Vi Terapia en Broadway (es decir She’s Funny that Way) de Peter Bogdanovich. Me pareció una maravilla. La película ya venía circulando desde hacía un año, desde Venecia 2014. Chequeo las críticas, bah, el promedio crítico. 45 sobre 100 en Metacritic. No salgo de mi asombro. Interestelar de Christopher Nolan tiene 74 sobre 100. Y 12 años de esclavitud de Steve McQueen tiene 97 sobre 100 (si fuera sobre 500 podría ser, pero no). Mando un wasap al grupo de El Amante que decía algo así como “che, la de Bogdanovich es extraordinaria, ¿la vieron?”. Para mi satisfacción, a la redacción le gusta la película tanto como a mí. Y a cada persona a la que le recomiendo la película le gusta, y mucho.

Una comedia brillante de Bogdanovich es maltratada por la crítica estadounidense -en promedio, claro- y aquí la defendemos desde la tapa. Sólo una película como esta, el gran regreso al cine de ficción de Bogdanovich, impidió que estuviera en tapa otra comedia, la más perturbadora Mi amiga del parque de Ana Katz. U otra comedia, más dramática y más rockera, como Ricki & The Flash de Jonathan Demme. Y nos quedó pendiente la crítica de otra comedia maravillosa y animada como Shaun the Sheep de Aardman. Pero compensamos esa ausencia con otras notas, entre ellas una entrañable como la de David Obarrio sobre Melody. Porque escribimos sobre lo que nos gusta y sobre lo que no nos gusta pero también, y sobre todo y cada vez más, sobre lo que nos gusta escribir. Javier Porta Fouz