El rincón del viejo canalla

LIDIA BORDA EN VIVO EN CAFÉ VINILO

Cuando se haga una historia de las cantantes de tango de todos los tiempos, no hay dudas que Lidia Borda figurará en un lugar de privilegio. Vocalista dotada de una excelente voz, perfecta afinación, gran expresividad y un fraseo que la hace reconocible apenas se la escucha, puede abordar sin dificultades tangos de diferentes épocas, aunque su enorme ductilidad le permite acercarse también a otros géneros (vg, es capaz de ofrecer una excelente interpretación del fado Extraña forma de vida, de la gran Amalia Rodrigues). Esta ductilidad se pudo apreciar cabalmente en el concierto que ofreció en Café Vinilo, en el que, junto a temas clásicos de su repertorio, interpretó varias obras de Atahualpa Yupanqui, material de un próximo disco que será presentado en marzo en Paris. Acompañada en este caso por los infaltables Daniel Godfrid en piano y Ariel Argañaraz en guitarra, se sumaron en la ocasión el siempre eficiente Juan Pablo Navarro en contrabajo y el joven Luciano Falcón, en violoncello, una auténtica revelación. Abordar a Yupanqui con esa formación instrumental  reconocía algunos riesgos, que pronto se disiparon frente a los muy buenos arreglos de Godfrid. Así se pudieron escuchar excelentes interpretaciones de temas transitados de la obra del gran autor, como las zambas Piedra y camino y La pobrecita, esta vertida, a diferencia de la mayoría de las versiones conocidas, en el tiempo rápido de la zamba tucumana, la melancólica  Guitarra, dímelo tú y la elegíaca El alazán, expuestas con gran sensibilidad por Borda y las vivaces Chacarera de las piedras y Para el cachilo dormido. Pero también obras menos escuchadas, como Tú que puedes, vuélvete y el aire cuyano Siempre, fueron objeto de muy buenas versiones. Lidia Borda no dejó de lado su repertorio habitual, ofreciendo intensas versiones del tango Una canción, de Troilo y Cátulo y la sentida pintura popular de Arrabal salvaje, de Celedonio Flores, trasmitió con precisión la  alta cuota de sensualidad a La guinda, un antiguo tema popular cubano y ofreció ajustadas interpretaciones de dos poemas de Homero Manzi musicalizados por el Tata Cedrón, En un corralón de Barracas y Palabras sin importancia. Un concierto que mostró a Lidia Borda en una espléndida madurez como vocalista y que hace aguardar con ansiedad su próximo disco. Jorge García.

EMILIANO Y LAUTARO GRECO SEPTETO EN VIVO EN EL ALMAGRO TANGO CLUB

A pesar de su juventud, los hermanos Emiliano y Lautaro Greco ya llevan transitada más de una década con sus proyectos tangueros renovadores, que dieron lugar a la formación en el año 2003 del Quinteto Viceversa, una de las más sólidas agrupaciones de tango contemporáneo, hoy lamentablemente disuelta. Y es justamente  el último disco de la formación , a la que se agregaban tres cuerdas, donde se puede encontrar  la génesis de este nuevo grupo, integrado por Emiliano en piano, Lautaro y Renato Venturini en bandoneones, César Rago y Bruno Cavallaro en violines, Karmen Rencar en cello y Pablo Motta en contrabajo, con arreglos y dirección de los Greco. Los hermanos  siempre señalaron a la enorme figura de Astor Piazzolla como su principal influencia, sin embargo, tanto en los temas de su pertenecía (Emiliano, en particular, es un muy talentoso compositor) como en sus frescos y creativos arreglos de temas clásicos, escapan claramente a la mera actitud derivativa para convertir a cada una der sus interpretaciones en una versión personal y original.

Estas características se pudieron apreciar en el concierto que ofrecieron en el Almagro Tango Club antes de su viaje a Japón, país en el que están realizando una prolongada jira. A pesar de lo reciente de su formación el grupo ha logrado un sonido propio, con una muy adecuada interacción entre sus integrantes, en la que es muy importante la impronta que le otorgan el cello de Karmen Rencar y el contrabajo de Motta. En el recital predominaron las obras clásicas, aunque también pudieron escucharse una lírica interpretación de Michelle, de Lautaro y la enjundiosa milonga Sarmiento y Bustamante, de Emiliano,  dedicada al Sanata Bar, refugio inexorablemente transitado por los jóvenes tangueros. Hubo brillantes arreglos de obras conocidas, como el  de Yo te bendigo o La Cachila, que sonaron como si fueran auténticos estrenos y algo parecido ocurrió con temas tan escuchados como La bordona y Recuerdo. Danzarín permitió una gran participación de Pablo Motta y en cuanto  a la introducción en piano de Emiliano y el solo de Lautaro en Adios Nonino, dieron lugar a una notable versión, muy diferente a las habitualmente oídas. Como bienvenido plus, Sandra Luna, una de las mejores voces del país en cualquier género, participó como invitada en una intensa interpretación de Volver. Un excelente concierto que coloca al Septeto de los hermanos Greco, a pesar de su reciente formación, en un lugar de privilegio entre los grupos más interesantes de la actual escena tanguera. Jorge García.

MIRTA ALVAREZ  EN VIVO EN CLASICA Y MODERNA

En ocasión de comentar su excelente último disco, Tango, seis cuerdas de amor, señalábamos a Mirta Alvarez como una de las mejores guitarristas dedicadas a la música ciudadana de la joven generación. Heredera de una tradición que reconoce nombres tan ilustres como los de Adolfo Berón, Roberto Grela y Aníbal Arias, y recorriendo un repertorio que abreva desde las obras más antiguas hasta la deslumbrante contemporaneidad de Astor Piazzolla, Alvarez amalgama dos características que no siempre se presentan juntas: una profunda sensibilidad para acercarse a la esencia de cada tema que interpreta y una sobriedad que le permite eludir el virtuosismo gratuito y muchas veces superficial del que hacen gala algunos instrumentistas. Estos rasgos se pudieron apreciar en la primera parte, en la que actuó como solista, del concierto que ofreciera en Clásica y Moderna. Así, la guitarrista recuperó la inoxidable modernidad de El entrerriano, a más de un siglo de su composición, la belleza melódica de Niebla del riachuelo, la potencia rítmica de La yumba, la melancolía  que Aníbal Troilo trasmite en Milonguero triste y la compleja estructura con que Piazzolla elaboró su Verano porteño. Y también hubo tiempo para que Alvarez mostrara sus dotes como vocalista (un territorio no explorado en profundidad por ella) en dos bellos temas del repertorio gardeliano, Lejana tierra mía y Caminito soleado.

En la segunda parte del recital la presencia de la cantante Vivi Verri aportó otros matices al concierto. Verri es una vocalista de voz cálida y profunda y un atractivo fraseo (de la que también en este espacio se comentó su primer disco, Rosa de tango), mostrando una perfecta química con la guitarrista (aquí hay que señalar que Mirta Alvarez es también una excelente acompañante, que –a diferencia de aquellos instrumentistas que parecen competir con el/la vocalista- buscó en todo momento la complementación con la cantante). El dúo ofreció muy buenas versiones de varios clásicos de muestra música ciudadana, que  fueron desde el poético lirismo del vals Romance de barrio a la cálida evocación de El corazón al Sur y Tinta roja pasando por la incomparable belleza de los versos de Naranjo en flor y la desolada reflexión discepoliana de Uno. En el final, Alvarez y Verri cantaron juntas una enjundiosa versión de la milonga Oro y plata, de Piana y Manzi.

Un bello recital que confirmó las dotes de vocalista de Vivi Verri y ratificó a Mirta Alvarez como una de las más completas y dúctiles guitarristas del momento. Jorge García.

SILVIA GOMEZ. Andar. Edición independiente.

Habrá que preguntarse algún día porque a muchos cantantes de excelente nivel les cuesta tanto ser (re)conocidos fuera de determinados ámbitos específicos. Uno de estos casos es de la vocalista santiagueña –aunque residente en La Plata dese hace mucho tiempo- Silvia Gómez. Con dos trabajos anteriores, el segundo de ellos, Notas de familia, para quien esto escribe, uno de los mejores álbumes del género de los últimos años. Gómez es una cantante con una voz de personal timbre, perfecta afinación y un fraseo original, lo que le permite abordar con precisión diversos ritmos de nuestro folclore y en este trabajo cuenta con el acompañamiento de base de Bernardo Bogliano en guitarra, responsable, junto con la vocalista, de los ajustados arreglos, Nicolás Marini en bajo y Gastón Ibarguren en percusión, más la presencia de varios invitados, con los que desarrolla un repertorio integrado por obras que, a pesar de no ser muy antiguas, ya pueden considerarse clásicas y otras prácticamente inéditas. Así, entre las primeras corresponde destacar la chacarera La cruzadita, de la siempre inspirada pluma de Pepe Núñez, el vibrante escondido, El huajchito, de Fortunato Juárez, la conmovedora Dorotea, la cautiva, perteneciente a la serie Mujeres argentinas, otra chacarera, La trunca norte y la bella zamba El otro camino, de Raúl Carnota. Entre los temas nuevos corresponde destacar el chamamé Barranca al río, en el que se destaca el acordeón de Germán Fratarcangelli, la chaya Iluminados por la copla, donde se luce el saxo soprano de Martín López Camelo y la bonita zamba Pastorcita de la Puna, con una relevante intervención de Diego Ferronato en piano. Un muy buen disco, que elude el repertorio más transitado y que ratifica a Silvia Gómez como una de las mejores cantantes folclóricas de la actualidad. Jorge García.

LUCAS MONZON. Noctámbulo. Los Años Luz 1806.

A esta altura, es indiscutible que la llamada música del litoral, que también incluye a la del Chaco, es una de las más ricas y variadas del país. A la tradición de intérpretes de gran relevancia del acordeón (o bandoneón), como Tarragó Ros, Isaco Abitbol, Tránsito Cocomarola o Ernesto Montiel se han sumado con el paso de los años figuras que renovaron el género, tal el caso de Raúl Barboza o el Chango Spasiuk. Pero también hay una  generación de instrumentistas surgida en los últimos años que profundizan esa renovación y a ella pertenece el talentoso acordeonista y compositor chaqueño Lucas Monzón, quien en este disco ofrece un programa integrado casi en su totalidad por nuevas composiciones, suyas y de otros autores, acompañado por los guitarristas Patricio Hermosilla y Omar Mambrin y el percusionista Uli Gómez, más la presencia de algunos invitados. Monzón es un excelente instrumentista, con abundantes ideas y gran capacidad para la improvisación, algo que se puede apreciar desde el tema inicial del disco, Aurora, una suerte de acuarela litoraleña que interpreta sin acompañamiento. Pero también hay otros grandes momentos, como los dúos con Mambrín en el bello chamamé Chamigo Fulvio, del recordado Horacio Castillo o el rasguido doble El hornerito, su homenaje a la tradición. También son destacables el lírico Río de oro, de Alejandro Ruiz y las dos obras de Monzón con que concluye el disco, y en las que se destaca Gómez, el rítmico rasguido doble que le da nombre y el bello Tacuarita, la obra de estructura más compleja de este muy atractivo CD.  Jorge García.

LUCAS MONZON PRESENTARA ESTE DISCO EL 7 DE MARZO A LAS 21HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

JUAN VILLARREAL Y MARCO ANTONIO FERNANDEZ. Tango y criollismo. Los Años Luz Tango Vía 1805.

En los últimos han aparecido varios discos que dan cuenta de la relación que hay desde los tiempos del dúo Gardel-Razzano entre el tango y la música criolla, al que debe sumarse este muy atractivo trabajo de dos jóvenes artistas. Juan Villarreal, actual cantor de la Orquesta El Arranque, es una de las mejores voces masculinas surgidas en los últimos tiempos y en cuanto a Marco Antonio Fernández, con solo 25 años, también integrante de El Arranque y del Sexteto Meridional está entre los más promisorios bandoneonistas del momento. En este disco ambos encaran un repertorio que fusiona tangos del repertorio clásico con temas de origen folclórico en una ecléctica y equilibrada amalgama. Así el disco comienza con una sentida versión de Villarreal solo con su guitarra de la bella Zamba del ángel, a la que sigue una emotiva interpretación del tango Cuando tallan los recuerdos, con el cantante solo acompañado por el dúctil bandoneón de Fernández y otra de Tú, que capta con precisión la belleza musical y poética del tema. En el terreno de la música ciudadana hay también cálidas versiones de Villarreal solo con su guitarra de La novia ausente y La que murió en Paris y en dúo de Farolito de papel y una introspectiva y poética interpretación del hermoso vals Absurdo, de los hermanos Expósito. Dentro de las expresiones folclóricas hay dos zambas salteñas, una en bandoneón solo y otra cantada y también un clásico chamamé, tocado por Fernández, la lírica guarania Recuerdos de Ypacaraí  y dos canciones camperas, El resero y Canción del carretero. El disco finaliza con una breve versión del clásico de Zitarrosa, Pa´l que se va. Un muy buen debut de dos jóvenes artistas que  fusionan con precisión ritmos criollos y ciudadanos. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 19 Y 26 DE MARZO A LAS 21HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

ORQUESTA ESCUELA DE TANGO EMILIO BALCARCE. Mistonguero. Los años Luz Tango Vía 1802.

Fundada en el año 2000 por el gran músico que la da nombre, esta orquesta ha contado con diversos directores que le han otorgado su impronta personal y se renueva cada año con la incorporación de diferentes camadas de músicos. Actualmente está dirigida por Víctor Lavallén, un músico de una dilatada trayectoria que alcanzó su consagración como bandoneonista y arreglador de la orquesta de Osvaldo Pugliese y el Sexteto Tango creando, ya septuagenario, su propia formación. Orquesta numerosa (está integrada por 18 músicos) ha trasmitido siempre a lo largo de los años un gran afiatamiento entre sus integrantes y una excelente sonoridad. El elemento susceptible de discusión  es que la formación propone como su misión fundamental la de recuperar una gran cantidad de arreglos –algunos antiguos, otros más modernos- de diferentes orquestas. La pregunta es si tiene mucho sentido hoy escuchar las versiones, vg, de A la gran muñeca o La puñalada, tal como las interpretaron hace varias décadas las orquestas de Di Sarli y D´Arienzo. Existiendo hoy una gran cantidad de arregladores jóvenes de gran talento, es una pena que la formación se dedique a clonar versiones anteriores y no realice recreaciones de esos temas. Esto sin perjuicio de que varios de los arreglos del disco hoy mantienen innegable frescura y actualidad (vg, Villeguita, de Astor Piazzolla, para su orquesta del 46, Camandulaje, de Alfredo Gobbi, La llamo silbando, de Horacio Salgán o el notable de Febril, de Eduardo Rovira, para la orquesta de Osvaldo Manzi). De todos modos, los mejores momentos del disco hay que buscarlos en los arreglos de Lavallén de sus temas Mistonguero y Meridional y el excelente de Bandoneón arrabalero para la orquesta de Pugliese y el que el fundador de la formación efectuara del tema que le dedicara (A la Orquesta Escuela de Tango). Jorge García.

JUANJO HERMIDA Y JULIAN HERMIDA. Hermida en blanco y negro. Epsa 1654.

Homónimos aunque no parientes, Juanjo y Julián Hermida han recorrido caminos distintos por la música que ahora confluyen en este disco. Juanjo, pianista, proviene del jazz y del blues (fue integrante durante siete años de la Mississippi Blues Band), en tanto Julián, guitarrista, ha desarrollado su carrera siempre en el tango (el disco de su quinteto, Zona Sur, ha sido reseñado en este espacio), mostrándose como un competente instrumentista, compositor y arreglador. En este disco, los Hermida, acompañados por Hernán Paglia en contrabajo en la mayoría de las obras, más la presencia de esa muy buena cantante que es Alicia Vignola en dos temas, abordan un repertorio que incluyen un par de clásicos, temas de autores más modernos y algunos propios, en el que logran una ajustada interacción de sus instrumentos. Hay así dos excelentes versiones en dúo de Mala junta (el mejor momento del disco) y Decarísimo, una muy buena interpretación de Nené, de Julián, del bonito vals Tema de Paloma, de Cristián Zárate y del poco conocido tango Ausencia, en tanto  Vignola muestra sus excelentes dotes vocales en dos temas de Eladia Blázquez, el vals Te llaman Soledad y el sentido Vivir en Buenos Aires y se opueden escuchar también dos temas de Juanjo, la milonga El loco y la suerte y el tango La viruta (nada que ver con el de Vicente Greco). Un atractivo disco al que solo cabe cuestionarle su brevedad. Jorge García.

JUANJO Y JULIAN HERMIDA PRESENTARÁN ESTE DISCO EL 12 DE MARZO A LAS 21.30 HS. EN NOTORIOUS, CALLAO 966.

 

LUIS ASCOT. Música argentina. Epsa 1655

LUIS ASCOT. Música do Brasil. Epsa 1656.

Pianista que se ha dedicado principalmente en la difusión de la música latinoamericana que amalgama lo popular con lo académico y gran especialista en la obra de Alberto Ginastera, Luis Ascot presenta estos dos álbumes.

Música argentina ofrece obras de Astor Piazzolla, Carlos Guastavino y Alberto Ginastera. En el caso de Piazzolla, más allá de la importancia que le dio siempre a sus estudios de música clásica, se hace difícil sustraerlo de ser, antes que nada, el más importante renovador de la historia del tango. En este caso, Ascot ofrece la Serie del Angel, una de sus obras más perfectas, desde la bella Milonga lenta que le da comienzo, la enjundiosa Muerte y  la Resurrección, una de las más hermosas melodías que compusiera el gran Astor. En el caso de Guastavino, su fusión de elementos de la música académica y el folclore nativo, da lugar a los atractivos Bailecito y Gato, a la inspirada Sonatina, con su expresivo movimiento lento y a los muy interesantes Cuatro cantos populares sobre distintos ritmos. Pero seguramente lo más atrayente del disco son las versiones de Ascot de varias obras de Ginastera, las tres Danzas argentinas, intensas y enjundiosas en el caso del Viejo boyero y el Gaucho matrero,  lírica y poética en el caso de la Danza de la moza donosa. La poética Milonga y el vibrante Malambo son objeto de ajustadas interpretaciones, pero tal vez el clímax del disco se alcance con la Sonata (1952), para algunos la obra maestra del compositor, en la cual se dan cita desde ritmos  folclóricos hasta elementos de la música dodecafónica.

En Música do Brasil están representados los dos más importantes autores de ese país en el terreno de la fusión de elementos académicos y folclóricos: Ernesto Nazareth, principalmente conocido en su país natal y Héctor Villa-Lobos con una mayor repercusión a nivel internacional. De Nazareth se pueden escuchar una selección que incluye varios tangos brasileños (muy diferentes a los argentinos), entre los que destacan Odeon y Turuna, dos movidas polcas, una de ellas Apanhei-te, Cavaquinho, muy popular en su país, el reflexivo vals Eponina e Improviso, un estudio de concierto que Nazareth le dedicara a Villa-Lobos. De este último Ascot interpreta dos de su serie de 16 Choros, el n° 1 y el n° 5, más maduro, dos valses, uno melancólico, Tristorosa y otro más intenso y vivaz, Valsa da dor y en uno de los mejores momentos del disco, el bello A Lenda do Caboclo.

Dos atractivos discos de Luis Ascot interpretando obras no demasiado difundidas de la música clásica latinoamericana. Jorge García.

CESAR LERNER. Ver. Epsa 1632.

Músico de una notable versatilidad y con una dilata carrera de más de tres décadas que incluye la fundación del hoy mítico grupo Comedia, sus excelentes trabajos de recreaciones de la música klezmer junto al formidable vientista Marcelo Moguilevsky, la composición de música para películas, televisión y obras de teatro y trabajos académicos de gran envergadura, a lo que hay que sumarle una gran cantidad de premios, César Lerner presenta finalmente su primer disco como líder en el que recorre trabajos que reflejan esas diferentes características. Interpretando el piano y el acordeón y acompañado por Guadalupe Tobarías en violín, María Eugenia Castro en violoncello y Gabriel Ostertag en percusión, Lerner desarrolla un programa en el que se perciben influencias diversas, que van desde el klezmer a la música académica de cámara, pasando por algunos ecos de la obra de Philip Glass y el pianista Keith Jarrett. Las primeras se pueden apreciar en varios de los mejores momentos del disco, como 18J  y Cohen vs. Rossi, donde Lerner interpreta el acordeón y en los solos de piano de Derecho de familia y El abrazo partido, la sensual Habanera que da comienzo al disco o Bajamar, un tema que compusiera con Moguilevsky. Los ecos de la música académica se pueden apreciar en los tríos de cuerdas de Ella y Part of Me o el lírico solo de piano de Bianca. Ritmos más heterodoxos aparecen en el crescendo del piano y la percusión de La muralla y en el curioso Twist de la cárcel. Un trabajo que permite apreciar en profundidad el ecléctico talento de César Lerner.

CESAR LERNER PRESENTAR ESTE DISCO EL 15 DE MARZO A LAS 19 HS EN LA USINA DEL ARTE DE LA BOCA, CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.

LA IMPERTINENTE SEÑORITA ORQUESTA. Voilá! Edicion independiente.

Siempre es bienvenida la presencia de una formación que eluda los caminos trillados y este es el caso de este grupo. Integrada por músicos de diferentes extracciones, Analía Rosemberg en teclados, acordeón, dirección y arreglos, Daniela Horovitz , voz y guitarra, Soledad Maciel voz y ukelele y María Paula Kyrkiris en violoncello, más la presencia de varios invitados, esta formación femenina recrea (es el término adecuado) temas clásicos de la chanson francesa, un hit de la bossa nova, una antigua ranchera y un par de temas propios en un registro muy libre en el que está ausente cualquier atisbo de solemnidad y que oscila entre el respetuoso homenaje y la sátira ocasional, pero siempre en interpretaciones que captan con justeza la esencia de cada tema. Así el disco comienza con una brillante versión de Las triplettes de Belleville, en la que se lucen las voces, incluyendo algún momento cercano al scat. Dos temas de la inspirada pluma de Jacques Brel, Les coeurs tendres y Je ne sais pas, son objetos de sensibles interpretaciones, en el segundo caso con la participación de un cuarteto de cuerdas  – con un gran trabajo de Kyrkiris en el cello, citando a Bach- grupo que también interviene en la excelente versión de un clásico de la música francesa, Padam, padam. En una vertiente más pop, hay también una muy buena interpretación de La javanaise, de Serge Gainsbourg, con lucimiento de Rosenberg en el acordeón. Una línea más satírica se advierte en la versión en francés y castellano de la ranchera Me enamoré una vez, de Canaro e Ivo Pelay y hay dos destacables temas propios, Le contorsioniste de Lisieux, en un excelente arreglo y el instrumental Duetto impertinent a cargo del piano y el cello. Un muy buen disco de un grupo que propone un registro personal, alejado de convenciones y clisés. Jorge García.

JORGE MIGOYA. Elefantes. Blue Art 163.

Así como hay discos que a los pocos meses de editarse caen en un merecido olvido, existe otros que no solo persisten en el tiempo, sino que crecen a medida que pasan los años. Es el caso de este trabajo de Jorge Migoya registrado originalmente en 1990 y afortunadamente reeditado ahora. Migoya es un multi-instrumentista rosarino no demasiado conocido en estas pampas fuera de círculos específicos, que está radicado en Francia hace muchos años, con ocasionales presentaciones en nuestro país. En este trabajo, en el que interpreta clarinete, piano y guitarra está acompañado por ese gran vientista que es Marcelo Moguilevsky en saxos y flautas, César Franov en bajo y Laurent Chofflet en batería y lo primero que hay que decir es que se trata de un disco inclasificable por su fusión de músicas de diversos orígenes (folclore, tango, rock, étnica) aunque la concepción general del trabajo con amplios espacios para la improvisación tiene una raigambre netamente jazzística. A ello hay que agregar que es un trabajo precursor que hoy se muestra absolutamente inoxidable en sus bruscos cambios de tiempos y aparece como un aporte esencial a la fusión de diversos géneros musicales dentro de la música popular. Con la destacable base rítmica de Franov y Chofflet, las palmas principales se las lleva el trabajo de los vientos, notable Migoya en el clarinete y excelente Moguilevsky, tanto en los saxos como en las flautas. Un gran disco que, a casi 25 años de su grabación aparece como un auténtico (re) descubrimiento. Jorge García.

BERGALLI & NAVARRO. Tráfico porteño. Acqua 402.

Veteranos ambos, aunque muy jóvenes de espíritu, Gustavo Bergalli y Jorge Navarro son dos figuras señeras del jazz argentino con una larga trayectoria que incluye reconocimientos internacionales. Bergalli es un trompetista de un sonido límpido y cristalino y un considerable autor como lo demuestra algún trabajo realizado en Suecia (país en el que vivió muchos años) en el que desarrollaba una interesante fusión entre el jazz y la música de Buenos Aires. En cuanto a Navarro es un pianista de muy buen gusto, excelente swing y atrayentes  ideas como improvisador. En este disco, reedición de un trabajo registrado en 2004, acompañados por Arturo Puertas en contrabajo y Fernando Martínez en batería, Bergalli y Navarro ofrecen un repertorio integrado por conocidos standards, con la excepción del enjundioso tema de GB que da título al disco en el que el trompetista desarrolla unos de sus mejores solos. Así se puede escuchar una sólida interpretación de What´s New, interpretada en medio tiempo, y una muy buena versión de Hi Fly, con un excelente solo del trompetista, el piano en un trabajo casi percusivo y destacada participación de Puertas. Hay excelentes momentos introspectivos, como los dedicados a We´ll Be Together Again y Day Dream y un emotivo dúo de trompeta y piano en First, un tema que Sergio Mihanovich le dedicara al recordado Rubén López Furst. Los momentos más cercanos al Hard Bop se pueden apreciar en Up Junmped Spring, con su introducción valseada y en el Speak Low con que culmina el disco donde hay un excelente solo de Navarro y un vibrante dúo entre Bergalli y Martínez. Una atractiva reedición. Jorge García.

HORACIO FUMERO TRIO. Vuelos. Blue Art 164.

Excelente contrabajista radicado desde 1980 en Barcelona, Horacio Fumero es un músico que ha conseguido gran reconocimiento internacional. Aquí se lo pudo apreciar últimamente en un  disco doble y sus presentaciones en vivo junto al pianista Adrian Iaies. Poco prolífico como compositor, sin embargo, este trabajo lo muestra en esa faceta, ya que, salvo uno, es responsable de todos los temas. Compuesta como una suerte de suite dedicada a las aves de nuestro país, muestra a Fumero como un autor competente, fusionando elementos del jazz con otros de raíz folclórica. En la ocasión, el contrabajista está acompañado por dos de los mejores músicos de la escena actual, el pianista Diego Schissi, un instrumentista difícilmente encasillable y el trompetista Mariano Loiácono, uno de los intérpretes que más ha evolucionado en los últimos tiempos. Con una excelente amalgama entre sus integrantes, los músicos se lucen tanto en las partes solistas, como en las que deben interactuar en dúos o tríos. Dentro de un programa de pareja calidad se pueden destacar el aire de chacarera Chimango (solitario), con muy buenos solos de Loiácono y Schissi, los líricos solos de fliscornio y contrabajo en Torcacita, la muy buena introducción del pianista en la zamba lenta Cigüeña (la caricia perdida), los atractivos cambios de tiempo de Carancho, la introspectiva versión con lucimiento de la trompeta con sordina de Tordo músico y la versión en solo de contrabajo de Fumero del clásico Las golondrinas, de Eduardo Falú. Un muy buen disco de Horacio Fumero en el doble rol de instrumentista y compositor.Jorge García.

SANTIAGO LEIBSON TRIO. Amon. Baca Music s/n.

El fértil territorio del jazz moderno en nuestro país se encuentra poblado no solo por músicos con una trayectoria ya bastante extensa sino también por otros cuyo camino es más reciente. A este segundo grupo pertenece el pianista Santiago Leibson, quien debuta con este muy interesante disco. Si hay una formación dentro del jazz que ofrece múltiples propuestas, esa es la del trío de piano contrabajo y batería y esa abundancia es lo que lleva a pensar que difícilmente se puedan aportar novedades en ese terreno. Sin embargo, el grupo integrado por Leibson , Maximiliano Kirzner en contrabajo (integrante habitual del excelente trío del cornetista Enrique Norris) y Nicolás Politzer en batería se encarga de desvirtuar esa sospecha. Leibson es un tecladista de una digitación intensa y precisa, que además maneja con sutileza los silencios, y  un muy competente compositor (cuatro temas del disco son de él y tres de Kirzner, quien también se muestra como un valioso autor). Hay que decir que, a diferencia de lo que ocurre en muchos casos, el trío ofrece un ajustado trabajo de ensamble de los tres instrumentos –hay muy escasos momentos de solos del contrabajo y la batería- que recuerda el estilo que inaugurara para este tipo de formación el gran Bill Evans. Estas características se pueden apreciar tanto en los temas del contrabajista más líricos e introspectivos, como en los de Leibson, con más swing y de una estructura más compleja, que recuerda los trabajos del gran Andrew Hill (no casualmente hay un tema suyo en el disco, Mist Flower). Y también se puede escuchar una creativa versión de Played Twice, de Thelonious Monk, que comienza con un excelente dúo entre Leibson y Politzer. Un destacable trabajo de tres jóvenes músicos definitivamente a seguir. Jorge García.

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