Close-Up
Nema-ye Nazdik
Irán, 1990, 100′
Dirección: Abbas Kiarostami
Desde F de Falso (Orson Welles, 1973) que una película no llevaba tan al extremo eso de rizar el rizo de las relaciones entre ficción y documental y fundirlas por completo. Un cinéfilo sin un mango encima, empedernido, improvisa una farsa frente a una cholula, cuya familia se pliega. El asunto se convierte en una bola de nieve imparable. En algún momento la verdad aparece y el hombre va en cana.
Con esa premisa Kiarostami arma (como en buena parte de su mejor cine) un tratado barroco sobre las reflexiones (en su doble acepción: como reflejo y como pensamiento), las imágenes y la simulación en el cine. Es que Close up está hecha de reversibilidades: tras haber indagado el caso real nuestro director decide convocar a todos los partícipes del hecho para llevar a cabo el reenactment más delirante que puedan pensar. El juego que les hace jugar consiste en actuar lo que fueron y representar lo que son (¡Hola, Coutinho!) hasta que nos embriaguemos de ternura.Si Sabzian no les roba el corazón, están muertos. Federico Karstulovich