Recomendaciones del Viejo Canalla

FERNANDO CABRERA EN VIVO EN CAFÉ VINILO.

La música popular uruguaya siempre mostró un sesgo personal dentro del Río de la Plata que la diferenció claramente de la argentina. Con numerosas variantes que incluyen a cantantes y grupos con un claro signo político, tal el caso de Daniel Viglietti, el dúo Los Olimareños o Héctor Numa Moraes, otras que, sin abandonar esa vertiente,  reflejan distintos aspectos de la vida cotidiana y personajes memorables, con el enorme Alfredo Zitarrosa como figuran seminal o aquellas que sintetizan elementos de neto cuño popular como la murga y la raíz negra que propone el candombe junto a concepciones más modernas derivadas del pop y el jazz con los hermanos Fattoruso y Jaime Roos como abanderados. Pero también existe lo que podría llamarse trova oriental, con cantantes que desarrollan su obra dentro de un sesgo más intimista y personal. Muchos son los exponentes de esta línea, tanto femeninos como masculinos, pero si hay un nombre que la representa en las últimas tres décadas este es el de Fernando Cabrera. Con una trayectoria que se inicia 1977 formando parte de diversos conjuntos, su carrera como solista comienza en 1984 y a partir de ese momento se desarrolla con la realización de una veintena de discos, sin contar sus participaciones como acompañante de los más diversos intérpretes. Cabrera es un autor de una notable inventiva y en sus letras hay cabida para el humor, la ironía, con pasajes que recuerdan el estilo de Leo Masliah y momentos de una profunda melancolía, sin dejar de lado referencias concretas a la realidad cotidiana de su país. Podría señalarse que su garganta no es un dechado de perfección vocal y también que su labor como guitarrista por momentos no excede el mero acompañamiento; sin embargo, el cantautor se las ingenia para ofrecer un discurso personal con el que logra establecer una cálida comunicación con el auditorio, características que se pudieron apreciar cabalmente en su presentación en Café Vinilo. No todas las letras proponen similar profundidad (algunas son meramente lúdicas y aparecen como una suerte de divertimento), y hay momentos  en los que se roza  un tono algo monocorde, pero el balance final  muestra a un intérprete con momentos de auténtica inspiración poética. En cualquier caso, otra muestra del eclecticismo musical que –sin dejar de lado nunca la calidad- propone  permanentemente Café Vinilo en su programación. Jorge García.

 

 

 

LUNA MONTI Y JUAN QUINTERO. 10 años. En vivo en Café Vinilo. Café Vinilo 512. (CD + DVD)

El de Luna Monti y Juan Quintero es uno de esos casos que se da muy de vez en cuando. Presentados por Raúl Carnota, de quien Luna era ahijada musical, la química entre ellos fue inmediata y no solo se constituyeron como dúo musical sino también como pareja. Ambos provienen de familias de músicos y mucho de la mejor tradición folclórica fue parte de su formación, a lo que hay que sumar su constante búsqueda de elementos renovadores (no casualmente Quintero integra el trío Aca Seca desde 1999). Si Luna Monti, como ya lo demostrara en su trabajo como solista Dentro…el silencio (2000) es una intérprete muy dotada, con una enorme flexibilidad vocal que le permite pasar del susurro intimista al  grito potente y revelador, Juan Quintero, aparte de ser un gran guitarrista, con un perfecto dominio de su instrumento, también demuestra, particularmente en los registros más contenidos e introspectivos, un estilo muy personal. Con ya varios discos en su haber, el dúo acaba de cumplir sus primeros diez años y lo festejan con la edición de esta placa, una suerte de compendio de toda su obra, a la que se le suma un DVD con el mismo repertorio del disco en el  que, afortunadamente, elude los clisés en cuanto a la manera de registrar un concierto y ofrece el añadido de varios interesantes extras. No hay ninguna duda que a esta altura, el dúo ha logrado una notable madurez interpretativa y una perfecta amalgama de los elementos vocales e instrumentales y ello se puede apreciar en este excelente CD en el que los temas tradicionales se intercalan apropiadamente con temas modernos, compuestos en su mayoría por Quintero. Con la bienvenida presencia de varios invitados de fuste, dentro de un nivel de pareja excelencia cabe destacar las versiones, entre los temas tradicionales,  de los anónimos populares La vida mía y Verde romero, la notable recreación de El cosechero, de Ramón Ayala y la enjundiosa versión de la chacarera La olvidada, de los Hnos Díaz y Yupanqui. Hay también una lírica rendición de Lo que se queda, de Chacho Echenique y se pueden escuchar varios temas, como A pique, Mejor así y El angustiado, que muestran las gran inspiración de Juan Quintero como compositor. Un disco excelente,  que culmina con una juguetona versión de Canción de bañar la luna, de María Elena Walsh, ratificando, por si hiciera falta, las grandes cualidades de este dúo. Jorge García.

 

 

NICOLAS RAINONE. Grito pampeano en el patio de la luna. Acqua 331.

Dentro del cada vez más amplio terreno de la llamada proyección folclórica ha proliferado la inclusión de instrumentos eléctricos y, en este caso, Nicolas Rainone ha doblado la apuesta ya que ha prescindido de los tradicionales guitarra y bajo  pero ha incluido distintos tipos de sintetizadotes, groovebox y theremín. Esta disposición instrumental le otorga un sonido muy particular a una obra a la que se puede calificar como conceptual en su intento de narrar el despojo al que han sido sometidos los aborígenes de nuestras pampas. Con textos mayoritariamente de su autoría en los que no escasean los términos de origen indígena, Rainone construye una suerte de cantata, desarrollada a través de ritmos tipicos sureños, como lo son el malambo, la huella y el loncomeo. El resultado es una obra un tanto dispar, en la que aparecen muy buenos momentos, como el malambo Campaña del destierro o la Huella de ida y vuelta. La contraposición de los instrumentos eléctricos mencionados con otros más tradicionales como la guitarra acústica el contrabajo y el violín en varios pasajes se conjuga adecuadamente con la potencia de algunas de las letras en un disco que propone, tanto desde los textos, como de los arreglos musicales la búsqueda de caminos novedosos. Jorge García.

NICOLAS RAINONE PRESENTARA ESTE DISCO EL MARTES 24 DE ABRIL A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

 

NORA SARMORIA Y VICTORIA ZOTALIS. Colibrí. Edición independiente.

Como ya se ha señalado en esta sección al comentar algunos de sus discos, Nora Sarmoria es una auténtica referente dentro de la renovación de nuestra música folclórica. Ya sea como pianista o en el rol de compositora, al frente de pequeños conjuntos o dirigiendo la increíble Orquesta Sudamericana, su permanente búsqueda de nuevos caminos le otorgan un lugar privilegiado en el terreno de la música argentina y latinoamericana. En cuanto a Vicki Zotalis, se puede decir, sin temor a equivocarse, que es una de las vocalistas más creativas de nuestro medio, algo que pudo demostrar fehacientemente en el recordado Zo¨loka? Trío, en sus participaciones con el grupo El Diablo en la boca o en su último trabajo, con el guitarrista Pablo Márquez, en el que recrea distintos hits de la música pop. El caso es que, juntas, decidieron formar un dúo, el Hembrus Ludicum Musicae y grabar un disco. Es posible que quienes hayan seguido la obra anterior de estas dos artistas se sientan algo desconcertados frente a esta placa en la que interpretan obras, en su mayoría, de su autoría. Sin embargo, hay una innegable coherencia entre este esfuerzo y sus trabajos anteriores. Con Nora como pianista casi excluyente (Vicki toca el piano en un solo tema) y la participación vocal de las dos, la constante que recorre este CD es la libertad. Así desfilan diferentes ritmos (folclóricos, tangueros, bossa nova) en los que Sarmoria muestra sus virtudes como pianista, con letras  de ambas en los que el elemento lúdico e irónico es una constante. Un disco que muestra a Nora Sarmoria y Vicki Zotalis en su plenitud creativa, algo que se potencia en sus presentaciones en vivo. Jorge García

NORA SARMORIA Y VICKI ZOTALIS PRESENTARAN ESTE DISCO EL JUEVES 12 DE ABRIL A LAS 21 HS. EN NO AVESTRUZ, HUMBOLDT 1857.

 

 

 

LA HENDIJA. Cuarteto. Epsa 1371.

Dentro de la oferta de nuevos grupos folclóricos los hay de todos los niveles, pero son pocos los que alcanzan la categoría de una auténtica personalidad. Hay que apresurarse a señalar que La Hendija está dentro de ese selecto grupo. Conformado por cuatro jóvenes guitarristas, Sergio Zabala, también encargado de las partes vocales, Sebastián Luna, Mariano Lucensoli y Sebastián Henriquez, lo primero que llama la atención en la formación es la originalidad de los arreglos, con una perfecta interacción entre las distintas guitarras. Si a ello se le suma  que la voz de Zabala es muy personal y la participación de varios invitados de gran nivel, tal el caso de Pablo Fraguela en piano, Juanpi Di Leone en flauta, Pablo Giménez en bajo, Emiliano Alvarez en clarinete y Horacio Cacoliris en percusión los resultados tienen que ser necesariamente positivos. Desarrollando un repertorio en el que se alternan temas de Zabala con obras de otros autores, con una propuesta muy ecléctica inspirada en diversos ritmos folclóricos pero también pasando por la milonga, el tango, el candombe y el vals peruano, el grupo se muestra como una de las agrupaciones más interesantes surgidas en los últimos tiempos. Dentro del  variado programa cabe destacar la excelente versión de Palabras para Julia, de Juan Goytisolo y Paco Ibáñez, la bella El hombre que mira el mar, de Carlos Aguirre, Cuando todo termine, con hermosa letra de Oscar Valles, la Chayita debussiana, con letra y música de Zabala, la versión instrumental del tango Melancólico, de Julián Plaza y una atractiva recreación de Las tonadas, un clásico de la música cuyana de Dardo Félix Palorma. Estos serían mis highlights en un disco de muy parejo nivel de una formación muy atrayente a la que habrá que seguir en el futuro con la mayor atención. Jorge García.

LA HENDIJA PRESENTARA ESTE DISCO EL DOMINGO 8 DE ABRIL  A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

 

 

 

CARLOS AGUIRRE. Orillania. Shagrada Medra 040.

Así como hay intérpretes talentosos que, alejados de las propuestas comerciales, han logrado trascender a un conocimiento más o menos masivo, hay otros que se han transformado en una suerte de músicos “de culto” que cuentan con una inmensa minoría de seguidores. A este último grupo pertenece el gran pianista (también intérprete de acordeón), vocalista y compositor Carlos Aguirre. Con una carrera ya bastante dilatada que reconoció sus primeros frutos en el exterior, y varios discos en su haber editados por sellos independientes, Aguirre se ha convertido en un referente indispensable para muchos músicos que están haciendo sus primeras armas en el terreno de la música popular. Desarrollando su obra dentro de los terrenos de la proyección folclórica, su talento se puede apreciar en sus discos como solista y también en sus trabajos al frente de diferentes formaciones. En este reciente CD, Aguirre le otorga a la música una impronta más latinoamericana que la de sus anteriores trabajos. Con la participación de algunos invitados de lujo como el tecladista uruguayo Hugo Fattoruso, la vocalista chilena Francisca Ancarola, el gran guitarrista Quique Sinesi y el rosarino Jorge Fandermole , el pianista ofrece un repertorio integrado en su mayoría por obras suyas, pero también con un par de clásicos del repertorio latinoamericano como Casamiento de negros, con música de Violeta Parra y Pueblos tristes del venezolano Otilio Galíndez. Dentro de sus obras se puede destacar en esta extensa placa (dura más de una hora y cuarto) el bonito vals El hombre que mira al mar, El diminuto Juan, dedicado al gran poeta litoraleño Juan L. Ortiz, con letra de Fandermole, Con los primeros pájaros de la mañana, cantada por Mónica Dalmaso, Puerto, con excelente participación de Fattoruso y El hechizo de tu nombre, con letra de Livia Vives, que da lugar al lucimiento vocal de Francesca Ancarola. Otro muy buen disco de Carlos Aguirre que lo ratifica, por si hacía falta, como uno de los mayores exponentes de la renovación dentro de la música folclórica argentina y latinoamericana. Jorge García.

LA SINIESTRA. Puente. PAI 3185.

Dentro de la abundante oferta de nuevas formaciones tangueras, La Siniestra es uno de los grupos más veteranos. Formado en el año 2003, este quinteto –como muchas de las agrupaciones de esas características- desarrolla un repertorio en el que se intercalan los temas propios con algunos clásicos de nuestra música ciudadana. Integrado por Victoria Polti en flauta traversda, Alejandro Bordas en guitarra, Paula Lifschitz en bandoneón, Nicolás Di Lorenzo en piano y Pablo Chaile en contrabajo, en este caso se suma al vocalista Hernán Genovese A partir de la inclusión de la flauta en lugar del habitual violín, el quinteto ha conseguido un sonido particular, algo que se puede apreciar en este disco. Si se tuviera que señalar las fuentes musicales del conjunto, estas habría que buscarlas en la figura enorme de Osvaldo Pugliese por un lado  y el sonido áspero y rústico de la Orquesta Fernández Fierro por el otro. Esto se puede apreciar principalmente en los temas instrumentales entre los que se destacan el  muy buen arreglo de El andariego, de Alfredo Gobbi, y los temas de los integrantes del grupo Barrial, Octubre, Tango siniestro y el potente Zuncho, con el que culmina el disco. Son conocidas las virtudes de Hernán Genovese como vocalista, menos apegado en este caso al “estilo Rivero” que en otras ocasiones, y su participación es destacada en La última curda, Nostalgias  y Regin, un bonito tema de Alfredo “Tape”Rubin. Un disco interesante que se agrega a la profusa discografía de los grupos que transitan los caminos de la renovación tanguera. Jorge García.

 

 

 

MARIA ESTELA MONTI. Tango de dos siglos. Epsa 1412.

Dentro de la buena cantidad de cantantes femeninas de tango existentes en la actualidad, María Estela Monti es una figura destacada. Dueña de una voz cálida y afinada es, además, la única en su género que ha sido nominada tres veces para ganar el premio Grammy. En este CD doble, su quinto registro, Monti se propuso, en una de las placas, homenajear a varios de los grandes compositores del siglo XX y en la otra dar a conocer a nuevos autores que representan la visión tanguera de esta época. Estoy convencido que si hay una falencia dentro del tango actual, es la ausencia de letristas de calidad, que puedan compararse con los grandes poetas clásicos del género. Sin embargo, hay que decir decir, que la selección de temas contemporáneos elegidos por la cantante tiene muy buen nivel y abre interesantes expectativas en ese terreno. Uno de los grandes aciertos del disco es haber elegido como arreglador al pianista  Nicolás Guershberg, uno de los músicos más talentosos de la escena nacional. En el disco de temas clásicos, Guershberg es el único acompañante de la vocalista y sus arreglos delicados y sutiles son un perfecto complemento a las interpretaciones de la cantante, consiguiendo un permanente tono intimista, con el pianista resaltando la belleza de las distintas melodías de compositores de la talla de Charlo, Gardel, Troilo y Cobián, en adecuada amalgama con la intensa expresividad de Monti. En esta placa desfilan dos bellas letras de Homero Manzi, con música de Hugo Gutiérrez, Fruta amarga y Después, El corazón al sur, de lo mejor de la pluma de Eladia Blázquez, Sueño de juventud, la más lírica composición de Discépolo, Volvió una noche, uno de los clásicos de Gardel y Le Pera y cuatro joyas de Enrique Cadícamo, Ave de paso, Garúa, La casita de mis viejos y Niebla del riachuelo. Este disco se completa con El loco Antonio, una poco conocida composición de Alfredo Zitarrosa y Caminito, interpretado en tiempo de zamba. El disco dedicado a obras actuales cuenta con un acompañamiento de distintas formaciones, donde Guerschberg ratifica sus virtudes como arreglador. En esta placa, dentro de un nivel mayormente alto y donde no faltan algunos candombes, se pueden destacar en particular las obras con letra de Raimundo Rosales, División de bienes, Las manos de Horacio, la borgeana Milonga de los arroyos, Como sombras en un río y Hotel adiós. Un muy buen disco doble, que confirma a María Estela Monti como una de las mejores vocalistas de tango de la actualidad.

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