JUAN PABLO NAVARRO SEPTETO. Los dopados. La música de Juan Carlos Cobián. Club del Disco 112.
Juan Carlos Cobián es uno de los más importantes compositores dentro de la historia del tango (personalmente lo tengo en mi podio junto a Astor Piazzolla y Julio (¿Francisco?) De Caro). Sus obras no solo desbordan de inspiración melódica sino que también presentan una notable modernidad. Seguramente esa modernidad es la que dio lugar al contrabajista Juan Pablo Navarro a realizar estos originales y creativos arreglos sobre varios tangos de Cobián. Navarro es uno de los más completos contrabajistas del país, aparte de competente compositor y arreglador, como lo demuestran sus trabajos anteriores (comentados en este espacio) y aquí está acompañado por un grupo que completan Nicolás Enrich en bandoneón, Bruno Cavallaro en violín, Emiliano Greco en piano, Sebastián Tozzolo en clarón, Esteban Falabella en guitarra y Sergio Verdinelli en batería, desarrollando brillantes arreglos e improvisaciones tomando como base las inspiradas creaciones de Cobián. Así el disco comienza con una brillante versión de El motivo en la que se destacan Tozzoli y Verdinelli y hay un notable dúo de piano y violín y continúa con Nostalgias, donde hay muy buenos solos de violín y bandoneón. En La casita de mis viejos, tras una intro de la guitarra se destacan, otra vez Cavallaro, y Falabella. El gran arreglo de Mi refugio, en el que se luce Tozzolo, está precedido por un breve tema de Navarro, Mi bunker, mientras Rubí es un formidable dúo de bandoneón y contrabajo., en tanto que en Susheta hay un lucido contrapunto entre el bandoneón y los timbres que propone el clarón. Hay también en el disco tres temas cantados, una gran interpretación de Almita herida, a cargo de Noelia Moncada, solo acompañada por Navarro en bajo eléctrico y en el único aspecto discutible del disco, versiones de Niebla del Riachuelo y Los mareados (por qué no su título original, el mismo del disco) en los que el canto de Fito Páez no logra integrarse a los excelentes arreglos. Salvo por este personal reparo, estamos ante un disco notable que confirma el talento de Juan Pablo Navarro, no solo como instrumentista sino también como arreglador. Jorge García.
NOELIA SINKUNAS. New York Sessions. Edición digital.
Noelia Sinkunas es una brillante pianista conocida principalmente por sus participaciones en el grupo Alto Bondi, en el Trío Inestable que acompaña regularmente al cantante Cucuza Castiello o actuando como ladera de diversos vocalistas. Sin embargo es su trabajo como solista el que demuestra sus formidables dotes de instrumentista como se puede apreciar en su disco debut (comentado en este espacio) y en este nuevo trabajo. Noelia es una pianista de una notable técnica, potente digitación y enorme capacidad para la improvisación, algo que puede apreciarse en este ecléctico disco, que abreva en las más diversas fuentes, desde el tango hasta el jazz y el rock, pasando por la música académica y la cumbia villera. El CD comienza con Smoker Man, un tema inspirado en ese último ritmo y continúa con MMLYQTP (desde luego un tema político) dividido en dos partes, la primera un preludio y la segunda una fuga en la que la pianista hace gala de toda su inventiva como improvisadora. El tema titulado con el aséptico título de Tango, es una brillante y creativa deconstrucción del clásico de Carlos Gardel Por una cabeza, en tanto que Nena, una vez más incorpora otra vez la fuga de origen académico. La versatilidad de Noelia se puede apreciar en los dos últimos temas del disco, excelentes improvisaciones sobre Italian pasta man, un tema de Britney Spears y Noches vacías, una cumbia de Gilda. Un disco inspirado y variado que ratifica a Noelia Sinkunas como una de las pianistas más completas y creativas del país. Jorge García.
LUCRECIA MERICO. Intima. Edición independiente.
Lucrecia Merico es una cantante de tangos reconocible principalmente por su estilo arrabalero, inspirado en vocalistas como Rosita Quiroga. Pero en los últimos tiempos, ha hecho un viraje en ese estilo editando un disco de boleros (comentado en este espacio) y ahora este trabajo, grabado en vivo, en el que acompañada por Juan Iruzubieta en guitarra –también responsable de los arreglos-, ofrece un cambio de registro en los que muestra su notable afinación y su perfecta dicción recorriendo un repertorio de grandes clásicos de nuestra música ciudadana expuesto de manera muy personal. Así el disco comienza con una muy buena interpretación de Marioneta y continúa con una lírica versión del romántico vals Flor de lino. La cantante capta con precisión la intensidad de Los cosos de al lao y la melancolía de La luz de un fósforo, mientras que Se suelta, un bello poema de Raimundo Rosales, tiene como fondo musical el tema Nubes de Django Reinhardt. Hay una muy buena versión de Soledad y el excelente arreglo de Cambalache escapa a los habituales de ese transitado tema. El disco finaliza con Fangal, el último tema inconcluso de Discépolo, completado por Homero Expósito y el clásico de Celedonio Flores, Audacia. Un muy buen CD de Lucrecia Merico, en un registro diferente al de otros trabajos suyos. Jorge García.
JUAN BAYON. El sonido de la diferencia. Edición digital.
Juan Bayón es uno de los más dúctiles contrabajistas de nuestro medio, capaz de desenvolverse con similar solvencia en los más diversos terrenos.. En este nuevo trabajo, acompañado por Camila Nebbia en saxo tenor, Lucas Goicoechea en saxo alto, Nataniel Edelman en piano y Andrés Elstein en batería presenta un repertorio integrado en su totalidad por obras propias que lo muestran también como un muy competente compositor. El disco comienza con La diferencia, un tema en medio tiempo que cuenta con un intenso solo de Goicoechea y continúa con Es un faro que tras una introducción del piano ofrece un muy buen trabajo en dúo de los saxos y de Elstein en la batería. Para dormir a Sabino es un lírico y extenso solo de contrabajo y el CD finaliza con Sin palabras, un tema compuesto en memoria del prematuramente fallecido trombonista Francisco Salgado en el que hay un muy buen solo de Edelman y un destacado trabajo de los saxos. Un nuevo y muy atractivo disco de Juan Bayón. Jorge García.
ELN TRIO. Música de Ornette Coleman. Edición digital.
Ornette Coleman es uno de los músicos fundamentales de las últimas décadas del siglo XX y para algunos, con lo discutible que puede ser la afirmación, el inventor del free jazz. Lo cierto es que Coleman es una de las figuras más influyentes del jazz moderno y una fuente de inspiración para numerosos músicos. En este caso el trío integrado por Andrés Elstein en batería, Santiago Lamisovski en contrabajo y Camila Nebbia en saxo tenor recrea varias obras de Ornette en atractivos arreglos. El disco comienza con una melancólica versión de Broken Shadows en la que se luce el bajo con arco y continúa con el clásico Blues Connotation con un muy buen solo de tenor y destacable trabajo de la batería. Last Years, tras una intro del contrabajo, presenta un lírico solo de Nebbia mientras que Congeniality tras un dúo de bajo y batería ofrece un vibrante solo de tenor. Al breve e intenso Chronology, lo sigue Round Trip y el introspectivo Peacem y el disco finaliza con el enjundioso Angel Voice, la muy libre Impro I y la melancólica balada Lonely Woman. Una muy interesante recreación de las obras de un relevante compositor, auténtico referente del jazz moderno. Jorge García.
NICOLAS BOCCANERA. Recuerdo aguja. Edición digital
Joven y muy interesante pianista, Nicolás Boccanera presenta su segundo disco, acompañado por Diana Arias en contrabajo y Federico Isasti en batería, ofreciendo un repertorio integrado por obras propias, que lo muestran como un atrayente compositor. El disco muestra una muy buena interacción entre los tres músicos, algo que se puede apreciar desde el primer tema, Desheredo, que tras una introducción del bajo, ofrece un intenso solo de piano, mientras SN, tocado en un tiempo atípico, presenta un ostinato de la mano izquierda y un muy buen trabajo de Isasti. Al obsesivo Tríptico lo sigue el introspectivo tema que da título al disco, introducido por el contrabajo con arco. En el lírico Resina y el más intenso Polilla hay una interesante participación de Sebastián Greschuk en flugel y el disco finaliza con Pocha, el tema del disco con una estructura más libre. Un muy atractivo trabajo de estos tres jóvenes músicos. Jorge García.
SEBASTIAN DE URQUIZA. Fulgora. Edición digital.
Segundo trabajo de este contrabajista (el primero fue comentado en este espacio), un músico en constante evolución. Acompañado por su padre Juan Cruz de Urquiza en trompeta, Pablo Moser en saxo tenor, Patricio Carpossi en guitarra y Guillermo Harriague en batería, Sebastián ofrece un repertorio integrado en su totalidad por obras propias en las que predomina un tono sereno y contenido. Dentro de esa tónica el disco comienza con Sin salida, en el que hay un muy buen trabajo de la trompeta y el contrabajo y continúa con el más intenso Un nefasto mono, donde hay un muy buen solo de Moser y un destacable trabajo de la batería. Un blues comienza con un dúo de trompeta y saxo que desemboca en un lucido solo de Juan Cruz mientras que Los días más claros es un breve dúo de Sebastian en pianio con Harriague En La Tobiana (se presume que dedicado por el autor a su hermano Tobías) hay una destacada participación de la trompeta y un muy buen trabajo de Moser en segundo plano en tanto que La salida presenta buenos solos de trompeta y contrabajo. Sebastián debuta en dos temas como letrista y cantante, el que da título al disco en el que toca e{ piano en dúo con el contrabajo de Mariano Otero y en Naufragio. El atractivo disco finaliza con el breve tema instrumental Die klaksten tage (¿qué querrá decir?). Jorge García.
ESTEBAN SEHINKMAN. The Lightming Trip. Club del Disco 105.
Conocido principalmente como ejecutante de teclados eléctricos en una línea musical de fusión, en este disco Esteban Sehinkman regresa a Chicago, ciudad en la que vivió entre 2001 y 2003, grabando este disco en piano acústico, acompañado por Mark Sonksen en contrabajo y Gregory Artry en batería con obras de su autoría. Planteado como un homenaje a los distintos músicos que influyeron en su carrera, Sehinkman ofrece la placa más jazzística de su carrera. Tras el intenso blue Avenida Corrientes, hay otro tema bluseado, Back in Town, con muy buenos solos de piano y contrabajo y un tono más cercano al hard bop se hace presenta en The Porsche. Ding Dong es una lírica balada que desemboca n un tema en medio tiempo y un tomo calmo predomina en Inexistiendo, en tanto que un aire pop impregna Sol de mediodía, con bien trabajo de los tres músicos. Jorge García.
PABLO VAZQUEZ/HERNAN SAMA. El nombre del ritual. Creative Sources 586.
Editado por el sello portugués Creative Source –dedicado de manera excluyente a la música que responde a la improvisación libre- aparece este trabajo del dúo integrado por el contrabajista Pablo Vázqurz y el saxofonista Hernán Samá. Vázquez es posiblemente el más arriesgado ejecutante de su instrumento en el país (formó parte del legendario grupo La Cornetita), ahora es integrante regular del cuarteto de Jorge Torrecillas) y su vertiente más experimental se pudo apreciar en el disco para contrabajo solo que grabara para este mismo sello (comentado en este espacio). En cuanto a Hernán Samá es un saxofonista ligado a las expresiones más vanguardistas del jazz (de él también se han comentado aquí varios discos) que reside actualmente en Amsterdam. Como era de esperar, este trabajo incursiona decididamente en los terrenos de la improvisación más libre a través de una serie de piezas que agotan las posibilidades que ofrecen los instumentos. Así se pueden escuchar desde temas que atrevan en el terreno del free jazz hasta obras de un carácter decididamente experimental, en las cuales el contrabajo es tocado con los dedos, el arco y también puede jugar un rol percusivo y del saxo tenor se extraen los más diversos sonidos, aunque también aparecen en el disco algunos pasajes de un insospechado lirismo. Un CD apto para todos aquellos dispuestos a incursionar en variantes musicales no convencionales y alejadas de las propuestas habituales. Jorge García.
WENCHI LAZO. Nocturno salvaje. Edición digital.
Son muchos los intérpretes provenientes del jazz en nuestro país que tocan la guitarra, pero no hay duda que Wenchi Lazo es uno de los más arriesgados. Buceador incesante de distintas propuestas ligadas al free jazz, al rock y a la música improvisada, en este reciente trabajo a solas con sus guitarras propone un recorrido de absoluta libertad creativa a través de una serie de piezas que exploran todas las posibilidades que ofrece el instrumento a través de diferentes improvisaciones. Es así que Lazo puede ofrecer temas de un tono lírico e introspectivo, como el que da título al disco y Arco eléctrico, otros más vigorosos y de un carácter casi expresionista, tal el caso de Vuelo circular y el vibrante Minerales racionales. Hay temas extensos y de compleja estructura como Arácnida y en otros las distorsiones provocan que parezca que suenen varias guitarras al unísono (Racimo, Al acecho). Un disco tal vez no apto para todo público pero que sin duda será disfrutado por oyentes con los oídos abiertos a sonidos que escapan a las propuestas que escuchamos regularmente Jorge García.
DON OLIMPIO. Mi fortuna. Edición independiente.
Si bien dentro de la música folclórica aparecen de manera permanente nuevos conjuntos, son pocos a los que se los puede calificar como auténticamente renovadores. Uno de ellos es Don Olimpio, el septeto liderado por el pianista Andrés Pilar y que completan Federico Randazzo en clarinetes, Juan Pablo Di Leone en flautas y quena, Milagros Caliva en bandoneón, Juan Manuel Colombo en guitarra, Diego Amerise en contrabajo y Agustín Lumerman en percusión, una formación que propone arreglos de Pilar que escapan a los tópicos habituales (el sonido del grupo, por momentos recuerda al de Anacrusa, la notable formación que dirigieran José Luis Castiñeira de Dios y Susana Lago). Pero Don Olimpio no alcanzaría la dimensión de gran nivel que tiene si no contara con una cantante como la catamarqueña Nadia Larcher, una intérprete que a su voz cálida y profunda le adosa una enorme intensidad expresiva y una gran capacidad para manejar los matices que requiere cada tema. Un ejemplo de la originalidad de los arreglos de Don Olimpio se puede apreciar en su versión de la zamba La zafrera, interpretada en un ritmo aun más rápido que el de las zambas tucumanas. Hay grandes momentos en el disco como las interpretaciones de la cantante del tema que le da título, la hermosa zamba Don Tula, de Pepe Núñez o la desolada desesperación de Maldigo del alto cielo, de la gran Violeta Parra. En todas estas obras es notable la perfecta alquimia entre la vocalista y el grupo, que ofrece también muy buenas versiones instrumentales del rasguido doble El hornerito y el bello chamamé Refugio de soñadores, de los hermanos Flores. Un notable segundo disco de este grupo (el primero fue comentado en este espacio) que coloca a Don Olimpio como uno de los conjuntos más renovadores y creativos del folclore actual. Jorge García.
ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 12 DE DICIEMBRE A LAS 21 HS. EN SANTOS DUMONT 4040.
ELI MONTEAGUDO Y DIEGO MARK. Arroyito de mi casa. Club del Disco 109.
Ignacio Jacinto Villa Fernández (más conocido como Bola de Nieve) fue un cantante, pianista y compositor cubano que alcanzó gran prestigio en las décadas del 50 y 60 del siglo pasado. A pesar de su escaso caudal de voz, el enorme feeling con el que dotaba a cada una de sus interpretaciones lo han convertido en una figura casi de culto entre los amantes del bolero y la música centroamericana. En este disco, la cantante cubana Elizabeth Monteagudo Pérez y el pianista argentino Diego Mark, a los que se suman en algunos temas el contrabajista Nicanor Suárez y el percusionista Gabriel Spiller, homenajean a Bola de Nieve recorriendo diversas obras de su repertorio en las que captan con precisión la esencia de cada uno de los temas. El programa recorre las dos vertientes principales que cultivó el artista, el bolero y la música de raíces negras. Así, entre los primeros se pueden escuchar ajustadas versiones del clásico Vete de mi (un hit del cantante), su desolado Ay, amor, el melancólico No puedo ser feliz, de Adolfo Guzmán y Alma mía, de María Grever. Entre los temas de carácter afro corresponde destacar las versiones de Drume negrita, Allá en el batey, Vamo´José y Babalú. Un disco muy atractivo y que es un merecido homenaje a una de las grandes figuras del la música del continente. Jorge García.
ICALMA. Para animar las pasiones. Club del Disco 098.
Segundo trabajo de este grupo dirigido por el contrabajista Alfonso Alcolea, también responsable de los arreglos y que completan Fernando Alonso en voz, Seva Castro en guitarra, Sergio Desanze en piano, Inti Sabev en clarinetes, Diego Suárez en flauta y Emilio Polledo en batería, a los que se suman en algunos temas dos cantantes de primera línea, Florencia Bernales y Flor Bobadilla. El grupo propone una fusión de ritmos folclóricos con elementos cercanos al rock, en un programa integrado por obras con música de Alcolea y letras de Alonso y un buen trabajo en los arreglos con destacables intervenciones de Sabev, Suárez y Desanze y las atractivas letras de Alonso, un cantante de muy buenas aptitudes, perceptibles en sus participaciones en Espejo de agua y Mi barrio. En el tema que da título al disco se luce Flor Bobadilla y Florencia Bernales ratifica que es una de las mejores cantantes del país en sus intervenciones en Para desatar el nudo, Ella miraba y Décima para Violeta. El disco se completa con una obra instrumental de Alcolea en dos partes, En las sonrisas. Jorge García.
AHICITO TUITO. Umbrales. Edición independiente.
Disco debut de este grupo de raíz folclórica surgido en La Plata e integrado por Anabel Urdaniz en voz, Uriel Eduardo Aguilar en guitarra, Estefanía Pérez en piano, Matías Fourcade en flauta y Emmanuel Millar en bombo y batería en el que desarrollan un repertorio mayoritariamente formado por obras de autores consagrados, en las que Urdaniz se muestra como una cantante afinada y de agradable timbre vocal. Hay en el disco ritmos para todos los gustos, entre los que corresponde destacar las versiones de la chamarrita Pal que se va, dl gran Alfredo Zitarrosa, la lírica Zamba para la guagüita, de Verónica Condomí, una potente versión de la cueca Juana Azurduy, otra cueca, La plumita, de Arsenio Aguirre, el huayno El avenido, del Cuchi Leguizamón y tres enjundiosas chacareras, Donata Suárez, de Juan Falú, Campo afuera, de Carlos Di Fulvio y Salamanqueando pa´mi, de Raúl Carnota. Hay también dos obras de integrantes del grupo, Espejo de zamba, de Aguilar y el gato de la cantante Enseñanzas para un moreno. Un interesante debut de este grupo. Jorge García.
FERNANDO ROSSINI. Mineral. Cuchá disco s/n.
Segundo CD de este cantante tucumano radicado en La Plata en el que en el que presenta una serie de obras de importantes autores de nuestra música folclórica. Rossini es un vocalista intenso y expresivo y está acompañado en guitarras por Hernán Ruiz Díaz y Juan Rodríguez, más la presencia de numerosos invitados de muy buen nivel. Dentro del parejo y atractivo repertorio que muestra el disco cabe destacar las versiones de la chaya Rosario Pastrana, de Pepe Núñez, el poco conocido candombe Mano única, de Raúl Carnota en el que se luce Daniel Maza en bajo eléctrico, el chamamé Tapero poriahú, de Pocho Roch, donde se destaca Hernán Crespo en acordeón, la bella tonada De greda y sol, de Néstor Basurto, con la participación vocal del autor, Poquito, un tema del riojano Ramiro González, en el que este canta y se luce Pato Molina en flauta y la bonita zamba Como los sauces al viento, con una muy buena intervención de Daniel Chappel en armónica. Un disco que muestra a un atrayente cantante poco conocido en estos pagos. Jorge García.
BUENOS AIRES JAZZ.19: CON MAS RIESGOS QUE OTROS AÑOS
Había algunos temores acerca de los resultados del festival de jazz de este año a partir de la reducción presupuestaria y la disminución del evento en un día. Sin embargo, no existen argumentos para señalar una disminución en la calidad del festival que –como siempre- tuvo su centro neurálgico en la Usina del Arte pero se extendió a diversos espacios y centros culturales de la ciudad. Es cierto que no se realizó el tradicional workshop con un cantante de prestigio y disminuyó ostensiblemente la cantidad de películas dedicadas al género pero hubo algunas clínicas a cargo de artistas extranjeros y se mantuvieron los tradicionales cruces entre artistas nacionales y foráneos. Como satisfactoria compensación se pudo apreciar en el festival de riesgo superior al de otros años del que dará cuenta esta reseña. No pude estar en el concierto de apertura a cargo de la saxofonista canadiense Jane Bunnett y el grupo Maqueque, por lo que esta crónica dará comienzo con los recitales del sábado 15.
Una algo arbitraria división de los conciertos podría dividirlos en aquellos que brillaron con luz propia o estuvieron por encima de lo esperable, los que respondieron sin más a las expectativas depositadas y aquellos que se manifestaron por debajo del nivel que la categoría de los artistas proponía. Para ir de menor a mayor empecemos por estos últimos. Casi una decepción fue el cuarteto brasileños Quartabé integrados por dos clarinetes, teclados y batería que, a pesar de la espectacularidad visual de su propuesta y el compromiso político que mostraron sus integrantes en el discurso final, no lograron exceder una grandilocuente monotonía, una suerte de mezcla entre misticismo, new age y algún ritmo de su país. Había bastantes expectativas con el saxofonista Michael Attias, un músico que –por lo escuchado en internet- parecía interesante. Sin embargo, su concierto con el trío integrado por el pianista Nataniel Edelman, el contrabajista Santiago Lamisovski y el baterista Nicolás Del Aguila no logró exceder una discreta medianía. Attias apareció muy contenido, Edelman no pareció encontrarse cómodo y el cuarteto mostró algunos momentos de desacople. El concierto de cierre del festival estuvo a cargo del cuarteto del pianista Harold Danko y el saxofonista Rich Perry, que completan el contrabajista Jay Anderson y el baterista Jeff Hirschfield, todos músicos veteranos y de una dilatada trayectoria. El resultado de la presentación fue correcto, prolijo, muy de manual y –salvo por un par de temas en que los músicos parecieron soltarse algo- bastante aburrido. Quedó la sensación que el cierre debió haber estado a cargo del grupo de Enrico Rava.
Entre las formaciones que respondieron a lo que se esperaba de ellas está Paralelo 33, un grupo de larga trayectoria que se había separado pero volvió a juntarse e integrado en su totalidad por instrumentos percusivos, esto es marimba, vibrafón, batería, y un verdadero arsenal de percusión. Este grupo, a lo largo del año realizó diversos programas dedicados a autores de diferentes géneros (vg.Piazzolla, J.S.Bach y un próximo recital dedicado al Cuchi Leguizamón). En este caso el autor elegido fue Thelonious Monk, de quien el grupo ofreció creativos y frescos arreglos. El dúo integrados por la saxofonista francesa Geraldine Laurent y el pianista Laurent de Wilde, nacido en Estados Unidos pero radicado en París desde los cuatro años, ofrecieron un programa de standards interpretados con energía y buen gusto. El pianista cubano Hilario Durán es un típico exponente de los tecladistas de su país, virtuoso, exuberante, pródigo en notas, en una línea similar a la de su compatriota Chucho Valdéz. Durán se presentó con su cuarteto, completado por bajo, batería y el notable percusionista José Luis Torres “Papiosco”. El grupo ofreció un repertorio integrado por clásicos de la música cubana y obras propias, dentro de un tono intenso y fervoroso. También Durán se presentó en dúo con Jane Bunnett, mostrando ambos músicos una muy buena química, con ella luciéndose en flauta y saxo soprano y el pianista desarrollando el estilo antes mencionado en un programa de clásicos de la música centroamericana, temas propios y alguna obra jazzística.
Pasemos entonces a los artistas que brillaron con luz propia en el festival, lamentando no haber podido ver el concierto como solista de la pianista canadiense Kris Davis. Davis, una de las más brillantes instrumentistas de la nueva generación, quien se presentó también en dúo con la notable saxofonista alemana Ingrid Laubrock en un concierto excelente, que mostró la perfecta simbiosis de amabas y su talento como instrumentistas y compositoras. Música rigurosa y cerebral pero no exenta de intensidad y emoción. Laubrock también se presentó con la Orquesta del Conservatorio Manuel de Falla en un concierto integrado en su totalidad por obras de compositoras mujeres contemporáneas. Fue notable la respuesta de la orquesta ante un repertorio complejo y difícil, mostrando además la presencia de algunos jóvenes y talentosos solistas, como el saxofonista Manuel Ponzo y el pianista Juan Di Nallo. El trío First Gig Never Happened está integrado por Lisa Holmaninger en clarón y saxo soprano, Alexander Fitzthum en piano y órgano y Judith Schwarz en batería, quienes con esa atípica instrumentación ofrecieron creativas y renovadas versiones de dos popes del jazz moderno, Charlie Mingus y Thelonious Monk, mostrando que siempre hay posibilidades de acercarse a un repertorio conocido de una manera original. Uno de los grandes momentos del festival fue el concierto ofrecido por el trío de Paula Shocrón en piano, Pablo Díaz en batería y Germán Lamonega en contrabajo a quienes se sumó el saxofonista catalán Albert Cirera. En una extensa improvisación sin interrupciones de una hora, el grupo recorrió todas las variantes de la música libre, con el saxofonista explorando todas las posibilidades del instrumento, Shocrón desarrollando vibrantes solos y Díaz proponiendo permanentemente ideas desde la batería. El trompetista italiano Enrico Rava es una figura señera del jazz europeo que ha desarrollado una dilatada carrera de más de medio siglo en los que ha tocado con los más diversos músicos y en los más variados contextos. Ya octogenario, Rava mantiene una envidiable vitalidad, que se pudo apreciar en el concierto ofrecido en la Usina, a lo que hay que sumar su particular relación con Buenos Aires, ciudad en la que tocó por primera vez en 1967 en el Instituto Di Tella junto al saxo soprano Steve Lacy, estando luego casado con una argentina y viviendo largas temporadas en esta ciudad. Acompañado por un grupo en el que se destacaron el trombonista Gianluca Petrella, sobre todo, y el pianista Giovanni Guidi, Rava ofreció un concierto intenso y ecléctico que obtuvo una gran respuesta del público. Dentro del fértil, panorama del jazz local son muchas las mujeres que se destacan y en el caso de Mujeres que Improvisan se trató de cantantes e instrumentistas encuadradas dentro del terreno de la expresión más libre, donde dentro de las variadas propuestas se destacaron el dúo de la pianista Fabiana Galante con una flautista cuyo nombre se me escapa, el cuarteto de la pianista Pía Hernández en el que se destacó la saxofonista Ingrid Feniger y el trío vocal integrado por Catu Hardoy, Flor Otero y Melina Moguilevsky. Finalmente otro concierto de gran interés fue el ofrecido por el sexteto The Question Is Now, integrado por tres músicos extranjeros, el clarinetista Rudi Mahall, figura fundamental de la vanguardia jazzística alemana, el contrabajista teutón Sebastian Gramss y el baterista holandés Etienne Nillesen a los que se sumaron los argentinos Valentin Garvie en trompetas, Ernesto Jodos en piano y Martín de Lassaletta en contrabajo. El grupo ofreció una creativa fusión de música inspirada en las raíces del jazz con momentos claramente vanguardistas y lucidos trabajos de los músicos, particularmente Mahall, Garvie y de Lassaletta.
Una edición del festival de jazz que estuvo por encima de las últimas, y que sorprendió por la presencia de varias formaciones encuadradas en los terrenos más originales y creativos del jazz actual. Jorge García.