OSCAR EDELSTEIN. El río. Patina
OSCAR EDELSTEIN. Mariposa eléctrica. Patina
OSCAR EDELSTEIN. Piano peludo flotante. Patina
OSCAR EDELSTEIN/RAUL BARBOZA. Dos improntus. Patina
Oscar Edelstein es una figura singular dentro de la música académica contemporánea de nuestro país. A diferencia de otros representantes de ese terreno, Edelstein incorpora elementos de otros géneros musicales, en particular del jazz. Yo recuerdo la impresión que me causó las dos primeras veces que vi en acción al Ensamble Musical del Sur, dirigido por él, primero en Café Vinilo y luego presentando en el Teatro Caras y Caretas el formidable espectáculo Huellas digitales en la arena en el que, sentado al piano con su infaltable gorrito, su figura recordaba la del gran Thelonious Monk. Artista polifacético, su música transita por diferentes formatos, que van desde el trabajo como solista hasta composiciones para gran orquesta y en varias de esas obras participa la prodigiosa cantante galesa Deborah Claire Procter (en este espacio se han comentado discos del Ensamble).
En esta ocasión he recibido ocho CDs suyos editados en Holanda, cuatro de los cuales serán brevemente reseñados (al menos esa es la intención) a continuación.
El río es un dúo con Deborah, integrado por dos breves piezas, la primera musicalizando un poema del gran poeta entrerriano Juan L. Ortiz, originalmente compuesto para la ópera de Edelstein Eterna flotación. Los monstruitos, grabado aquí en una nueva versión, una obra de tono lírico y contenido, a la que sigue El epílogo. Requiem al hombre desde una mariposa, dedicada al pianista y filósofo Harold Rubens, en la que Procter desarrolla, acompañada por el piano, una formidable vocalización libre que la coloca en el nivel de las mejores cantantes de free jazz (Jeanne lee, Lauren Newton).
Mariposa eléctrica es otra breve pieza, dividida en dos partes, En la primera el piano y la cantante desarrollan un dúo, en el que la voz actúa como un instrumento y en la segunda, Edelstein ofrece un intenso solo de piano que muestra su gran talento como instrumentista.
Piano peludo flotante es una obra de mayor aliento, diez piezas en la que Edelstein confirma su capacidad como pianista y compositor. Yemas relativamente breves, que pueden oscilar entre un tono intenso y otro casi impresionista, utilizando todas las posibilidades del piano (teclas, cuerdas y elementos percusivos) y la presencia, tal como se indicaba más arriba de acordes jazzísticos, en los que se pueden detectar los ecos de pianistas del género tan disímiles como Cecil Taylor y el hoy poco recordado Lennie Tristano. Una obra de un tono marcadamente hipnótico, en la que, en algunas de las piezas, vuelve a aparecer Deborah Claire Procter, ya sea cantando o mostrando su notable capacidad para la vocalización.
Dos improntus es un dúo, tan sorpresivo como inesperado, de Oscar Edelstein con el gran acordeonista Raúl Barboza. Barboza es uno de los más grandes intérpretes del instrumento y una voz señera de la música del litoral (aunque no desdeña, en algunas ocasiones, interpretar tangos). Referente indiscutido para todos los acordeonistas, ha creado un sonido distintivo en el que se destacan los agudos y las disonancias. Esas características se pueden apreciar en estas piezas, en la que los dos músicos consiguen una notable química con pasajes intensos, en los que el torrencial piano de Edelstein dialoga con las disonancias de Barboza y otros de un tono más introspectivo y, por momentos, casi minimalista, creando una lograda atmósfera contrastante. Un trabajo tan sorprendente como creativo, a cargo de dos grandes músicos. Jorge García.
SANTIAGO LEIBSON. Aparecerse. Edición independiente.
Joven pianista muy dotado, radicado en el exterior, presenta este trabajo integrado por obras propias, en el que se muestra también como un muy competente compositor y, según sus propias palabras, inspiradas en el disco Dusk, de Andrew Hill. El grupo está integrado por Lucas Goicoechea en saxo alto, Pablo Moser en saxo tenor, Emma Famin en clarinete bajo, más Juan Bayón en contrabajo y Andrés Elstein en batería y desarrolla un atractivo programa en el que también se pueden detectar influencias de la música académica contemporánea (Leibson menciona a Ligeti como un referente). Alejado de los clisés del hard bop y sin entrar tampoco en los terrenos de la improvisación libre, el pianista ofrece un trabajo de indudable modernidad, con creativos arreglos e intercalando pasajes de riffs, dúos y tríos, con destacables solos. Así, en Subtexto hay una lucida participación de Famin y un sustancial aporte de la batería y en el tema que da título al disco, tras una introducción del contrabajo, hay un brillante trabajo de Goicoechea y, hacia el final del tema, un poderoso crescendo. K propone un intenso solo de tenor y otro casi minimalista del piano, en tanto que en Quote hay una excelente interacción entre los vientos, mientras en el introspectivo Barro, se luce Leibson, con el contrabajo de Bayón detrás. El disco finaliza con We´re on the New, donde tras una introducción de clarón y piano, hay muy buenos solos deFamin y de Leibson, aquí en sintetizador. Un excelente disco que estará, sin duda, entre las mejores ediciones de jazz del año. Jorge García.
MARTIN PROSCIA/FEDERICO SOLOMIEWICZ.. Rizoma. Edición digital.
El sello Numeral continua con sus trabajos dedicados a la improvisación libre, en este caso presentando un dúo integrado por el saxofonista Martín Proscia y el contrabajista Federico Solomiewicz. Proscia es un destacado instrumentista con una formación académica, tal como lo demuestra su participación en el Ensamble Musical del Sur, pero que también incursiona en otros terrenos, como el excelente disco del trío Camalote. Aquí, en dúo con un muy interesante contrabajista, ofrece un programa encuadrado en el antes mencionado terreno de la improvisación libre y la ductilidad de Proscia le permite manejarse con igual solvencia con el saxo barítono, el alto y el soprano. Con el alto, el saxofonista ofrece los temas más “líricos” del disco, Doppel, en el que hay un muy buen trabajo del contrabajo con el arco y K 118, en tanto que con el soprano desarrolla un intenso solo en Hormigas. Pero es con el saxo barítono con el que Proscia ofrece sus propuestas más arriesgadas, explorando todas las posibilidades del instrumento. Así Picante es un breve tema muy libre y disonante, en tanto que en Bad Trip trabaja principalmente con los agudos del barítono, finalizando el disco con E pur si muove, posiblemente el tema más experimental del CD. Un excelente trabajo para oyentes dispuestos a escuchar sonidos infrecuentes. Jorge García.
IGNACIO MOZETIC. Costanera. Edición digital.
Afortunadamente, y de manera permanente, aparecen jóvenes músicos que enriquecen el ya fértil terreno del jazz nacional. En este caso es el grupo del baterista Ignacio Mozetic, que completan Reimon Lesbeguiers Pinillos en trompeta, Gonzalo Pérez en trombón, Augusto Noel en saxo tenor, Alejandro Rosero en piano y Leonardo Valle Figueroa en contrabajo más la presencia de Juan Klappenbach en saxo alto, como invitado en un par de temas. Dentro de un programa que -si bien es esencialmente jazzístico- reconoce algunas otras influencias, lo primero que hay que destacar es, por una parte, que Mozetic, es un muy interesante compositor y, por otra señalar, la energía que trasmite el grupo en todos los temas y la capacidad para la improvisación que muestra cada uno de los músicos Hay así obras intensas, como el que da título al disco y Yulele, un tema del uruguayo Eduardo Mateo, alguna pieza en medio tiempo, tal el caso de Capsaoina, una especie de blues, Terrazas y una lírica e introspectiva balada, Dormir la siesta. Pero también hay un movido boogaloo, Pin Pun y en el que tal vez es el mejor momento del disco, el Gospel para Chiche en el que, tras una introducción del piano, hay destacadas intervencio0nes de todos los músicos. Un atractivo primer trabajo de esta joven formación. Jorge García.
DUO PALO BLANCO. Cuchi inédito y recóndito.
Decir que Gustavo “Cuchi” Leguizamón es una de los nombres esenciales de nuestra música popular suena casi redundante. Notable pianista, eximio compositor, su figura es una referencia inevitable para todos los interesados en el folclore nacional. Además, muy pocos músicos han sido homenajeados por otros intérpretes como el Cuchi y gran cantidad de sus obras se han convertido en auténticos clásicos de nuestra música popular.
El dúo Palo Blanco, integrado por Laura Princic y Guadalupe González Táboas, es probable que no sea conocido en la dimensión que se merece. Con dos discos anteriores, lanzados en 2001 y 2004, luego de muchos años de inactividad discográfica, a partir de una investigación de Roberto Almeida, guitarrista del dúo, emprendieron un minucioso trabajo de cinco años, recuperando numerosas obras del Cuchi. Así nació este disco doble, uno integrado por obras absolutamente inéditas y otro por piezas muy poco conocidas, que no hacen sino ratificar el talento del músico. Para llevar adelante este trabajo, las cantantes contaron con la participación de numerosos músicos y algunas cantantes que enriquecieron el CD. El dúo se caracteriza por la calidad de sus armonizaciones (por momentos recuerdan al legendario Dúo Salteño) y la creatividad de los arreglos de cada obra, a cargo de diferentes músicos, en un trabajo que será, sin duda, uno de los grandes acontecimientos discográficos del año.
El disco Inédito está compuesto por diez temas que, salvo dos, tienen letra y música del Cuchi, algunos a la altura de sus creaciones más conocidas y famosas. El disco comienza con el Carnavalito del tabaco, que cuenta con la participación de Paula Suárez en piano y el canto bagualero de Nadia Szachniuk y continúa con la lírica Zamba del espejo, en la que se destaca Federico Rey en piano y se puede escuchar un recitado del Cuchi. En las melancólicas Coplas para el caballo que muere, aparecen el recitado de Emma Palermo (esposa del Cuchi) y la intervención en piano de Mariano Agustoni y, dentro del mismo tono, en la Serenata desolada se luce la voz de Nadia Larcher. Otros de los muy buenos momentos del disco son el Estilo de la mala memoria, en el que participa Manu Navarro en guitarra, la Chacarera de la muerte, con versos de Manuel Castilla y en la que se luce Pablo Fraguela, en piano y la bella zamba Domador de huellas, con la bienvenida participación vocal de Chacho Echenique, ex integrante del Dúo Salteño.
En el disco Recóndito predominan las zambas y hay varias letras de otros compositores. Así en Amores de la vendimia, con versos de Castilla, otra vez se destaca Fraguela, en Panza verde, una rara colaboración del Cuchi con Jaime Dávalos, los que se lucen son Seva Castro en guitarra y Santiago Arias en bandoneón y en Borrachito de la noche, otra bella letra de Castilla, el invitado es Martín Neri en guitarrón. También se puede escuchar una movida chacarera, La ida y vuelta, en la que se destacan Marcos Cabezaz en marimba y Solana Biderman en cello, la melancólica Vidala del lloro.en la que participa nada menos que el gran cellista brasileño Jacques Morelenbaum y, dentro de un registro similar, la Canción del caballo sin jinete, otra gran letra de Manuel Castilla. Jorge García.
GABRIEL ALEJANDRO VIDELA. Une. Edición independiente.
Muy interesante trabajo de este cantante, guitarrista, percusionista y compositor, en el que se muestra como un afinado vocalista muy buen instrumentista y competente autor, desarrollando un repertorio integrado por ritmos folclóricos argentinos y sudamericanos, intercalando obras propias con otras de autores consagrados a las que interpreta en creativos arreglos. Sin una formación básica y con la presencia de numerosos músicos, Videla despliega un variado caleidoscopio de ritmos de nuestro continente. Entre las obras de su autoría cabe destacar la marinera peruana Duende cimarrón, que abre el disco, Las cucharitas, con un gran trabajo percusivo, la zamba Dos canciones y el bello temas Manos caladas, en el que se luce el pianista Claudio Méndez. Las obras de otros autores tienen tratamientos muy originales, tal el caso de la zamba Bajo el sauce solo, interpretada en un ritmo mucho más rápido Piedra y camino, de Yupanqui, tocada en un tiempo diferente al habitual y también son muy buenas las versiones de El cosechero, de Ramón Ayala y la zamba Como flor del campo, de Raúl Carnota. Un muy destacable disco de este joven artista. Jorge García.
NOELIA SINKUNAS. Salve. Edición digital-
Entre las figuras más relevantes aparecidas en los últimos tiempos dentro de la música popular, no se puede omitir el nombre de Noelia Sinkunas. Exquisita pianista (sus discos solistas han sido comentados en este espacio), talentosa compositora y notable arregladora, a través de diferentes proyectos aparece como una artista imprescindible en estos tiempos. En este trabajo, Noelia presenta una obra de las que es compositora de la letra y la música y responsable, junto con el contrabajista Cristian Basto, de los atractivos arreglos, trabajando sobre ritmos de nuestro litoral y contando con la colaboración de músicos y cantantes de gran nivel. A Berisso es un chamamé dedicado a su ciudad natal, donde participa en la voz Rocío Araujo y se destaca Milagros Caliba en bandoneón y Cada gota es otro chamamé, cantado por Luciana Jury y en el que vuelve a lucirse Caliba, tal como ocurre en Calmar mi pensar en la que la parte vocal está a cargo de Lidia Borda y Julieta Laso. Hay dos líricos temas en los que el aporte instrumental está a cargo de Sinkunas y el violinista Alex Musatov, Invierno, cantada por la formidable vocalista catamarqueña Nadia Larcher y la melancólica Ecos de luz, con las voces de Valen Bonetto y Tomás Llancañí Williams. Sin voz es un tema camarístico en el que se lucen Caro Rodríguez en violín y Violeta García en cello, con la voz de Yoli Campos y el disco finaliza con el tema que le da título, una especie de himno en el que vuelven a destacarse el violín y el cello y Micaela Vita en la voz. Un CD que confirma el talento de Noelia Sinkunas como pianista, compositora y arregladora. Jorge García.
AGUSTINA ELZEGBE. Casa. Edición digital.
En los últimos tiempos, dentro de la música popular, han proliferado los cantautores/as, no siempre con resultados recordables. No es el caso de la cantante, guitarrista y compositora Agustina Elzegbe, quien aquí, en su tercer disco, acompañada por Pablo Fazio en flauta, Sebastián Forero en bajo y Federico Ferraro en percusión aparece como una valiosa representante de aquella corriente. Con influencias de la música folclórica y rioplatense y también de la canción urbana y dueña de una voz agradable y afinada, la cantante da comienzo al disco con la zamba Diada sagrada y continúa con el aire de baguala Coplas de un adiós. En el huayno Eso no es amor hay un muy buen solo de flauta, en tanto que Mil locuras cuerdas presenta un cierto aire rockero. La luna en mi es un enjundioso candombe mientras que A Violeta es una melancólica canción en la que se luce la guitarra. La poética Zamba para Susana tiene letra de Alicia Sosa y en Canción bipolar la cantante hace un dúo con ella misma. El disco finaliza con Yo soy vos, vos sos yo, un lúdico tema que Elzegbe canta solo acompañada por su guitarra. Un atractivo trabajo de esta joven cantautora. Jorge García.
LA HOGUERA TANGO. Macumba. Edición digital.
Han surgido últimamente una gran cantidad de orquestas de tango, algunas intentando emular el sonido de grandes formaciones del pasado, otras buscando nuevos horizontes con un repertorio actual. A esta categoría pertenece La Hoguera, una orquesta qué en este, su segundo disco, ofrece un repertorio de temas instrumentales del pianista y director del conjunto Julián Corach y obras cantadas de letristas actuales. Entre los primeros se destacan Pompa y Setiembre, en los que se puede detectar cierto aire “puglieseano”, el intenso Purga y el más introspectivo tema que da título al disco. Alfredo “Tape” Rubin, muy buen cantante y notable compositor interpreta dos obras suyas, Bluses de Boedo y Calle, mientras que otro tema de su autoría, Reina noche, es cantado por Nicolas Abosky. Alejandro Guyot canta una de sus habituales temas de tono desolado, Falso abismo, mientras que la excelente Natali Di Vicenzo interpreta su tema Caos, Un muy buen trabajo de esta sólida orquesta, aquí con la participación de muy buenos cantantes. Jorge García.
NATALIA BAZAN. De barro y cielo. Edición independiente.
La Zona Oeste del Gran Buenos Aires es una constante surtidora de músicos de los más diversos géneros. Uno de sus exponentes es la cantante Natalia Bazán, con una dilatada trayectoria, a pesar de su juventud. Si bien en su repertorio se dan cita diversos ritmos, es el tango la fuente principal en la que abreva. Dueña de una voz intensa y expresiva, en este disco se presenta acompañada por un selecto grupo de músicos, desarrollando un repertorio, tal como se señaló esencialmente centrado en nuestra música ciudadana. Así el disco se inicia con Besos brujos, gran éxito de Libertad Lamarque, objeto de una excelente versión, acompañada en el piano por Leandro Marquesano y continúa con Haedo Sur, un tema de Bazán y Guillermo Fernández. En el bolero Vete de mí, la cantante se luce con Alejandro Aguilat en guitarra, mientras que Loca de Dios es un tema de Fito Páez en el que el acompañamiento está a cargo del pianista Agustín Guerrero. La vocalista ofrece grandes versiones de Cristal, junto al bandoneón de Nicolás Enrich El adiós, donde es Pablo Estigarribia el pianista que se destaca. En la poética interpretación del vals Sueño de juventud, Bazán está acompañada por Federico Mizrahi en piano y Bruno Cavallaro en violín y un tono lúdico se despliega en los dos últimos temas, expuestos en ritmo murguero y festivo, Después del carnaval, de Luis Longhi y el tango Carnaval de mi barrio. Un bienvenido trabajo de Natalia Bazán. Jorge García.
NATALIA BRIL. Hoy. Edición independiente.
Segundo disco de esta joven vocalista en el que, poniéndose a tono con la época, desarrolla un trabajo con perspectiva de género, ofreciendo un repertorio tanguero integrado por obras contemporáneas compuestas en su totalidad por mujeres, con la peculiaridad que presentan arreglos para bailar (la idea es que el disco se pueda escuchar y bailar en las milongas) de la siempre creativa pianista Noelia Sinkunas, también a cargo de la dirección musical. Hay en el disco títulos intensos, como Conspiración, de Elbi Olalla, Ambar, de Natalia Lagos y La turba, de Cintia Trigo, alguno de un tono más introspectivo, como Tardecitas de enero, de Ana Sofía Stamponi, un vals, El ritual, de Delfina Daverio, una vigorosa milonga, Noches de Colón, de Noelia Sinkunas y un tango con música de Elbi Olalla y la letra dark de Alejandro Guyot, Jardín del desierto. El disco se completa con una obra tradicional muy poco conocida, Canto de ausencia, con música de Maruja Pacheco Huergo y letra de Homero Manzi. Una novedosa propuesta de Natalia Bril. Jorge García.
DUO EL BALCON. Parece. Edición independiente.
Muy atrayente trabajo de este dúo integrado por la cantante Carla Cecche y el guitarrista Mariano Borro, a los que acompañan Ricardo Capria en contrabajo y Diego Gasker en batería y percusión., ofreciendo un repertorio que alterna obras de Botto, quien se muestra como un muy interesante compositor, con otras de autores consagrados. Cecche ofrece expresivas versiones de esos temas, en los que se detectan influencias de ritmos latinoamericanos. Dentro de un parejo nivel de calidad corresponde destacar entre las obras propias las versiones de Primavera, El viajero Max, Por las calles, Respirar y Como el viento. Pero también en temas de otros compositores brilla el dúo, como se puede apreciar en las interpretaciones de Construcción, de Chico Buarque, una de las obras máximas de la música del continente, la bella Cardo y ceniza, de Chabuca Granda, Luz amor, del Tata Cedrón y Aguila de trueno, una obra no demasiado conocida de Luis Alberto Spinetta. Un muy buen disco de un dúo que debería temer un mayor reconocimiento. Jorge García.
IGNACIO MOZETIC. Costanera. Edición digital.