HERMETO PASCOAL EN VIVO EN EL CENTRO CULTURAL KONEX.
Es indudable que cada una de las presentaciones en Buenos Aires del multi-instrumentista, compositor y arreglador brasileño Hermeto Pascoal se convierte en un acontecimiento, ya sea por el contenido de los conciertos o por la entusiasta respuesta del público, y su presentación dentro del evento Experiencia Piazzolla con la intención de homenajear al gran Astor no fue la excepción. No resulta fácil, a priori, encontrar correspondencias entre la férrea disciplina que –a partir de la escritura- imponía Piazzolla a sus músicos y la absoluta libertad con que se manejan los integrantes del grupo de Hermeto, pero lo que es indiscutible es que ambos son enormes faros dentro de la música popular del continente. Acompañado por el saxofonista y flautista Joao Paulo Ramos Barbosa, el pianista André Marques, su histórico contrabajista Itiberé Zwarg, Ajurina Zwarg en batería y Fabio Pascoal (su hijo) en percusiones varias, como se preveía, Hermeto destinó la casi totalidad de su extenso concierto (duró tres horas) a desarrollar su música. Paseándose por el escenario con sus jóvenes 80 años, su sombrero texano y el infaltable vaso de vino, Hermeto pareció ir controlando “desde adentro” cada uno de los movimientos de la formación (me hizo recordar al legendario director de teatro polaco Tadeusz Kantor, quien dirigía la puesta en escena de sus obras desde el escenario), y en otros momentos tocaba alguno de sus instrumentos informales (como un inflador) o proponía bellos pasajes solistas con la flauta baja o la sanfona, algo que hizo en la segunda parte del concierto. En todo ese primer tramo el grupo ofreció varios temas con extensas improvisaciones (particularmente a cargo de Barboza, quien se lució, sobre todo, con el saxo soprano y Marques). En un momento dado Hermeto ofreció una extensa perorata sobre la influencia de Piazzolla y pensé que el homenaje iba a quedar allí, pero el grupo ofreció dos personales interpretaciones de Invierno porteño y Libertango, en las que participó el joven y talentoso flautista Juampi Di Leone, que permitieron apreciar la ductilidad de los músicos. Cuando ya parecía que el final llegaba inexorablemente, Hermeto propuso varios bises, algunos de un carácter bastante informal, que fueron un adecuado colofón para una velada que permitió apreciar una vez más el inoxidable talento de este gran músico. Jorge García.
TIM BERNE EN VIVO EN BUENOS AIRES
Visitante asiduo en los últimos tiempos de Buenos Aires (estuvo hace unos años en el festival de Jazz y más recientemente se presentó con su última formación el cuarteto Snakeoil), el saxofonista Tim Berne se presentó en esta ocasión en dos formatos diferentes: un trío en Thelonious Club y con diferentes ensambles de músicos locales en la Usina del Arte. Músico con una trayectoria de más de 35 años, en sus comienzos mostró interés por la música soul, pero el contacto que estableció con el gran saxofonista Julius Hemphill provocó que se conectara con la vanguardia jazzística de los últimos años. Con una profusa discografía y diferentes formaciones a lo largo del tiempo (su último grupo es de los más atractivos del panorama del jazz actual), excelente instrumentista y prolífico compositor en su obra se amalgaman de manera notable el rigor de la música escrita con las improvisaciones cercanas al free jazz..
En el concierto en Thelonious, Berne estuvo acompañado por el pianista Ernesto Jodos, uno de los instrumentistas más completos de nuestro medio y Sergio Verdinelll, de los improvisadores más libres entre los bateristas locales, y en este recital Berne mostró su faceta más cercana a las mencionadas expresiones del free jazz. Sus extensos solos, mostraron su particular fraseo, la calidad de su vibrato y los cambios de tiempos de sus solos. Jodos mostró su habitual ductilidad para amoldarse a los más diversos contextos y aportó sus abundantes ideas para la improvisación. En cuanto a Verdinelli, hay que decir que su labor fue sencillamente magistral, con un trabajo formidable, tanto con los palillos como con las escobillas y escapando permanentemente a los que podría ser una mera base rítmica. La hora y diez del concierto fue un ajustado muestrario de las calidades de estos músicos y una confirmación de que muchos intérpretes locales- más allá de lo que opinen algunos jazzeros de “paladar negro”- pueden tocar con grandes músicos extranjeros en un mismo nivel de excelencia.
El concierto en el Centro Cultural Kirchner tuvo otras características: Tim Berne mostró esencialmente su faceta de compositor (sus intervenciones como solista fueron relativamente breves), colocándose al frente de tres ensambles locales con los que desarrolló un programa de extensas composiciones, más encuadradas dentro de la “música escrita”. Lo interesante fue percibir como los jóvenes músicos de las diferentes formaciones consiguieron acoplarse a la propuesta del director, tanto en los excelentes riffs como en sus intervenciones como solistas. En este último terreno hay que destacar la tarea de la saxofonista Camila Nebbia, la pianista Pía Hernández, el baterista Fermín Merlo y los saxofonistas Andrés Tarditti y Gabriel Stern (desarrolló un notable dúo con Berne). Un muy buen concierto que mostró a Tim Berne en una faceta diferente y confirmó el talento de varios jóvenes músicos locales. Jorge García.
RICHARD GALLIANO EN VIVO EN EL CENTRO CULTURAL KIRCHNER.
Con una extensa trayectoria y gran reconocimiento internacional, Richard Galliano es uno de los mayores intérpretes del mundo del acordeón a piano. Gran renovador en Francia de la música musette, sus primeros discos lo mostraron incursionando en el jazz pero el haber conocido a Astor Piazzolla provocó que el tango, principalmente la música de Astor, formara parte regular de su repertorio. Virtuoso absoluto del instrumento, del que es capaz de extraer las más variadas sonoridades, en su nueva presentación en Buenos Aires ofreció un concierto dividido en tres partes. En la primera, solo con su acordeón, abordó obras propias, algún tema brasileño y un par de obras de Piazzolla (excelente su versión de Libertango) que mostraron su enorme virtuosismo. En la segunda parte, con el violinista francés Bertrand Cervera, otro notable intérprete, formó un atípico dúo interpretando obras propias y en la tercera a estos dos músicos se incorporaron tres músicos locales, el siempre destacable Nicolás Guershberg en piano, Juan Pablo Navarro en contrabajo y Pipi Piazzolla en batería y tras una versión de su tema Spleen, Galliano, como no podía ser de otra manera, abordó un repertorio “piazzoliano” que incluyó muy buenas versiones de Otoño porteño, Primavera porteña, Oblivion y como bis, un tango dedicada a Laura Escalada, ultima esposa de Piazzolla. Lo destacable fue la capacidad de Galliano para asimilar con su acordeón el espíritu de las obras de AP, como para que no se extrañara el bandoneón del maestro. Un muy buen recital de un gran instrumentista en distintos formatos. Jorge García.
HIROMI UEHARA EN EL TEATRO COLISEO.
En ocasión de la primera presentación de Hiromi Uehara en Buenos Aires, en aquella ocasión con un trío, había hecho una reseña en la que hacía algunos reparos al estilo de la pianista. Bien, esos reparos se ven potenciados en esta segunda actuación suya, en este caso en calidad de solista. Hiromi es una instrumentista de una destreza descomunal, capaz de tocar a las más vertiginosas velocidades sin pifiar una nota (pareciera que tiene veinte dedos); ahora bien ¿esas características la transforman en una gran pianista? Mi apreciación es negativa. Estlísticamente, a diferencia de los que ocurrió en su presentación anterior, se mostró notablemente conservadora (podría ser una pianista de los años 30 o 40 provista de una gran técnica). Su uso del stride y del ostinato apareció como abusivamente reiterativo y sus improvisaciones (me) terminaron saturando. Hiromi parecer desconocer el uso de los silencios y no hubo tampoco en el recital espacio para algún remanso de tranquilidad y/o reflexión, todo fue hecho a una gran velocidad y sin ningún tipo de matices. La pianista, por razones que desconozco, tiene aquí una enorme cantidad de adeptos que llenaron las dos funciones del Teatro Coliseo y cuenta con un gran consenso entre la crítica internacional. En mi opinión su pirotecnia interpretativa suena superficial y efectista y es muy difícil en su discurso sonoro percibir algún atisbo de profundidad y/o emoción. Jorge García.
STELLA MARIS PONCE Y GABRIEL GRÄTZER EN VIVO EN LA BIBLIOTECA CAFE. Del Spiritual al Blues. Una historia poética y musical.
Cada tanto se produce en Buenos Aires la presentación de una cantante del interior de nuestro país, desconocida en estos pagos. Es el caso de Stella Maris Ponce, quien además de vocalista es poeta (y de las buenas), quien se presentó en ese íntimo y acogedor lugar que es La Biblioteca Café acompañada por Gabriel Grätzer, un guitarrista, cantante e investigador que desde hace varios años se dedica a la investigación de los orígenes musicales del spiritual y el blues. Pero la originalidad mayor de espectáculo consistió en la intercalación entre las canciones de poesías de Stella de su libro Spirituals. Así se pudieron escuchar algunos blues cantados por Grätzer precedidos de didácticas explicaciones de sus orígenes, otros temas (spirituals y blues) que la cantante interpretaba acompañada por el guitarrista luego de recitar un poema afín al tema en cuestión, entre los que se destacaron las versiones de St.Louis Blues y Trouble in Mind. Pero tal vez los pasajes musicales más originales fueron las versiones a capella de Stella Maris de algunos clásicos del género como Amazing Grace y Nobody Knows the Trouble I See y un gran momento del recital fue el tema afroamericano Canto a Ogun con el que da comienzo, y cierre al espectáculo, también interpretado a capella. Hay que señalar que Stella Maris Ponce es una intérprete de gran versatilidad ya que también canta tangos y jazz y es de esperar que este debut sirva de trampolín para nuevas presentaciones suyas en Buenos Aires. Sus condiciones vocales así lo merecen. Jorge García.
MARTIN ROBBIO TRIO Y LOS GUEVARISTAS. Tierra. Edición independiente
Con dos excelentes discos anteriores (Parresía y El mismo río, comentados en este mismo espacio), el joven y talentoso pianista Martín Robbio presenta aquí su tercer trabajo, un caleidoscópico y ecléctico recorrido por músicas de diversas procedencias, en los que investiga la influencia de la música africana sobre esos ritmos. Para ello a su trío habitual integrado por Juan Fracchi en contrabajo y Ariel Sánchez en batería agrega al conjunto de percusión Los Guevaristas, dirigido por Facundo Guevara, tal vez el más completo instrumentista en ese terreno de nuestro medio, más la presencia de algunos invitados. Robbio es un pianista muy dotado que, además, siempre se ha mostrado como un gran improvisador lo que le otorga a todas sus interpretaciones un aura eminentemente jazzístico. El disco comienza con una notable versión de La bacha, la innovadora cueca que Eduardo Lagos compusiera en 1949 (¡!) en la que Robbio ofrece un gran solo (son varios los solos notables del pianista en el disco). La línea más jazzística se puede apreciar en Elvin (Sir) Jones, de Mc Coy Tyner, expuesto en ritmo de guaracha y en Hymn, de Marty Ehrlich que comienza con una introducción de Fracchi y tiene una destacada participación de Martín Sued en bandoneón. La vertiente más folclórica del disco se puede apreciar en La ida y vuelta, del Cuchi Leguizamón, ofrecida como una suerte de chacarera tropical, si cabe el neologismo, en la bonita huella Toda la Pampa, de Oscar Alem, en Meléndez, de “pollo” Raffo, una suerte de cueca muy libre, en Nadie arriba, nadie abajo, de Nora Sarmoria, donde se luce Marcos Cabezas en marimba y en el ya clásico El Chancho, de Dino Saluzzi, con sus bruscos cambios de tiempo y un muy buen solo de Fracchi con el arco. Y otra bienvenida presencia es la de la cantante Victoria Zotalis quien se luce en la vocalización en Chegada, de Nana Vasconcelos y Thula Mtwana, de Bheki Mseleku. Un excelente disco que confirma a Martín Robbio como uno de los más personales músicos de la actualidad dentro del terreno de la música popular. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL DOMINGO 9 DE OCTUBRE A LAS 21.30 HS. EN EL CAFF, SANCHEZ DE BUSTAMANTE 764.
PABLO MOSER CUARTETO. Mascota. Kuai Music 039.
El prolífico terreno del jazz nacional presenta a una gran cantidad de buenos saxofonistas; entre ellos Pablo Moser es uno de los más completos, ya que interpreta con la misma solvencia los saxos tenor, soprano y barítono. En este disco solo toca los dos primeros, acompañado por Juan Pablo Hernández en guitarra, Juan Manuel Bayon en contrabajo y Pablo Díaz en batería, desarrollando un programa integrado por obras propias. Quienes han escuchado a Moser en otros contextos y están acostumbrados a la fiereza de sus solos, tal vez se sorprendan por el tono introspectivo y reposado de este trabajo, pero en este terreno también muestra sus virtudes como ejecutante, además de mostrarse como un muy interesante compositor. El disco se inicia con Mushotoku, un tema en el que se detectan influencias de la música africana y continua con Dos corazones, una lírica balada. En el tema que da título al CD, el saxo soprano trabaja sobre un ostinato de guitarra y un sutil trabajo de la batería. También se perciben influencias de la música étnica en Aduki, mientras Las montañas está desarrollado en tiempo medio. Pueblo fantasma tiene una introducción de bajo y en el tema en sí hay muy buenos solos de Hernández y Moser en soprano. El disco finaliza con Aardvark, la obra más compleja y elaborada del disco en la que hay un gran trabajo de Díaz. Un muy buen debut del cuarteto de Pablo Moser. Jorge García.
JULIO AZCANO. Distancias. Eos guitar edition 420113
Guitarrista argentino radicado en Suiza, Julio Azcano presenta aquí este trabajo, compuesto por solos de guitarra clásica, varios propios y algunos de otros autores. Azcano es un excelente instrumentista y competente compositor en cuyo estilo se pueden detectar ecos del estilo de Ralph Towner, el legendario guitarrista del grupo Oregón, en su inclasificable amalgama de elementos jazzísticos, folclóricos, de la música académica y hasta del flamenco y en la precisa creación de climas sonoros. El disco comienza con el bello y melancólico tema que le da título, un tono que también se puede apreciar en Abalada, de Rodrigo Botter Maio. Ecos brasileños se pueden apreciar en Luz de abril y Orbitaciones, en tanto que aires folclóricos están presentes en Zuricheñas y el bonito Cielo abierto, de Quique Sinesi. El tomo lírico e introspectivo reaparece en Diciembre, de Günter Wehinger y Polymetric Study V, de Dusan Bogdanovic mientras que los ecos “townerianos” se escuchan en Spanish Stars, de Paul Mc Candless, otro integrante de Oregón. Un muy atractivo disco de un músico poco conocido en nuestro país. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL DOMINGO 16 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.
JUANJO HERMIDA/JULIAN HERMIDA. Desgenerados. Epsa 1864.
Segundo trabajo de de el pianista Juanjo y el guitarrista Julián, dos homónimos que nada tienen que ver entre sí. A diferencia de su trabajo anterior, de un tono marcadamente tanguero, este cuenta con numerosos invitados e incluye obras de otros géneros en un programa que presenta obras propias, algunos temas ya clásicos de otros compositores y un tango de la época de oro, expuestos a través de creativos arreglos. Instrumentistas muy bien dotados, en las distintas obras se percibe un claro interés por amalgamar elementos tradicionales y modernos, aunque siempre con una impronta personal. El disco se inicia con la obra que le da título, un vigoroso tema de Julián en el que participan una sección de vientos, Juan Miguens en contrabajo y Diego Olivera en batería. Sin embargo el tono predominante es introspectivo, algo que se puede apreciar en Miasma, también de Julián, otra vez con Miguens y Olivera y con un muy buen solo del autor, en Recuerdo de una ciudad, de Juanjo y la cantante Marisa Vázquez y en Trin Trin, de Julián, donde participa un cuarteto de cuerdas y hay también dos dúos e los líderes, Hermidueto, de Juanjo y el poético Oblivion, de Astor Piazzolla. Nos horizontes do mundo es un lírico tema del brasileño Paulinho da Viola, interpretado por el dúo con Miguens, en Estate, el clásico italiano de Bruno Martino participa en voz y guitarra Luis Salinas y en Plegaria para un niño dormido aparece otra vez el cuarteto de cuerdas y la siempre bienvenida presencia de la cantante Alicia Vignola. El único tango clásico del disco es un excelente arreglo de Toda mi vida, donde se destaca el bandoneonista Horacio Romo. Un muy buen segundo trabajo de los Hermida. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 29 DE SETIEMBRE A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.
ORQUESTA EL ARRANQUE. 20 años. En vivo en Café Vinilo. Café Vinilo 1416.
Aunque en realidad es un septeto, su sonido le hace acreedor a El Arranque de la categoría de orquesta, con una formación que ha logrado sostenerse con señalado y creciente éxito a lo largo de dos décadas sin demasiados cambios. Es probable que ese éxito esté cimentado en la manera con que ha conseguido conjugar en sus arreglos las raíces tradicionales del género con la modernidad. Aquí ofrece un programa que alterna obras instrumentales con otras cantadas con el estilo sobrio y contenido de Juan Villarreal, a lo que hay que sumar la presencia de Lucas Martí y el uruguayo Fernando Cabrera en un par de temas. Entre los temas instrumentales hay destacadas versiones de Arrabal, el precursor tango de José Pascual, Milonguero de hoy, un bello tema de Leopoldo Federico y Osvaldo Requena, en el que se destaca el bandoneonista Marco Antonio Fernández, dos inspiradas obras de Camilo Ferrero, primer bandoneón de la formación, A los nuevos milongueros y Enigmático y un notable arreglo de El choclo, a cargo del violinista Ramiro Gallo. De las obras cantadas corresponde destacar la interpretación de Villarreal de dos tangos no muy transitados, Amarras y Gime el viento y dos expresivas versiones de antiguo estilo El sueño y de Almita herida, una de las gemas de la dupla Cobián-Cadícamo. Cumplieno sus primeros veinte años, otro sólido trabajo de El Arranque. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO LOS VIERNES 7 Y 14 Y LOS SÁBADOS 8 Y 15 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.
CUARTETO BIRABEN. El lago. Edición independiente.
Federico Birabén es un joven y destacado bandoneonista. Este disco es su debut como líder al frente de un cuarteto que integran los tan jóvenes como promisorios Ramiro Miranda en violín, Pablo Murgier en piano y Seba Noya en contrabajo, con quienes desarrolla un repertorio de obras del líder que, como está ocurriendo cada vez con más frecuencia, escapan a la enorme influencia de la música de Astor Piazzolla, y que sin dejar de lado las raíces del tango, proponen un sonido moderno y personal en cada una de sus interpretaciones. Asimismo, sin dejar de lado los solos, el grupo se caracteriza por la sólida interacción que existe entre los diversos instrumentos. El disco comienza con Coche cama, una milonga lenta en la que se destacan Birabén y Miranda y continúa con el melancólico Campera. El tono introspectivo se mantiene en Jornal, donde hay un lírico solo de Murgier, en tanto que Milo, un tema de compleja estructura, es la obra más intensa del CD. Tzequi bon es una suerte de candombe con un gran trabajo de Noya, mientras que el tono reflexivo reaparece en la primera parte de Llegó el invierno, con un muy buen solo de Birabén antes que el tema desarrolle un poderoso crescendo. El disco finaliza con Cíclope una vigorosa milonga en la que Abel Rogantini y Pablo Motta reemplazan a Murgier y Noya. Un muy buen debut de este cuarteto. Jorge García.
TATA DIOS. Panal. Edición independiente
CHICHE TRIO. Chiche. Kuai Music
SUED-NIKITOFF. Edición independiente
El bandoneón es el instrumento tanguero por excelencia y Martin Sued es uno de sus más destacados ejecutantes dentro de la nueva generación. Ahora bien, su peculiaridad radica en que si bien está perfectamente capacitado para interpretar tangos –como lo demuestra el disco en dúo- ha conseguido extraer de su instrumento una sonoridad muy particular que ha aplicado a la construcción de una música –como puede apreciarse en los otros dos discos- que excede las fronteras tangueras y se constituye en una propuesta inclasificable en la que se pueden detectar ecos del jazz, el folclore y la música académica pero cuya síntesis es marcadamente original y personal.
El disco de Tata Dios (grabado hace ya algún tiempo pero necesario de comentar por ser el grupo que mejor lo ha referenciado hasta ahora) muestra a Sued al frente de un cuarteto que integran Alan Plachta en guitarra, Alfonso Alcolea en bajo y Nicolás Gaggero en batería y percusión desarrollando un programa integrado por obras mayoritariamente suyas -aunque hay dos de Alcolea y una de Spinetta- que muestran las características apuntadas más arriba. Hay aquí temas intensos como Hormiga, ya un clásico de Sued, que muestra su notable utilización de los agudos del bandoneón, y En soledad, de Alcolea. Un tono más lírico aparece en Cartas, una especie de zamba que comienza con una intro de la guitarra, en Otoño y en Canoa. El tema que da título al disco y En la sonrisa, tras comienzos serenos y reflexivos desarrollan un poderoso crescendo, en tanto Hiedra al sol, del flaco Spinetta presenta una extensa cadenza de bandoneón solo. Un muy buen primer trabajo de este cuarteto.
El reciente CD del Chiche trío es una muestra de la versatilidad de Sued, que aquí se presenta acompañado por Juan Pablo Di Leone en flautas, armónica y pícolo y Sergio Verdinelli en batería, quien cumple una notable labor. El disco se inicia con Balvina, un aire de candombe y continúa con Sanyo, donde hay un lírico dúo de flauta y bandoneón. Hormiga vuelve a aparecer aquí, con lucimiento de Di Leone en el pícolo y en Reloj el dúo destacable es el de Sued y Verdinelli. Tras la improvisación colectiva de Lago aparecen dos temas del baterista, el intenso Piedra y el más introspectivo Cataforesis, donde Di Leone se destaca en armónica. El disco concluye con el vigoroso tema que da título al disco y y un breve dúo de bandoneón y vibráfono, a cargo de Verdinelli. Otro disco que muestra el talento de estos músicos.
Pero como señalamos, Sued no deja de lado el tango y en dúo con el excelente guitarrista Leandro Nikitoff ofrece un programa mayoritariamente integrado por clásicos de nuestra música ciudadana, aunque también hay un tema de Sued (Sanyo, que aparece en el disco del Chiche trío), otro de Nikitoff, Dos bohemios, una milonga dedicada a Rudi y Niní Flores y Un vals en Paris, un tema del recordado Niní que puede servir de homenaje a su trayectoria. En los temas clásicos hay una perfecta amalgama entre los dos músicos, lo que da lugar a muy buenas versiones de tangos de primera línea como Amurado, Maipo, A San Telmo, Malena, donde Sued vuelve a mostrar su dominio de los agudos, Mal de amores y Don Agustín Bardi, obra mayor de Horacio Salgán. Un disco que es una buena oportunidad para apreciar la ductilidad de Martín Sued. Jorge García.
CASIANA TORRES. Al corazón de la tierra. Acqua 475.
Así como hay intérpretes que dentro de nuestra música folclórica desarrollan una tarea de constante búsqueda de nuevos caminos hay otros –sin que ello signifique un menoscabo para su labor- que prefieren aferrarse a las raíces tradicionales de esta música. Es el caso de la cantante fueguina Casiana Torres. Con una trayectoria ya dilatada, a pesar de su juventud, Torres, una vocalista sobria y expresiva, ha elegido en su trabajo profundizar en aquellos terrenos recurriendo al austero formato del canto con guitarra, con la ocasional presencia en algunos temas del bajo y la percusión. Para ello contó con los arreglos y el acompañamiento del guitarrista Martín Nazareno Castro en un repertorio ecléctico en el que interpreta diversos ritmos de nuestra música folclórica. De ese modo, el disco comienza con el chamamé Cambicho del Iberá, en el que aparece como invitado el recordado acordeonista Niní Flores. Dentro del variado programa corresponde destacar las versiones de Canto minero, un intenso tema de Carlos Di Fulvio, la chamarrita El por qué, de José Larralde, una sentida versión de El violín de Becho, del gran Alfredo Zitarrosa, la poco escuchada zamba La viajerita, de Yupanqui, Milonga nomás, de de Roberto Yacomuzzi y la chacarera Don Comegente, de Néstor Soria. Un disco que, sin pretensiones innovadoras, bucea en las raíces más profundas de nuestro folclore. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL JUEVES 13 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN HASTA TRILCE, MAZA 177.
CAMEJO-CAPOCCI. Te entrego mi voz. Edición independiente.
Muy diferente es este trabajo del dúo integrado por el cantante y percusionista Lucas Camejo y el guitarrista Guillermo Capocci, quien también utiliza procesadores y participa vocalmente en algunos temas. Aquí el repertorio es más amplio ya que se alternan títulos folclóricos, con canciones del rock urbano, algún tango, temas de compositores extranjeros como los uruguayos Fernando Cabrera y Jorge Drexler y el español Javier Ruibal, más algunas obras de Capocci. Camejo es un cantante con un registro de variados matices y el guitarrista, elude los rasgos característicos del acompañamiento tradicional, incluyendo momentos casi experimentales. Así se pueden escuchar creativos arreglos de temas muy conocidos como las zambas La nostalgiosa, con un original ostinato de la guitarra, y Cantora de Yala y del tango Nostalgias en una versión totalmente alejada de las conocidas. Jorge Fandermole está representado por dos bellos temas, el aire de zamba La mirada y la perdurable Oración del remanso, en tanto que la canción urbana está presente con las interpretaciones de Sea, de Drexler, Fuga capella, de Spinetta, vertida por Camejo como su nombre lo indica y Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez. Capocci se muestra como un interesante compositor en Nada que perder, un tema vocalizado por ambos y Brasita, cantada por el compositor. Un muy atrayente debut de este dúo. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL SABADO 15 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN SALTA Y RESTO, SALTA 755.
DUO BOTE. Ysyry. Edición independiente
La música del Litoral es una de las más ricas del país y el Dúo Bote, integrado por la cantante y actriz misionera Flor Bobadilla y el guitarrista formoseño Abel Tesoriere – quienes están investigando en ella desde 2011- le dedican este trabajo. Bobadilla es una cantante de afinado timbre y ricos matices, (habíamos comentado su primer disco, Cipsela, en este mismo espacio) en tanto que Tesoriere consigue que su guitarra también funcione ocasionalmente como un bajo o un instrumento percusivo y en su trabajo conjunto consiguen un clima de delicado intimismo. Se pueden escuchar así diversos ritmos litoraleños, como el movido chamamé Cambá galleta que da comienzo al disco, la polca paraguaya, Ndeve guara santaní o la bonita galopa Costera. Hay chamamés de un tono más romántico como Necesito y una canción del gran compositor uruguayo Alberto Mastra, No la quiero más. Pero tal vez los más bellos momentos del disco sean las interpretaciones del dúo de dos clásicas guaranias, Mi dicha lejana y Mis noches sin ti y el bolero Mil congojas con que finaliza el CD. Un muy logrado trabajo de este dúo, incursionando en la bella música litoraleña. Jorge García.
MIJAL GUINGUIS. Pequeñas eternidades. Epsa 1774.
Hay algo indudable y es que Mijal Guinguis a lo largo de sus diez años de carrera ha mantenido una notable coherencia. Con su voz suave y afinada, la cantautora ha desarrollado una temática intimista (personalmente me resulta de un romanticismo algo reiterativo) y ha evolucionado notablemente con arreglos más elaborados y complejos, en este caso para piano, grupo de cuerdas y percusión. Los ritmos oscilan entre la balada, las influencias folclóricas y las de la música ríoplatense para narrar pequeñas historias teñidas de un tenue erotismo. Sin duda hay buenos momentos en el disco, pero el mejor, en mi opinión es la canción que lo cierra, Casi nada, una suerte de zamba lenta que canta solo acompañada por el contrabajo de Nicolás Rainone y que presenta la mejor letra del disco. Jorge Garcia.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 21 DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN EL CENTRO CULTURAL DE LA MEMORIA HAROLDO CONTI, AVENIDA DEL LIBERTADOR 8151.
MELINA MOGUILEVSKY. Mudar. Memo 02.
Segundo disco de esta joven y talentosa cantante y compositora (el primero, Arbola, fue comentado en este espacio) en el que profundiza los rasgos estilísticos expuestos en aquel trabajo, esto es, la utilización de la voz como un instrumento más y la utilización de poemas de tono existencial que exceden la mera peripecia individual. Acompañada por Tomás Farés en piano, responsable con Melina de los elaborados y creativos arreglos instrumentales, Lucio Balduini en guitarra, Ezequiel Dutil en contrabajo y Martín Rur en vientos diversos, más la presencia de numerosos invitados, Melina ofrece un atractivo programa de obras propias que la ratifican como una de las más atrayentes cantautoras de la actualidad. Hay piezas de un tono melancólico como La nada, en la que se destaca Rur en clarón y Llama la noche, otras líricas e introspectivas, tal el caso de Solo el viento, que ofrece un excelente dúo de bajo con arco y clarinete, Tempestad, en la que la cantante se luce en la vocalización, algo que también ocurre en Tanto y en la sentida Pasillos, solo acompañada por el piano. Hay también temas con influencias de ritmos folclóricos como Donde ya no entraba, una suerte de chaya y en El miedo, un aire norteño donde está solo acompañada por Gusso y obras de un tono obsesivo como Color del mar y Pájaro nadador, con otra excelente vocalización. Un muy buen segundo disco que confirma el talento de Melina Moguilevsky. Jorge García.
ESTE DISCO SE PRESENTARA EL SABADO 1° DE OCTUBRE A LAS 21 HS. EN CARAS Y CARETAS, SARMIENTO 2037.
JORGE ZIMA Y JUAN VATTUONE. La medida de lo imposible. Profana producciones 284716.
A priori, las trayectorias de Jorge Zima y Juan Vattuone son muy diferentes; Zima es cantautor y cineasta con serios estudios musicales con perfeccionamiento en el extranjero y profesor universitario. Vattuone, en cambio se define como un artista popular intuitivo, alejado de los medios académicos. Sin embargo, están de acuerdo en una mirada comprometida con la realidad social y profundamente política. En este trabajo conjunto con música influenciadas por ritmos tangueros, folclóricos, centromericanos y rioplatenses y arreglos de Jorge Zima (en su mayoría) y Sergio Liszewski, presentan letras en las que se entremezclan la protesta, el humor, la ironía y la denuncia social y si bien en varios temas cantan ambos, en algunos actúan como solistas y, salvo uno, los temas pertenecen a ambos. Dentro del interesante proyecto cabe resaltar la ironía y el humor ácido del ritmo de chacarera Tipos normales, el tango El Grondosarlo, el blues Ojo con los chabones que se peinan en los baños y Uno de los nuestros. La mirada esperanzada sobre el futuro aparece en Yo quiero una vida ma´ mejor y los aspectos más políticos aparecen en Soy del Río de la Plata, Nunca me voy a quedar tranquilo y, sobre todo, en el intenso y profundo Reivindicación de la grieta. Un valioso registro de dos artistas a los que –con las dificultades y ambigüedades que conlleva el término- se pueden definir como populares. Jorge García.
RAUL GARELLO (1936-2016)
Malos han sido los últimos tiempos para los tangueros ya que, aparte del maestro Horacio Salgán, han fallecido en poco tiempo tres de los principales referentes dentro de la renovación de las orquestas típicas. Primero fue Leopoldo Federico, luego Osvaldo Berlingieri y ahora, de manera totalmente inesperada (iba a actuar en pocos días al frente de la Orquesta de Tango en la Usina del Arte y de su sexteto en Oliverio Girondo) se nos fue el bandoneonista, compositor y arreglador Raul Garello. Nacido en Chacabuco, su debut en Buenos Aires se produjo en la Orquesta de Radio Belgrano pero su consagración llegó cuando integró desde 1963 la línea de bandoneones de la orquesta de Aníbal Troilo donde ya mostró como ejecutante su estilo conciso y profundo para aproximarse a cada tema. Sus comienzos como arreglador de esa formación (fue el último de ella) fueron curiosos ya que Pichuco escuchó una interpretación del “Polaco” Goyeneche en la que lo sorprendieron los arreglos orquestales y cuando preguntó de quien eran su sorpresa fue grande cuando se enteró de que eran de Garello. Allí mismo Troilo le encomendó que hiciera uno de Los mareados para su formación y desde allí hasta la extinción de la orquesta fue el arreglador excluyente. También cumplió esa tarea con Baffa-Berlingieri y Enrique Francini y luego formó su propia orquesta con la que grabó varios discos instrumentales memorables y con la que también acompañó, como se mencionó, a Goyeneche, a Rubén Juárez y al gran Floreal Ruiz en su última grabación. Pero también Garello fue un notable compositor (sirvan como ejemplo Margarita de agosto, Che Buenos Aires, Bien al mango, entre varios grandes temas ). En los últimos tiempos su actividad se centraba en la Orquesta de Buenos Aires y su excelente sexteto. Fallecido en plena actividad, su muerte deja un vacío importante en el terreno de nuestra música ciudadana. Jorge García.