El rincón del viejo canalla

JUAN FALÚ. Zonko querido. Registros de cultura 726117.

A punto de festejar sus bodas de oro con la música, Juan Falú inicia una serie de tres discos dobles para festejar el evento. Eximio guitarrista, este sobrino del gran Eduardo Falú, también ha desarrollado una importante obra como compositor y este CD es una buena muestra de ello. Intérprete de una gran sensibilidad, siempre alejado del virtuosismo gratuito y preocupado por captar la esencia profunda de cada tema, esta placa lo muestra en gran cantidad de las piezas también en su condición de cantante, un terreno en el que su gran feeling compensa cierta monotonía en el registro. Cuenta también el disco con numerosos invitados, entre los que destaca la flautista Bárbara Streger, quien interpreta a dúo con el guitarrista varios temas instrumentales. Y hay que señalar también que una de las piezas más bellas compuestas por Juan, la Zamba del arribeño, con letra de Néstor Soria, cuenta con tres versiones diferentes, una cantada por el propio guitarrista, otra en la voz de Juan Quintero y una tercera instrumental en dúo con Streger. Son muchas las obras de este doble CD (nada menos que 37), por lo que será la sensibilidad de cada oyente la que determinará sus preferencias. En mi caso me quedo, entre las obras cantadas, con la urgente interpretación de Confesiones del viento, con letra de Roberto Yacomuzzi, la chacarera que da título al disco, con versos del gran Pepe Núñez, la mencionada versión de la Zamba del arribeño, el aire de vals peruano Donata Suárez y la lírica interpretación de Cantorcita. De las obras instrumentales, mis votos van para los solos de guitarra de A Paulino, el poético Rebalsado, la chacarera La insistente y el Choro para Tiao y de los dúos con la flautista destaco la Huella de la siembra, la Vidala del que no está y la versión sin canto de la Zamba del arribeño. Y en una buena muestra de sus dotes como compositor, Falú desarrolla en el tramo final del disco la suite de Cinco piezas para guitarra y quinteto de cuerdas, sobre diversos ritmos de nuestro folclore. Un muy buen CD doble de Juan Falú en el que resaltan sus aptitudes autorales y que hace aguardar con impaciencia los prometidos próximos trabajos. Jorge García.

JUAN FALÚ CELEBRARA SUS 50 AÑOS CON EL FOLCLORE JUNTO A NUMEROSOS INVITADOS EL SÁBADO 21 DE DICIEMBRE A LAS 21 HS, EN EL TEATRO ND ATENEO, PARAGUAY 918.

JULIA ZENKO. Mi libertad. Alfiz 9642.

A tres décadas de la grabación de su primer trabajo y también para festejar los 30 años de democracia, Julia Zenko edita este trabajo en el que recorre, según sus propias palabras, muchas de las canciones que la signaron en su juventud. Cantante dotada de una excelente voz y perfecta afinación, es probable que el eclecticismo que marcó gran parte de su carrera –con la elección en varios pasajes de la misma de un repertorio bastante discutible- haya atentado para que no goce de un reconocimiento acorde con sus condiciones vocales. Con los arreglos del tecladista Luis Gurevich -muy satisfactorios en las piezas de una instrumentación reducida, menos convincentes cuando le da lugar a las cuerdas- y la presencia básica de Pablo Giménez en bajo y Facundo Guevara en percusión, más la presencia de varios invitados, Zenko ofrece un repertorio integrado por varios clásicos de nuestro folclore (y alguno del latinoamericano) más un par de estrenos. Dentro del ecléctico programa se pueden destacar la sentida versión de la Zamba para no morir, de Hamlet Lima Quintana, solo acompañada por el piano de Gurevich, , la milonga Los hermanos, de Yupanqui, con Gurevich y la excelente cellista Paula Pomeraniec, la bella El cosechero, de Ramón Ayala, donde se destaca el acordeón de Néstor Acuña, el hoy poco escuchado Soy pan, soy paz, soy más, de Piero y El Juan, un tema nuevo de Teresa Parodi, en el que también solo la acompaña Gurevich. En cambio las versiones de Me gustan los estudiantes y Cinco siglos igual no están favorecidas, en mi opinión, por la inclusión de las cuerdas. Un disco que –más allá de los reparos- ratifica las condiciones vocales de Julia Zenko. Jorge García.

ARIEL ARDIT. Yo lo canto hoy. Alfiz 6752.

Son muchos los cantantes de tango que han surgido en los últimos tiempos pero tal vez el único que ha logrado instalarse dentro de un espectro amplio de público es Ariel Ardit. Poseedor de una afinada voz de tenor y una perfecta dicción, cuidadoso en la elección de su repertorio que incluye grandes clásicos y temas poco transitados, mechados con obras de autores actuales, Ardit ha desarrollado una carrera en constante crecimiento que hoy lo encuentra en su apogeo. Acompañado de una orquesta bajo la dirección del pianista Andrés Linetzky, también responsable de los ajustados arreglos, en la que destacan el violín de Ramiro Gallo  y el bandoneón de Ramiro Boero, Ardit ofrece un programa dentro de las características antes señaladas que permite apreciar su gran ductilidad. Dentro del amplio y variado programa (19 obras) puedo señalar entre mis preferencias la versión del bellísimo Tú, de Dames y Contursi, las enjundiosas interpretaciones de Rosa de tango y No aflojés, el dúo con su madre Adriana Oviedo del antiguo vals Tu olvido, la sentida milonga Distancia, de Alberto Cortés y, entre los nuevos temas, el tango canción Es la vida, de Luciano Tobaldi. Pero para mi gusto el pico más alto del disco es la versión de la hermosa canción Noches provincianas, de Piana y Manzi, en la que el cantante, solo acompañado por el piano de Linetzky, consigue un momento de alto vuelo poético. Un muy buen CD para agregar a su discografía y que ratifica a Ariel Ardit como una de las mejores voces actuales del tango. Jorge García.

MICHELINI GRUPO & GEORGE GARZONE. Kom. Pai 3207.

Saxofonista, clarinetista y flautista de dilatada trayectoria, Carlos Michelini presenta aquí su primer disco grabado en el país. Instrumentista muy bien dotado, dueño de un fraseo muy preciso y con excelentes ideas para la improvisación aquí está acompañado por un selecto grupo que integran Hernán Jacinto en teclados, Mariano Sívori en contrabajo y Pipi Piazzolla en batería, más la presencia como invitado en algunos temas del gran saxo tenor norteamericano George Garzone, desarrollando un repertorio mayoritariamente integrado por obras suyas en el que se fusionan adecuadamente los elementos del jazz con los ritmos folclóricos. Esto se puede apreciar en el tema inicial, Chacarea Below Zero, en el que hay muy buenos solos de los dos saxos (en el disco, el multi instrumentista Michelini solo toca saxo alto) y un gran trabajo de base de Pipi Piazzolla, en la bella zamba Si llega a ser tucumana, con gran participación de Jacinto o en Viento patagónico, una suerte de suite que propone varios cambios de ritmo con destacados solos de Michelini, Jacinto y Garzone. Los temas más estrictamente jazzísticos son el intenso Green Flames, donde vuelve a sobresalir la batería de Pipi y las dos versiones de Toma el subte A, en las que hay excelentes solos de los saxos mientras que los pasajes más introspectivos hay que buscarlos en Octavio y la versión de Cinco siglos igual, de León Gieco. Un muy buen disco de Carlos Michelini en el que solo se extraña algún momento de” batalla” entre los dos saxofonistas. Jorge García.

GABRIELA ARENAS. Día mágico y misterioso. Edición independiente.

Al tener entre manos un disco íntegramente dedicado a interpretar canciones de Los Beatles lo primero que uno se pregunta es acerca de la necesidad de semejante emprendimiento. Pues bien, al escuchar este CD de la cantante Graciela Arenas se puede apreciar que siempre hay lugar para intentar arreglos frescos y creativos para temas intensamente transitados. Arenas, además, toca el piano y se encarga  de los mencionados arreglos y está acompañada aquí  por Carlos Caiati en clarinete y saxo, Adrían Segers en banjo y guitarra y Luis Uraga en armónica. El programa está integrado por 16 clásicos inoxidables del cuarteto de Liverpool, en los que Arenas propone diversos acompañamientos a su voz en versiones que, en ocasiones, aparecen bastante fieles a los originales y en otras muestran una impronta claramente jazzística, culminando con una versión de Yesterdays en la que la cantante aparece solo acompañada por el pianista Manuel Fraga. Como una muestra de su versatilidad, Arenas ofrece  dos bonus, uno el bailecito Si Buenos Aires no fuera así, de Eladia Blázquez y otro la zamba Mujer y amiga, interpretada en castellano e inglés. Jorge García.

GRACIELA ARENAS PRESENTARA ESTE DISCO EL 30 DE DICIEMBRE A LAS 21 HS. EN CLASICA Y MODERNA, CALLAO 892.

 

JIM HALL (1930-2013)

Hasta la década del 50 la guitarra en el jazz reconocía dos figuras consulares: la del gitano Django Reinhardt  y  Charlie Christian. Fue en aquella década que surgieron algunos nombres que le dieron contenido a la guitarra eléctrica en el jazz. Una de esas figuras fue James Stanley “Jim” Hall. Nacido en Buffalo en una familia de músicos desde niño se interesó en la el instrumento, mostrando ya entonces grandes condiciones. Luego de actuar con  algunas orquestas de baile, perfeccionó sus estudios y en 1955 ingresó en el quinteto de Chico Hamilton (ver nota). A fines de los años 50 participó en dos proyectos muy renovadores, el del trío del saxofonista y clarinetista Jimmy Giuffre y el notable y hoy poco recordado trío que integrara con el mismo Giuffre y el trombonista Bob Brookmeyer que proponía la notable audacia para la época de no contar con bajo ni batería, sin que perdiera por ello un ápice de swing. En los años 60, además de actuar con grupos de primer nivel como los de Sonny Rolins y el trompetista Art Farmer, amplió mucho su radio de acción con numerosas giras y conciertos y en una de ellas, en 1962,  estuvo en Buenos Aires acompañando a la gran Ella Fitzgerald. Instrumentista de una notable técnica y de un sonido muy personal tanto en los tiempos rápidos como en los lentos, los mejores discos para apreciar sus grandes virtudes son los dúos que grabara con el pianista Bill Evans y el contrabajista Ron Carter. Jorge García.

CHICO HAMILTON (1921-2013)

Posiblemente un músico subvalorado en la historia del jazz, Foreststorn “Chico” Hamilton fue, sin embargo, en particular en los años 50 un baterista muy original y creativo. Nacido en Los Angeles en 1921, empezó tocando el clarinete pero durante el servicio militar comenzó a estudiar batería con Jo Jones, quien finalmente será su mayor influencia. A fines de la década de los 40 y comienzos de la del 50 integró las orquestas de Count Basie y Charlie Barnet y fue acompañante durante varios años de la cantante Lena Horne. En 1952 participó del original cuarteto sin piano de Chet Baker y Gerry Mulligan, pero su gran salto de calidad se produjo cuando formó un quinteto muy atípico, que incluía violoncello (el gran Fred Katz), una formación con un sonido muy  personal, caracterizada por la creación de refinados climas que la acercaban a las formaciones de cámara en la que se destacaba su notable trabajo como percusionista, principalmente con el uso de las escobillas. En los 60, con el saxofonista Charles Lloyd y el guitarrista Gabor Szabó, condujo una formación de un sonido muy diferente y también debutó como cantante. Asimismo compuso la banda de sonidos de varias películas, la más importante la excelente que realizara para Repulsión, de Roman Polanski. Posteriormente condujo diversas formaciones y hasta incursionó ocasionalmente en el jazz rock, pero el grupo que le otorga un lugar importante en la historia del jazz es el mencionado quinteto que condujera en los años 50. Jorge García.

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