El rincón del Viejo Canalla

ESCALANDRUM. Sesiones ION. Obras de Mozart y Ginastera. Club del Disco 064.

Por distintos motivos, el Sexteto Escalandrum es un caso paradigmático dentro de la música popular argentina. El primero es el tiempo en que se han mantenido juntos (están orillando las dos décadas) con una formación estable (en su primer disco tuvo un fugaz paso por el grupo el contrabajista Guido Martínez). El segundo es la coherencia musical que ha mantenido el sexteto, ya sea interpretando sus propias composiciones o desarrollando creativos arreglos sobre la obra de otros autores (antes de este, han grabado dos excelentes discos dedicados a la música de Astor Piazzolla). Y un tercer motivo es la continuidad que han podido darle a sus grabaciones y la importante repercusión que han logrado en el público, y no sólo en nuestro país. Conviene entonces recordar los nombres de estos notables músicos: Daniel “Pipi” Piazzolla, nieto del gran Astor, en batería, Nicolás Guerschberg en piano y responsable de todos los arreglos, Mariano Sívori en contrabajo y una línea de cañas integrada por Damián Fogel en saxo tenor, Gustavo Musso en saxos alto y soprano y Martín Pantyrer en clarón. Si bien el grupo tiende a definirse como jazzístico, algo entendible a partir de su integración y el amplio espacio que se les da a las improvisaciones en su música, es menester señalar que se perciben en Escalandrum influencias varias, aparte de jazz, que van desde los ritmos ciudadanos hasta la música académica, sin desdeñar algún toque folclórico.

Este disco responde a sendos encargos, sin que ello vaya en desmedro de la personalidad y originalidad del grupo y lo compositores elegidos en este caso fueron nada menos que Wolfgang Amadeus Mozart y Alberto Ginastera. En el caso del genio de Salzburgo, era importante ver de que manera el sexteto resolvía la aparente contradicción entre la inagotable vena melódica del músico y el gusto por la improvisación del grupo. Hay que apresurarse a señalar que los formidables arreglos de Guerschberg resolvieron con enorme solvencia esa aparente contradicción y eso se puede ya apreciar en el primer movimiento del concierto n° 23 para piano y orquesta, en el que tras la breve introducción de los vientos, el piano desarrolla la melodía para desembocar en un brillante solo de saxo soprano de Gustavo Musso, antes que el piano reaparezca en una breve cadenza. El segundo movimiento de ese concierto, el melancólico adagio,  es expuesto por el piano con un gran apoyo del clarón por detrás y culmina en un solo de contrabajo. El tercer movimiento de la sonata para piano, K.331, Rondo alla turca, es una de las melodías más conocidas de Mozart y está expuesta por el clarón, antes que Fogel desarrolle un gran solo de saxo tenor y Pipi ofrezca un breve break de batería. Lacrimosa es uno de los momentos más dramáticos de la Misa de Requiem, K.626, última obra compuesta por Mozart y en ella se luce ampliamente Pantyrer, primero introduciendo el tema y luego en un brillante solo. El segmento mozartiano concluye con un arreglo del primer movimiento de la Sinfonía n° 40, su segmento más popular en ese terreno y tras la introducción de la melodía por los vientos hay dos excelentes solos de Musso en saxo alto y otra vez Pipi. La obra de Alberto Ginastera también ha dado lugar a diversas transcripciones (Emerson, Lake & Palmer, el grupo Argentos) y Escalandrum se incorpora a ese trabajo, comenzando con la Pequeña danza, adaptación del malambo de la Suite Estancia, transcripta en un enjundioso arreglo en el que se vuelve a lucir Musso en el soprano. La Danza de la moza donosa es una de las obras más conocidas de Ginastera y el lírico tema es presentado por el clarón, con un gran trabajo de los vientos y una muy buena participación de Fogel, mientras el Malambo para piano está introducido por ese instrumento y tras algunos momentos muy libres hay otro gran solo de Pipi Piazzolla. El disco finaliza con la Milonga, de la Canción del árbol del olvido, un melancólico tema que permite destacadas intervenciones de Pantyrer y Sívori. Escalandrum ha presentado otro notable trabajo, que confirma el talento de sus integrantes y las formidables virtudes de Nicolás Guersghberg como arreglador, en la que será seguramente una de las mejores ediciones discográficas del año. Jorge García.

 

 

 

NATANIEL EDELMAN TRIO. Búfalos. Kuai 41.

Dentro del continuo fluir de músicos jóvenes y talentosos dentro del fértil terreno del jazz nacional, uno de los más promisorios es el pianista Nataniel Edelman, un instrumentista de excelentes aptitudes, precisa digitación y abundantes ideas como improvisador, tal como lo demuestra en este, su segundo trabajo como líder. Con el consistente acompañamiento de Santiago Rapoport en contrabajo y Guillermo Harriague en batería, Edelman ofrece un repertorio integrado en su totalidad por obras propias que también permiten apreciar su valía como compositor. El disco se inicia con 13 de octubre, un tema de claros ecos “colemanianos”, en el que el pianista desarrolla un excelente solo. Palo borracho está expuesto en medio tiempo y hay un muy buen solo de Rapoport y un tono más introspectivo se puede apreciar en Conducta crepuscular, en el que hay una excelente interacción entre los tres instrumentos y un vigoroso crescendo hacia el final, en tanto Erosiones ofrece un muy buen dueto de piano y contrabajo. Sombra espejo es un lírico tema expuesto en solo de piano, mientras que Los pedazos no se pueden ejecutar es una obra intensa y muy libre con un gran trabajo de la batería y del bajo con arco. En el tema que da título al disco se pueden apreciar reminiscencias de la obra de Charlie Mingus y el disco finaliza con Los roedores, en el que Edelman da claras muestras de su amplio espectro, incursionando aquí en el hard bop. Un excelente CD de este joven trío. Jorge García.

 

 

 

 

ARTURO PUERTAS. Viva Jujuy. Club del disco 056.

Veterano contrabajista con una dilatada trayectoria, Arturo Puertas, actual integrante del notable Supertrío, que comparte con el pianista Hernán Jacinto y el baterista Oscar Giunta, presenta aquí su tercer disco como líder grabado en Nueva York, en el que está acompañado por el pianista Aarón Goldberg, el baterista Adán Cruz y el saxo alto Miguel Zenón en algunos temas y John Ellis en saxo tenor en otros. El disco está integrado casi en su totalidad por obras propias, que lo muestran también como un interesante compositor. A Puertas se lo puede encuadrar claramente entre los músicos que, sin dejar de lado el gusto por la improvisación, son respetuosos de la líneas melódicas de los temas que interpretan y, en el caso de este disco, planea permanentemente la sombre del Gato Barbieri, un verdadero precursor de la fusión de ritmos folclóricos y jazzísticos. Esto ya se puede apreciar en el tema que da título al disco una muy libre versión de un antiguo bailecito de Rafael Rossi, donde hay muy buenos solos de Puertas, Goldberg y Zenón y en El hombre fuerte, una suerte de chacarera jazzeada en la que vuelven a lucirse el pianista y Zenón. Hay un par de temas “boperos”, No soy lo que crees, en el que vuelve a apreciarse la intensidad de Zenón, y Una mosca en el corral, en el que se destacan Puertas y Cruz. La lírica balada Para Charlie H permite el lucimiento de Ellis en el saxo tenor y hay también dos temas en trío, K.J. el pianista y Sos mi bastón en los que se debe resaltar el trabajo de Goldberg. El atractivo disco se completa con dos versiones de Tour de force, el clásico de Dizzy Gillespie. Jorge García.

 

 

 

MIGUEL CROZZOLI/PABLO DIAZ. Tierra. NendoDango s/n.

MIGUEL CROZZOLI. Series Gráficas II: Rayuela. NendoDango s/n.

COOPERATIVE SOUND # 1. NendoDango s/n.

COOPERATIVE SOUND # 2.  NendoDango s/n.

COOPERATIVE SOUND # 3. NENDOdANGO s/n.

 

Siempre la aparición de un nuevo sello jazzístico es bienvenida y, con mayor razón, cuando se dedica de manera excluyente a difundir expresiones de los sectores más vanguardistas del jazz. Es el caso de NendoDango, un emprendimiento liderado por l baterista Pablo Díaz, la pianista Paula Shocrón y el saxofonista Miguel Crozzoli, y del que ya se comentaron en este espacio los tres títulos de soporte “físico”. Aquí le toca a las obras digitales  (los tres discos del Cooperative Sound están disponibles para bajar libremente en el sitio del sello).

Miguel Crozzoli, actualmente radicado en Europa, está entre los saxofonistas más completos e interesantes de la joven generación (de él ya se han comentado en este espacio varios discos editados por el sello Kuai) y en cuanto a Pablo Díaz, es uno de los bateristas más libres de nuestro medio, como lo demuestran los grupos que lidera, o su participación desde hace varios años en el prolífico Norris Trío. El dúo de saxo tenor y batería tiene ilustres antecedentes, el principal el de los trabajos de John Coltrane con Elvin Jones y Rashied Alí. Siempre en este tipo de trabajos se corre el riesgo de caer en la monotonía, pero en este caso la permanente creatividad e inventiva de los dos músicos lo evita cuidadosamente. Esto ya se puede apreciar en los insólitos agudos de Crozzoli en No beginning, no End o en el obsesivo trabajo de la batería en Ritual. En el tema que da título al disco, Crozzoli vuelve a expresarse sobre los agudos del instrumento, mientras la percusión flota detrás y en Dudas cruciales, Crozzoli ofrece su solo más libre. El introspectivo tono de Abstracción #2 se contrapone con el mucho más agresivo de Primera respiración y el tono misterioso de la introducción de Caminos que se cruzan, el tema más extenso del disco, desemboca en bruscos cambios de tiempo con el fraseo entrecortado de Crozzoli sobrevolando sobre el creativo trabajo de la batería. Un notable disco de una formación poco habitual.

El disco en cuarteto de Crozzoli, acompañado por Paula Shocron en piano, Mauricio Dawid en contrabajo y otra vez Díaz en percusión, propone cinco obras propias dentro de un tono marcadamente severo e introspectivo. El primer tema (se me perdonará que no incluya los larguísimos títulos), el más extenso del disco, tras una grave introducción del piano desarrolla la progresiva entrada de los otros instrumentos y ofrece un vigoroso crescendo que luego va decreciendo para culminar en un lírico dúo de saxo y piano. En el segundo tema, tras una delicada introducción del piano y la percusión el tema va ganando en intensidad, esquema que se repite en el progresivo crescendo del tercer tema. El cuarto tema, tras una serena introducción del piano, ofrece un lírico solo del saxo tenor que desemboca en una brillante cadenza. El disco culmina con otra obra introspectiva, en la que se destacan los trabajos de Shocron y Díaz. Otro excelente disco que confirma el talento de Miguel Crozzoli.

Cooperative Sound ofrece diferentes formaciones en las que las únicas presencias permanentes son las de Paula Shocron y Pablo Díaz. Sobre Díaz ya nos hemos explayado en los comentarios anteriores y en cuanto a Shocron, no es exagerado decir que es la más completa pianista que ofrece el amplio espectro del jazz local, ya que su talento y versatilidad le permiten no solo ofrecer creativas versiones de los más diversos standards sino también expresarse a través de las más sofisticadas expresiones de la vanguardia jazzística ( a ello hay que agregarle que en los últimos tiempos Paula también incursiona en la danza, lo que le permite en diversas actuaciones en vivo compartir el rol de bailarina y pianista). El disco #1 de esta formación es un trío integrado por Shocron, Díaz y Ras Moshe, en saxo tenor y flauta quienes desarrollan un programa integrado por seis temas encuadrados dentro de la improvisación libre y espontánea. El tono general de los seis títulos es intenso y vigoroso y en ellos se puede apreciar la potencia expresiva de Moshe, la ductilidad de Shocron y las permanentes ideas que propone Díaz desde la batería.

El Cooperative Sound #2 está compuesto por tres temas en los que a Shocron y Díaz se suma el contrabajista Hilliard Greene y una cuarta obra más extensa, en la que aparece, en destacada tarea el multi-instrumentista Daniel Carter (toca flauta, clarinete, trompeta y saxos tenor, alto y soprano). En Taking Off, tras una introducción del contrabajo hay un brillante solo de piano y otro de batería, en Pequeños diálogos reiterados, el tono es más introspectivo con Greene utilizando el arco y el piano en ostinato y Landing, tras una introducción de la batería ofrece un potente solo de piano y un vigoroso crescendo. El tema en el que participa Carter, Wind Travel es una obra extensa y compleja en la que los músicos improvisan libremente y Daniel Carter muestra su asombrosa versatilidad como instrumentista.

Finalmente Cooperative Sound #3 ofrece una extensa improvisación de 45 minutos en la que a los músicos participantes del disco anterior se suman el ya mencionado Ran Moshe y Matt Lavelle en trompeta y clarinete bajo. Aquí estamos ante una obre de compleja estructura en la que se alternan notables solos de todos los músicos con pasajes de conjunto en los que los diversos instrumentos interactúan con gran creatividad. Un disco que requiere una escucha atenta y sin prejuicios y sobre todo, no perder la concentración alrededor de la música que se está oyendo. Jorge García.

 

 

 

CLUB ARTISTICO LIBERTAD. Rojo y negro. Acqua 494.

La Guerra Civil Española, más allá de sus dolorosos resultados, dejó como legado una serie de canciones republicanas, la mayoría de ellas inspiradas en melodías populares de diferentes épocas. Y también las obras del compositor anarquista Chicho Sánchez Ferlosio (curiosamente nacido en 1940, cuando ya había terminado la contienda), autor de títulos antifranquistas que hoy son auténticos clásicos (Los dos gallos, Paloma, A la huelga) contribuyeron a ese repertorio. En nuestro país se creó en el año 2009 el Club Artístico Libertad, una agrupación de músicos de distintas procedencias que trabaja sobre esas canciones, desarrollando una profundo investigación sobre archivos musicales, documentales y audiovisuales de esa época, en los que no se limitan a transcribirlas y cantarlas (la voz es de Demian Casaubon, una suerte de líder tácito del grupo) sino que realizan sobre las mismas un creativo trabajo orquestal (son unos 15 músicos) recurriendo a diversos ritmos de diferentes partes del mundo. A ello le suman en sus presentaciones la presentación de videos y -como ocurre en este disco- la transcripción de fragmentos de discursos de distintas personalidades (de los dos bandos) de aquella época. Así junto a breves alocuciones de figuras revolucionarias tan emblemáticas como La Pasionaria y el líder anarquista Buenaventura Durruti o reaccionarias como Carmen Franco y Queipo de Llano, la formación desgrana una serie de temas que ya forman parte de la memoria popular como La hierba de los caminos, atribuida a Sánchez Ferlosio e interpretada con ritmo de jota, temas basados en melodías de el acervo popular como El quinto Regimiento, inspirada en la tonada andaluza El Vito, Sin pan, cuya música está tomada de una canción de varieté del siglo XIX interpretada con ritmo de cumbia, Coplas de la defensa de Madrid, que remite a la melodía de Los cuatro muleros,  El tururú, inspirada en una canción popular infantil, tocada como una movida guaracha o ¡Ay, Carmela!, tomada de una copla del siglo XIX de los guerrilleros españoles que enfrentaron a Napoleón. No falta la mencionada Paloma, de Ferlosio y en un terreno más internacional, la conocida Bella Ciao, que cantaban los guerrilleros italianos antifascistas, la canción popular polaca A las barricadas y una gran versión de La Internacional, con ecos blueseros, donde se luce Demian De Gennaro en armónica. Un gran disco, de vibrante contenido político y musical, que interpela al pasado pero se refleja claramente en nuestro presente. Jorge García.

 

 

 

RICHARD NANT Y ARGENTOS. 70s. Club del Disco 062.

Este grupo, liderado por el trompetista Richard Nant, se caracteriza por su eclecticismo (su disco anterior, comentado en este espacio, estuvo dedicado a la música de Alberto Ginastera). La música de la formación, integrada por Nant en trompeta, flugelhorn y arreglos, Alvaro Torres en piano y teclados, Alan Plachta en guitarra, Matías Méndez en bajo eléctrico y Carto Brandan en batería, está compuesta en su totalidad, salvo un tema, por el líder del grupo y reconoce diversas influencia (jazzísticas, latinas y de la música folclórica) y en los solos se destacan principalmente Nant y Torres. Hay temas intensos como el que da título al disco y Cocodrilos, otros más introspectivos, tal el caso de Alucinaciones, Lento y Balanu y en Peach aparece Edu Giardina en vocalización. Un disco interesante, dentro de las mencionadas características eclécticas de esta formación. Jorge García.

 

 

 

ALEJO NOBILI. Constantinopla. Club del Disco 057.

Una vertiente que tiene algunos cultores en nuestro país es la de la música asiática, interpretada en instrumentos originales. En este caso es Alejo Nóbili quien, ya como lo indica el título del disco, incursiona en ese rubro. Nóbili toca el tradicional piano en algunos temas pero en otros interpreta el sarangi, una suerte de violín primitivo que se toca en varias zonas de Asia. También en este disco aparecen los más conocidos sitar y tabla pero también el bouzouki (una especie de laúd, aquí en su variante irlandesa), el kanun (afin con el salterio) y la nyckelharpa, un instrumento de origen sueco con cierta ligazón con la vihuela española. Y también aparece Julián Polito, un investigador de las músicas antiguas con su viola da gamba. Los temas, salvo el que da título al disco, son en su totalidad dúos en los que Nóbili interpreta el piano o el sarangi y es acompañado por diversos instrumentistas como el mencionado Polito, interpretando los instrumentos antes citados. El disco es muy interesante en su agradable exotismo (Nóbili es autor de todos los temas) y tal vez lo que más sorprenda, por ser la excepción, sea la versión de la Gnosienne n° 1, de Eric Satie en un atractivo dúo de piano y sitar. Jorge García.

 

 

DANIEL RUGGIERO. Bandoneón es cultura. Edición independiente.

Hijo de uno de los íconos del bandoneón tanguero –el tano Osvaldo Ruggiero, quien tocara durante 25 años con la orquesta de Osvaldo Pugliese y en 1968 fuera uno de los fundadores del Sexteto Tango- Daniel Ruggiero ya lleva una dilatada carrera cuyo punto culminante es la formación del Quasimodo trío, un grupo con proyección nacional e internacional. Experimentador consciente de las posibilidades del instrumento, pero también respetuoso de las raíces de nuestra música ciudadana, Daniel expone aquí esas dos vertientes a través de varios solos y dúos en los que, por una parte, homenajea a grandes figuras del tango y por otro muestra también sus aptitudes como compositor. Así se pueden escuchar emotivos solos de Mi tango triste, de Aníbal Troilo y Griseta, de Enrique Delfino, una intensa versión de La beba, el tango que Osvaldo Pugliese le dedicara a su hija y Aquellos tangos camperos, una de las grandes creaciones de Horacio Salgán. Los dúos presentan a Bernardo Monk en clarinete en una sentida interpretación de Cristal, Cesar Martinini en vibrafón en Retrato de Alfredo Gobbi, de Astor Piazzolla, uno de los grandes momentos del disco y dos obras propias, la lírica Cuadernos para Laura, donde la acompaña Matías Grande en violín y la Rapsodia para cello y bandoneón, una obra más ligada a la música académica, de compleja estructura, en la que se luce Luciano Falcón en cello. Un disco que confirma el talento de Daniel Ruggiero como instrumentista y compositor. Jorge García.

 

 

 

CARLA ALGERI. Memorias de un bandoneón. Acqua 474.

La formidable inspiración melódica de Aníbal Troilo y Carlos Gardel ha dado lugar a numerosos homenajes recreando sus obras. En este caso es la talentosa bandoneonista Carla Algeri quien toma la posta en este disco doble. Algeri es una instrumentista sobria y expresiva y en este caso está acompaña por un numeroso conjunto de músicos, bajo la dirección orquestal de Silvia Restrepo. En el disco dedicado a Pichuco, Responso, la acompaña la Orquesta del Polo Bandoneón, con arreglos de Juan Alberto Pugliano,  en un repertorio que incluye varios de los títulos más emblemáticos de la pluma de Troilo. Con el bandoneón como instrumento solista, se pueden escuchar excelentes arreglos del tema que da título a disco y Sur, en los que se luce el piano de José Colángelo. Los originales timbres que proponen el clarinete de Mariano Rey y el oboe de Néstor Garrote se pueden apreciar en Barrio de tango  y el vals Romance de barrio. Son también destacables los arreglos de María y Garúa, con un gran trabajo de las cuerdas y  El gordo triste, con versos de Horacio Ferrer está cantado por Eduardo Pulis

Cuando tú no estás es el disco dedicado a Gardel y aquí la bandoneonista está acompañada por la Orquesta de Cuerdas de Polo Bandoneón  y los elaborados arreglos en la mayoría de los temas del bandoneonista Rodolfo Mederos le otorgan un tono introspectivo y melancólico. Mederos es el solista de la dramática versión de Sus ojos se cerraron y en el tema que da título al disco y Melodía de arrabal hay una excelente interacción de Algeri con las cuerdas. Volver es objeto de un melancólico arreglo y en Cuesta abajo vuelve a aparecer Mederos como solista con las cuerdas en pizzicato. Mientras El día que me quieras ofrece una lucida cadenza de Algeri, Soledad está presentado en una introspectiva versión y Eduardo Pulis aparece otra vez en la voz en Golondrinas, con lucida participación de las cuerdas. Un muy buen disco homenajeando a dos de las figuras consulares de nuestra música ciudadana. Jorge García.

 

 

 

ORQUESTA POPULAR DE CAMARA LOS AMIGOS DEL CHANGO. Música clásica argentina. Volumen II. Edición independiente.

Juan Enrique “Chango” Farías Gómez es una figura señera dentro de la renovación de nuestra música folclórica. Fue, vg, el creador de Los Huanca Huá, un grupo vocal que en los años 60 revolucionó el folclore vocal (El perverso Atahualpa Yupanqui decía que uno cantaba y los demás le hacían burla). Numerosos fueron los proyectos que encabezó (el legendario grupo MPA, entre otros). Su última travesura fue esta formación integrada por once músicos que proponen los más diversos timbres sonoros y en la que participó como director, arreglador, percusionista y cantante y con la que llegó a grabar el primer volumen de esta serie. Luego de la lamentada muerte del Chango el grupo sostuvo con fidelidad sus principios, aunque incorporando en sus presentaciones un tono festivo que no era tan marcado en sus comienzos. Como ocurriera en el mencionado primer disco, aquí se recrean temas de diversas vertientes de nuestra música popular y algún título latinoamericano en versiones renovadas y que, en varios casos escapan claramente a las conocidas. Así, Durazno sangrante, de Luis Alberto Spinetta puede oscilar entre una sentida vidala y una vigorosa chacarera  y Melodía de arrabal romper con la tradición tanguera y ser expuesto como un candombe rioplatense. Hay otras enjundiosas chacareras, tradicionales como La olvidada y Chacarera santiagueña o más modernas, como Cuando muere el angelito o la poco conocida La séptima, del gran Eduardo Lagos. También se rescata la cueca Vino nuevo, de un gran compositor olvidado, Remo Pignoni y el muy atractivo disco culmina a toda orquesta con La fiesta de San Benito, un tema popular boliviano. Un muy buen CD que sostiene los principios que guiaran la carrera del Chango Farías Gómez. Jorge García.

 

 

 

SNAJER/ARRIAZU. De dos argentinos. Edición independiente

MATIAS ARRIAZU. Petei po. Club del disco 052.

Ernesto Snajer y Matías Arriazu son dos guitarristas de diferentes formaciones y escuelas pero que –como suele ocurrir cuando se juntan músicos talentosos- logran amalgamar sus distintos estilos (más jazzístico y ligado a la improvisación el de Snajer, con una vertiente más folclórica el de Arriazu) con muy buenos resultados. El disco está conformado por siete composiciones en dúo, todas de Snajer y un par de temas en los que actúan como solistas, con claras influencias de la música argentina y latinoamericana, aunque siempre con una impronta ligada a la improvisación. Si El zapateo fusiona ritmos de choro y de candombe, El zapatraca y Q hace pescau incursionan en la milonga. El lirismo de la Zamba del recuerdo alterna con el ritmo tangueado de La rabona y de un aire de vals peruano (El poste) se pasa a un bonito chamamé (Tereré on the rocks). En su rol de solista, Arriazu interpreta la milonga Pal bailetín y Snajer el introspectivo El estaño de los peces. Un disco ecléctico y variado a cargo de dos excelentes guitarristas.

El CD de Arriazu también ofrece influencias de ritmos argentinos y sudamericanos pero el espacio para la improvisación está más acotado. En varios temas Arriazu está acompañado por el percusionista Mariano “Tiki” Cantero (integrante del trío Aca Seca). Hay obras intensas como la que da título al disco, otras de un tono obsesivo como Nitsuga y los solos de guitarra Turbulenta y Al galope. No faltan temas más líricos como Breve flor, vocalizado por Cecilia Pahl y el bello Pedacito de río, de Carlos Aguirre, también interpretado en solo de guitarra y a Arriazu se lo puede también escuchar cantar en Canción para Mateo. El atractivo disco finaliza con Aitana, un movido aire brasileño a cargo del dúo de Arriazu y Cantero. Jorge García.

 

 

 

ROBERTO “KOLLA” CHAVERO. Coplas al viento. Acqua 492.

Señalar que Atahualpa Yupanqui es una figura enorme dentro de nuestra música folclórica suena casi redundante. Gran guitarrista y formidable letrista, su obra es una de las columnas fundamentales dentro de ese territorio. En este caso, es su hijo Roberto quien retoma temas de su obra –algunos de ellos muy poco transitados, a lo que suma algunos títulos propios- acompañado por un selecto grupo de músicos. Chavero es un cantante de afinación precisa que, si bien no muestra rasgos de un estilo personal y definido, trasmite con una adecuada expresividad las letras propuestas. Así, entre las obras de Don Ata más conocidas se pueden escuchar versiones de la zamba La raqueña y la bella canción Camino del indio, pero hay también obras poco escuchadas a varias de las cuales el Kolla” les puso música, como la intimista y romántica milonga Paisanos de Pehuajó, que Yupanqui dedicara a sus padres, el joropo Juan Prisionero que el gran compositor escribiera en la cárcel o la vidala Florcita e´chañar. Y está también esa auténtica joya que es En el Tolima, que con ritmo colombiano, Yupanqui compusiera cuando conoció a la guerrilla campesina de ese país.. Entre los temas del “Kolla”, se pueden resaltar el joropo A cantar he venido y la Chacarera del bombisto, dedicada a Alfredo Abalos. Un interesante trabajo que rescata obras poco conocidas de un gran compositor. Jorge García.

 

 

 

 

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