A Fuller life (Estados Unidos/2013, 80’).
Dirección: Samantha Fuller
Una vida de película
Si acercarse a la vida y a la obra de Samuel Fuller es un desafío para cualquiera, los peligros se agigantan si el intento es realizado por su propia hija. Una figura tan rica, heterodoxa y singular genera el contradictorio escenario en el que casi cualquier documental tendrá al menos el interés lineal de la figura retratada pero también podría suceder que tal halo opaque cualquier búsqueda formal o narrativa. Si bien A Fuller life está más cerca del primer escenario que del segundo, la película dirigida por Samantha Fuller parte de una idea sencilla pero no por ello menos potente: que una docena de amigos y admiradores del gran director lean fragmentos de su autobiografía a cámara. Así pasan de Joe Dante y William Friedkin a Jennifer Beals y James Franco leyendo o interpretando las líneas que recorren una vida plagada de desafíos, aventuras y situaciones extremas. De los comienzos como canillita, a su trabajo como periodista y su participación en la Gran Guerra, hasta llegar al mundo del cine, las lecturas impactan más por el contenido que por la fuerza o sentimiento que puedan añadir los lectores. El artificio sólo suma el goce cinéfilo de re-encontrarse con las figuras elegidas y quererlas, o quererlas un poco más, por el transitivo amor al gran Sam. Volver a disfrutar algunos fragmentos de sus películas no es poco, aun cuando la relación vida real-ficción pueda resultar en algunos momentos algo lineal y subrayada. Así, lo que justifica en mayor medida la visión de este documental tiene que ver con la inclusión de fragmentos de filmaciones en 16mm encontradas en el estudio de Fuller (en el cual, justamente, sus amigos realizan sus lecturas), que incluyen imágenes de la segunda guerra mundial que dan fiel cuenta de su irreverencia e incorrección explosivas.
Fernando E. Juan Lima