Por Jaime Pena
Publicado el 18/05/16
Los Dardenne han hecho de su estilo una fórmula infalible. Tras sus devaneos con el star-system francés (Cécile de France, Marion Cotillard), los Dardenne vuelven con Le fille inconnu y con una actriz aparentemente menos conocida, aunque ya con dos Césars a sus espaldas, Adèle Haenel. La película deja también caer todo su peso sobre su personaje, Jenny Davin, una joven doctora que ve cómo un pequeño desliz (no haber atendido una llamada nocturna) puede guardar relación con el asesinato de una mujer desconocida, pues de mediar su auxilio esa muerte no se habría producido. Como en buena parte de las películas de los Dardenne, lo que se debate en La fille inconnue es un problema de conciencia, solo que ahora esa cuestión es el motor de una intriga con tintes policiales. De ahí que, quizás por primera vez en su carrera, los Dardenne se hayan acercado al cine de género, además en una vertiente hoy muy de moda, la novela criminal que tiene como víctimas principales a las mujeres (no costaría imaginarse una serie protagonizada por la doctora Davin). Aunque el final plantea en realidad una transferencia de la culpa, en La fille inconnue hay un tono más liviano que en anteriores películas de los Dardenne, en parte derivado de la falta de un verdadero antagonista o de que la propia investigación de Jenny tiene algo de gratuito; también porque el registro social queda muy en segundo plano. En cualquier caso, el único problema de La fille inconnue es su falta de novedades y no tengo muy claro si esto es un problema o una virtud. Pero me gustaría que los Dardenne se atreviesen a dar el salto, por ejemplo, al policial: hay muchas novelas que podrían beneficiarse de su estilo.