Un año -otro más- en el que los estrenos siguen perdiendo peso como organizadores. Claro, hay estrenos que vemos casi todos: Jauja de Lisandro Alonso pero también Interestelar de Christopher Nolan, Jersey Boys de Clint Eastwood y también Dos disparos de Martín Rejtman. Películas que definen la forma de nuestro año de cine, o de nuestro cine del año, o que señalan ejes de discusión. Luego aparecen un montón de estrenos -casi siempre amontonados en esta última parte de la temporada- que en algún tiempo más sus títulos se nos van a confundir en una mezcla de pasados, locuras y primicias mortales. Y también están esos estrenos muy muy pequeños -mayormente locales- en pocas o en una sala, en pocos horarios. Y está el resto del cine, el que pasan en los festivales y el que está disponible en la red -incluso de formas legales- que multiplica la oferta y hace que se disperse “el foco crítico”. Acá estamos, en medio de estos cambios, con la consigna de escribir de aquello que nos convoque, nos genere interés, curiosidad o, en el mejor de los casos, nos apasione. Mientras tanto, pensamos cómo aplicar estos cambios evidentes en nuestro próximo número, el del balance. Javier Porta Fouz