Paniagua parecía relegado dentro del grupo, pero en loas dos últimas piezas mostró su enorme enjundia e intensidad. Hubo también tiempo para un sentido tema dedicado a Paco de Lucía, una lírica versión de Oblivion, de Piazzolla, y una notable interpretación del Romance de Curro el Palmo, de J.M. Serrat a cargo de Fernández. En los bises se sumaron Franco Luciani y el gran acordeonista Chango Spasiuk, quienes, junto a Tomatito, ofrecieron una gran versión de Libertango.
Se sabe que Hugo Fattoruso es una figura consular de la música ríoplatense; su poderosa digitación y su estilo intrincado se puso de manifiesto en este concierto como solista en el que ofreció diversos ritmos de su país (y no tanto), como el candombe (Repicado), la milonga (Milonga de la luna) y el pasodoble (Mi alegre paso). También hubo una bella versión de La casa grande, de Eduardo Mateo y como bis, una notable y atípica versión del tango Mano a mano. El exuberante estilo de Fattoruso puede ser por momentos árido, pero una escucha atenta descubrirá a un pianista muy personal que además, afortunadamente, no le dio esta vez espacio abundante a sus predisposiciones canoras.
El Negro Carlos Aguirre es un gran pianista entrerriano de un estilo totalmente opuesto al de Fattoruso. Lírico, introspectivo y poco propenso al exhibicionismo, Aguirre se presentó con su nueva formación, un trío que integra con el muy buen contrabajista Federico Silva y el percusionista Luciano Cuviello. Aguirre ofreció varias obras suyas (Hiroshi, Desde adentro, entre otras) en las que expuso su talento dentro de las características expuestas. Un notable músico de bajo perfil pero de exquisita digitación y enorme musicalidad
Posiblemente uno de los músicos brasileños más talentosos de las últimas décadas, Egberto Gismonti ofreció dos sets como solista con sus instrumentos preferidos, las guitarras de 10 y 12 cuerdas y el piano. En Gismonti se dan cita, aparte de los ritmos de su país, diversas vertientes de la música académica, que van desde su compatriota Heitor Villalobos hasta los compositores contemporáneos y una vertiente improvisatoria claramente derivada del jazz. Con la guitarra consigue sonidos que parecen interpretados por varios músicos y el instrumento pareciera duplicarse, convertirse en un bajo o ser utilizado en un sentido percusivo. Con el piano ofrece estructuras musicales de enorme complejidad que requieren una escucha muy atenta. Así recorrió mayoritariamente temas conocidos de su discografía, pero siempre interpretados de una manera innovadora y creativa. Como bis, Gismonti ofreció un dúo con Aguirre que sirvió para mostrar como dos artistas de estilos muy opuestos pueden complementarse adecuadamente a partir de su musicalidad.
Lidia Borda está sin discusiones entre las mejores vocalistas de tango de la actualidad. Su afinada voz, perfecta dicción y gran expresividad a lo que se suma un muy buen repertorio la convierten en una de las artistas más completas del género. En este caso se presentó acompañada por Daniel Godfrid en piano, Ariel Argañaraz en guitarra, Pablo Motta en contrabajo y Paula Pomeraniec en violoncelo en un recital que la mostró particularmente intensa y con una gran entrega. Así se pudieron escuchar memorables versiones, solo acompañada por Godfrid, de Gricel, un medley gardeliano y una sentida interpretación de El alazán, de Atahualpa Yupanqui. Fueron también excelentes las interpretaciones con el cuarteto, del poema Arrabal salvaje, de Celedonio Flores, con música de Juan Cedrón. También musicalizado por el Tata, la cantante ofreció expresivas versiones de dos poemas de Homero Manzi, En un corralón de Barracas y Palabras sin importancia y se hizo también tiempo para una excelente versión del fado Extraña forma de vida. Un gran recital de Lidia Borda.
Dulce Pontes es una de las figuras que apuntaron a renovar las estructuras tradicionales del fado en su país, incorporándole elementos de otros ritmos musicales y una instrumentación alejada de las habituales. También en los últimos tiempos ha internacionalizado su discurso musical, vg, cantando en español o incorporando otros ritmos. Esto se puedo apreciar desde el comienzo de este concierto, cuando sentada al piano, ofreció una versión de La Boheme, de Charles Aznavour o cuando interpretó una enjundiosa muñeira gallega. Acompañada de un grupo de instrumentista entre los que se destacaron la guitarra portuguesa de Fernando Da Silva o los diversos instrumentos de viento que interpretó Amadeu Magalhaes, la cantante desgranó un ecléctico repertorio en el que mostró como características principales una apabullante presencia en el escenario y un registro vocal de gran potencia, casi siempre expresado en registros altos, lo que por momentos provocó cierta monotonía en sus interpretaciones. Hubo también varios invitados de fuste, como el charanguista Jaime Torres, el que se destacó en una vidala “blueseada”, Lidia Borda, con quien interpretó a duúo Volver, Jairo, que interpretó con Dulce una potente versión de Indio Toba, León Gieco con el inevitable Solo le pido a Dios y Amelita Baltar, con la que no hubo manera de salvarse de la insoportable Balada para un loco. En el final, Dulce Pontes cantó a coro con el público los dos últimos temas, mostrando todo su carisma escénico.
La primera edición del Festival Mestiza mostró un excelente nivel y solo es de desear que se repita en años sucesivos. Jorge García.
MIGUEL CROZZOLI. Ciclos de estrellas. Kuai
Dentro de los jóvenes saxofonistas de la escena jazzística local, Miguel Crozzoli no solo es uno de los más talentosos sino también el más prolífico (en muy poco tiempo ha grabado cuatro discos, en diferentes formatos). En este último trabajo, acompañado por Francisco Slepoy en guitarra, Mauricio Dawid en contrabajo y Pablo Díaz (de gran labor) en batería vuelve a mostrar su sonido intenso y robusto, un expresivo fraseo, la gran capacidad como improvisador y su competencia como compositor (es autor de todos los temas). El disco está estructurado como una suite en la que cada tema está nominado con una o dos letras y donde se puede apreciar la excelente amalgama que logran los músicos. En el disco se alternan los temas intensos y prolongados con otros más breve y líricos. Así en M, tras una introducción de batería y el bajo, entra Crozzoli con un extenso y poderoso solo, con un gran trabajo de Díaz, esquema que de algún modo se repite en P, donde, tras una introducción del bajo hay un muy buen solo del saxo y otro, notable, de Pablo Díaz. R es otro tema con un enjundioso solo de Crozzoli y otro muy bueno de Dawid, mientras que, de los temas en cuarteto, F es el más reflexivo y contenido. Dentro de un tono más introspectivo, hay dos dúos de saxo y guitarra (CZ y CD), otro de Crozzoli con Dawid (CI), finalizando el muy atractivo disco con B, un expresivo solo de saxo sin acompañamiento. Otro disco que confirma el talento de Miguel Crozzoli. Jorge García.
ARGAMONTE + PABLO LEDESMA, MONO HURTADO, PEPE ANGELILLO Y MARTIN MISA. Orillas. Cielo arriba s/n.
La música improvisada en la Argentina no cuenta con demasiados cultores que tengan la posibilidad de grabar un disco, por eso es destacable la iniciativa del sello salteño Cielo Arriba de presentar este trabajo en el que cuatro grandes intérpretes ofrecen su visión musical de varias obras del fotógrafo Argamonte. El saxofonista Pablo Ledesma y el pianista Pepe Angelillo, músicos de La Plata, han trabajado juntos durante mucho tiempo y han grabado un par de excelentes discos; el Mono Hurtado es un contrabajista todo terreno y uno de los mejores ejecutantes del instrumento en el país y en cuanto a Martín Misa es un percusionista muy poco conocido en Buenos Aires que desarrolla su trabajo principalmente en Salta. Lo cierto es que este disco es una muestra de permanente creatividad de cuatro excelentes músicos que, inspirándose en varias fotografías ofrecen un variado calidoscopio de sonidos, recurriendo a diferentes formaciones entre los integrantes del grupo. Escuchando con atención el disco se puede percibir una suerte de crescendo emocional entre los primeros temas, más íntimos y reflexivos, en los que abundan los dúos y los últimos más intensos y musculares, en los que predomina la formación de cuarteto. Un excelente disco, principalmente apto para aquellos oyentes con los oídos abiertos a sonidos que escapan a las convenciones habituales. Jorge García.
JAZMIN PRODAN. El sueño de los sauces. Kuai
El sello Kuai continúa presentando trabajos con obras propias de jóvenes compositores del jazz vernáculo. En este caso es la cantante Jazmín Prodan, (de quien se comentó en este espacio su primer trabajo), otra de las muy buenas voces de la abundante camada de cantantes jóvenes del género, quien –a diferencia de la mayoría de sus colegas- compone la mayoría de las obras que interpreta y canta parte de ellas en castellano (un territorio en el que es pionera Eleonora Eubel), aparte de destacarse por la libertad y creatividad de los arreglos que proponen sus temas, en los que hay amplio espacio para la improvisación vocal e intrumental. Acompañada de un grupo de excelentes músicos, tal el caso de Hernán Samá, en saxo tenor, Emma Famin en saxo alto, Santiago Leibson en piano, Maximiliano Kirzner en contrabajo y Andrés Elstein en batería, a los que se suma en algunos temas Pablo Moser en barítono y Canilo Angeles en flauta, la cantante ofrece un repertorio con abundante despliegue de la parte instrumental (la voz en varios pasajes actúa como un instrumento más) en los que predomina un tono grave y melancólico. Así en el tema inicial, Luna del sur, hay una muy buena vocalización de Prodan y un gran solo de Samá y también se luce en la vocalización con un gran trabajo detrás del saxo tenor y la batería en Un susurro en tu sueño. La vertiente más introspectiva de la cantante se puede apreciar en Iberá, con una solemne introducción del piano, en Yo sé lo que es, donde se luce Famín y en su interpretación de Hiedra al Sol, de Luis Spinetta. Los temas más libres en su estructura son Punto de inflexión, con una vocalización free y un gran trabajo de Leibson y Elstein y Laughable Loves, en el que sobre un ostinato del piano, se destaca Moser en el barítono. Un muy buen segundo trabajo de esta joven cantante y compositora. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 23 DE MAYO A LAS 21 HS. EN ROSETI 722.
THE SOHO RENTALS. Metanoia. Edición independiente.
Con una formación atípica en estos lares (piano y batería), el dúo The Soho Rentals viene desarrollando desde hace tiempo una interesante discografía. Integrado por el pianista Alejo Nobili y el baterista Matías Menarguez, la formación desarrolla un programa integrado en su totalidad por obras propias en los que se pueden detectar influencias, jazzísticas, folclóricas y del rock, aunque expuestos a partir de una impronta marcadamente personal. El disco comienza con Heliópolis, una obra en la que se pueden apreciar rasgos impresionistas, mientas que Baguala del tiempo ofrece reminiscencias folclóricas. Queridos viejos y No hay paz y Post-electro muestran un aire más rockero e Interludio es un breve solo de batería. La veta más lírica del grupo se puede escuchar en Cajita musical y Pasaje Volta en tanto que los temas de estructura más compleja son Fisk, con su ostinato final del piano y el que da título al disco que ofrece intrincadas armonías. Un interesante disco de un dúo digno de atención. Jorge García.
ORQUESTA TIPICA AGUSTIN GUERRERO. XXI. Aguerrear s/n.
Ya en su primer disco (comentado en su oportunidad en este espacio), la OTAG, se presentó como una agrupación con un sonido diferente al que presentan las orquestas tangueras actuales. Dirigida por Agustín Guerrero, un joven y talentoso pianista, compositor y arreglador, en este segundo trabajo produce un importante salto cualitativo respecto de su muy atractivo debut. Desarrollando un programa integrado en su totalidad por obras de compositores de tango actuales, la formación, que incorpora instrumentos como la flauta, el flautín y el fagot (gran trabajo en todos ellos de Agustín Uzal), propone sonidos tímbricos muy novedosos, a la vez que –si bien toma como base temas de raigambre tanguera- los desarrolla aplicando en varios casos elementos del dodecafonismo y la música serial contemporánea. El resultado es un disco notable que ofrece algunos temas más encuadrados dentro de los ritmos de nuestra música ciudadana conocidos, como Bailango, de Pablo Agri, con muy buena participación del autor en el violín solista, Sonambulina n° 1, el asimétrico vals Un soplo de la vida o la juguetona Milonguita, de Diego Schissi, pero que en las obras de Sonia Possetti (Aire de tango), Fernando Otero (Globalización) y el director del conjunto (Fragmentos) complejiza la propuesta, alcanzando su clímax en los dos temas más extensos y elaborados del disco, el que da título al mismo, también de Guerrero, un auténtico tour de force de casi diez minutos, intrincado y arriesgado en el que desde la primera nota se percibe la presencia de un sonido diferente y la extensa y compleja suite en tres movimientos, Tango laberinto, de Néstor Ibarra, que incorpora la batería y en la que en algunos momentos parece planear la sombre del genial y hoy casi olvidado Eduardo Rovira. Un gran segundo disco de la OTAG que propone nuevos y originales caminos para el tango y estará, a la hora de los balances, entre las ediciones discográficas más importantes del año.. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 31 DE MAYO A LAS 17.30 HS. EN LA USINA DEL ARTE, AGUSTIN CAFFARENA Y PEDRO DE MENDOZA CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA Y EL 5 DE JUNIO A LAS 21 HS. EN EL CAFF, SANCHEZ DE BUSTAMANTE 764.
ANGEL PULICE-RUTH DE VICENZO. Corazón criollo. UMI s/n.
Tercer disco de este dúo de cantantes e instrumentistas (Pulice toca la guitarra y De Vicenzo el acordeón) constituido hace casi una década, en el que están acompañados por una formación integrada por Emiliano Faryna en guitarra y arreglos, Pablo Covacevich en guitarra, Nacho Bertoli en guitarrón y Juan Ignacio Bertoli en contrabajo, desarrollando un repertorio en el que se alternan temas clásicos con obras de Pulice en las que priva cierto humor absurdo, fusionado con una dosis de melancolía y donde se muestra como un compositor interesante (vg. en la milonga Bartolomé, en la que ironiza sobre un prócer intocable de la historia oficial). Pero tal vez la que más sorprenda sea De Vicenzo, quien ofrece interpretaciones muy dignas de obras en las que debe competir con versiones memorables, como Y dicen que no te quiero, el bellÍsimo vals Tu pálida vos, de Charlo y Manzi, el tango campero No te apures, Carablanca, Verdemar y La canción y el poema, con los versos de la poetisa uruguaya Idea Vilariño y que inmortalizara Alfredo Zitarrosa. Un disco con varios buenos momentos de un dúo que tal vez no ha logrado la difusión que merece. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL SÁBADO 16 A LAS 21 HS. EN OLIVERIO GIRONDO, VERA 574.
MARIA CANGIANO. Corazón de mujer. Edición independiente.
Con una carrera muy ecléctica que incluye su paso por los más diversos géneros (jazz, folclore, tango, lírico), María Cangiano edita aquí su primer disco como compositora total de músicas y algunas letras. Dueña de una afinada voz de contralto, a lo que le suma una gran dosis de expresividad, la vocalista musicaliza aquí poemas de grandes figuras de la poesía latinoamericana y también presenta algunas obras suyas en un trabajo que se puede calificar de conceptual, ya que la mujer es el centro de cada una de las canciones. Y también hay que señalar que la presencia de dos músicos de los quilates del gran guitarrista Quique Sinesi y el percusionista Quintino Cinalli, responsables de los arreglos son factores esenciales para el satisfactorio resultado final. Utilizando diversos ritmos del folclore argentino y latinoamericano, la cantante va desgranando los diversos temas que, como se dijo, presentan a la mujer como centro temático. Así tres poemas de Alfonsina Storni (Dolor, Frase y Mi queja) son expuesto en titmos de zamba, carnavalito y una insólita baguuala-reggae, mientras que dos obras de la chilena Gabriel Mistral, La gracia y Riqueza están presentados dentro de formas musicales chilenas. Tambien está presente la dupla Piazzolla Ferrer en una de sus obras menos conocidas, el sentido No quiero otro. Y dos de los mejores momentos del disco se encuentran en las obras de autoría total de Cangiano, el candombe que da título al disco y el expresivo Mi voz. Un atractivo disco de una cantante y compositora de muy buenas aptitudes. Jorge García.
ESTE DISCO SERÁA PRESENTADO EL 9 DE MAYO A LAS 21 HS. EN EL ESPACIO DE DEBATE Y CULTURA LA CASA, RODOLFO COLLET 766- CLAYPOLE.
DANIEL MAZA. Vo!! PAI 2303
Notable bajista eléctrico, compositor, arreglador y cantante, el uruguayo Daniel Maza ha desarrollado una carrera ya bastante dilatada en la que se ha ocupado de difundir los ritmos rioplatenses, convenientemente fusionados con elementos jazzísticos y del rock. En este disco está acompañado por Agustín “Chungo”Roy en piano y teclados, Gabriel Juncos en flauta, Fabián Miosownik en batería y Beto Merino en percusión, más la presencia de un par de invitados y desarrolla un repertorio con temas de su autoría, un par de títulos de Roy, y varias obras de compositores consagrados. Maza es un instrumentista muy dotado, con una precisa y vertiginosa digitación, aunque raramente apela al virtuosismo gratuito. Si bien el ritmo predominante es el candombe, del que hay varios exponentes, como Al final chorizo y Un tema para Ian, también los aires brasileños están presentes en Bossa loca y She Is Monty, dedicado al gran músico de ese país. La vertiente vocal de Maza se hace presente en dos boleros -su voz es adecuada para ese ritmo- (No importa la razón y Juliana) y también aparece el siempre bienvenido armoniquista Franco Luciani en La despedida y el guitarrista Guillermo Bressy en Casi una nota sola. Un disco que continúa con su habitual energía la saga musical de Daniel Maza y seguramente será ampliamente disfrutado por sus numerosos seguidores. Jorge García.
ESTE DISCO SERÁ PRESENTADO TODOS LOS JUEVES DE MAYO A LAS 21 HS.EN EL TEATRO DEL VIEJO MERCADO, LAVALLE 3177.
QUINTETO DE VIENTOS. Música argentina. Edición independiente.
Este quinteto del Conservatorio Gilardo Gilardi de La Plata se fundó en 2004 y desde entonces se ha dedicado a la difusión de obras para esa formación. Integrado por Hugo Regis en flauta, Gustavo Morabito en oboe, Rubén Molinari en clarinete, Salvador Guido en corno y Santiago Bianchi en fagot, en 2010 incorporó al guitarrista Pablo Loudet quien se encargó de los arreglos de diversos temas de música de nuestro país de diversos géneros. Esta es la formación que desarrolla la mayoría de los títulos, un amplio y ecléctico repertorio que incluye clásicos de la música ciudadana y nuestro folclore, un tema de Fito Páez, y un par de obras académicas de Guastavino y Ginastera, aunque también hay arreglos para distintos tríos y dúos en los que Loudet se muestra muy competente. Si bien los diversos grupos interactúan sus instrumentos con gran precisión hay una tendencia en el disco a que en cada uno de los temas se distinga un viento distinto. Mis preferencias apuntan hacia las versiones para el sexteto de Gallo ciego, la bella Zamba de Lozano y La muerte del ángel y la interpretación en dúo de flauta y guitarra de El choclo y en trío para oboe, fagot y guitarra de la Canción del árbol del olvido, de Alberto Ginastera. Un interesante trabajo de una formación poco convencional. Jorge García.