La semana pasada nos dieron un premio muy lindo, un “reconocimiento a los tantos años de sudor sin lágrimas”, a decir de la invitación enviada por la Asociación de Revistas Culturales Independientes (AReCIA). Nos honraron por las respectivas trayectorias junto a las venerables revistas Diario de Poesía y Kiné. En una simpatiquísima ceremonia recibimos una hermosa medalla y una tapa gigante de uno de nuestros números. La medalla nos la entregó uno de los miembros de AReCIA, Pablo Udenio, de Haciendo Cine y convocaron a Santiago Mitre, el director de El estudiante, para que nos entregue la tapa.

Fue todo muy lindo y cálido, motorizado por la líder de AReCIA y vieja amiga de El Amante, Claudia Acuña. Nos llamó la atención el texto sobre nosotros leído por Ingrid Beck, de Barcelona, bello y con un conocimiento preciso de los valores que El Amante viene desarrollando desde hace dos décadas. Se lo pedimos y acá lo reproducimos en su integridad:

“En diciembre de 1991 nacía la revista El Amante. Costaba 48 mil australes. Hoy, poco más de dos décadas después, celebra su paso a formato digital. Y conserva lo más importante: sus lectores, los fieles y los infieles, los que buscan los dossiers, los que quieren las coberturas, y los que esperan ansiosamente los estrenos con sus consecuentes polémicas. Ahora, pasado el velorio y el entierro del papel, sus hacedores disfrutan de la revista digital y recrean El Amante en cada número, sin las ataduras económicas del papel impreso. Dicen sus lectores que El Amante generó nuevos cinéfilos y que cambió las formas de ejercer la cinefilia, que fomentó odios y amores entre cineastas, espectadores y muchos otros integrantes de la gran industria del cine, que se ocupó de confundir las fronteras entre el cine mainstream y el cine de autor, que permitió salir del placard a muchos fanáticos del cine industrial y, a la vez, les habilitó el acceso a directores de nombres difíciles, que inauguró un estilo confrontativo y revelador sobre los modos de producción y los contextos en los que se hacen las películas. Todo eso y muchísimo más hizo El Amante por el cine. Y, por suerte para todos, sigue haciéndolo”

Gracias, Ingrid, gracias Claudia, gracias AReCIA. Un orgullo estar con los colegas de Diario de Poesía (y ya que estamos, notable el texto que la gran María Moreno leyó sobre DdP, gracioso y emocionante) y Kiné.