El rincón del viejo canalla

FRANCIS ANDREU EN VIVO EN EL FARO.

Una voz profunda y grave, un fraseo muy personal, desprendiéndose cada vez más de los “yeites varelianos”, un estilo vocal  temperamental y arrabalero, gran expresividad y una presencia escénica torrencial. Estos son los principales atributos, no los únicos, de esta joven cantante uruguaya, la figura más importante surgida en ese país dentro del tango en los últimos años, un territorio que, según sus propias palabras, no consigue hacer pie en el público oriental. En el concierto  que ofreció en El Faro, el mítico Bar de Villa Urquiza, refugio tanguero indispensable para los habitantes del barrio y sus alrededores, se presentó con sus acompañantes habituales, los guitarristas Guzmán Mendaro y Poli Rodríguez, dos músicos que se acoplan adecuadamente al estilo de la cantante pero con virtudes propias, tal como se pudo apreciar en sus versiones instrumentales del vals Romance de barrio y el clásico de Alfredo Zitarrosa El violín de Becho. El repertorio de Francis, a diferencia del de otros vocalistas, no abreva esencialmente en los grandes poetas de la década del 40 sino que recurre a obras inspiradas en otras fuentes. Así desfilaron en el recital títulos como Así se baila el tango, A media luz, Julián, Melodía de arrabal, Garufa, Me están sobrando las penas y Milonga sentimental. Pero si tengo que señalar mis highlights del concierto me quedo con sus excelentes versiones de dos grandes temas de Aieta y García Jiménez, Siga el corso y Mariposita, la precisa interpretación de Un boliche y Que me van a hablar de amor y la intensidad emocional y la fuerza expresiva que trasmitió en Mi dolor, un tango muy poco escuchado en versiones cantadas, Garganta con arena y Pasional, así como el tono justo que con que interpretó la milonga Apología tanguera. Un excelente concierto de una cantante inexorablemente destinada a convertirse en una gran figura entre las vocalistas femeninas de tango. Jorge García.

 

 

 

LUCRECIA MERICO. Por eso. Edición independiente.

Encasillada desde hace mucho como una intérprete de tango reo y arrabalero, Lucrecia Merico da muestras en este nuevo trabajo de su ductilidad, abordando con su voz cálida y profunda, su perfecta afinación y su personal fraseo clásicos de la música ciudadana de diversos estilos, más alguna incursión en otro género. Acompañada por Juan Iruzubieta en guitarra y arreglos, Germán Layna en guitarrón, más la presencia de Marisa Wiedmer en vientos en un par de temas, la cantante desarrolla un variado repertorio. Así, dos obras tan transitadas como Los cosos de al lao y Milonguita que dan comienzo al disco aparecen expuesto en lozanas y renovadas versiones y algo parecido ocurre con las sentidas interpretaciones de dos clásicos inoxidables de la dupla Gardel-Lepera: Soledad y Cuesta abajo. Las cuarenta, otro gran clásico es objeto de una intensa versión, en tanto que la vertiente más lírica de Merico se puede apreciar en el bello vals Absurdo, el bolero Vete de mí y la milonga campera Los ejes de mi carreta. También hay muy buenas interpretaciones de temas menos escuchados, como Petit Bar y Tormento y los autores más modernos están representados por Qué buena fe, de Eladia Blázquez y Amnesia, de Chico Novarro. Un muy buen disco de Lucrecia Merico que muestra su innegable versatilidad como intérprete. Jorge García.

 

 

 

FEDERICO SIKSNYS ENSAMBLE ROJO. Música Argentina Transgénero. PAI 3240.

Atípica formación de cámara de once músicos, el Ensamble Rojo, dirigido por Federico Siksnys, a partir de su amalgama de elementos de la música ciudadana, el folclore, el jazz y la música académica se autodefine como transgenérico, siendo el líder el compositor y arreglador de todos los temas, algo que lo muestra como un músico muy competente. La atípica formación del grupo incluye bandoneón, trompeta, clarinete, piano, guitarra, contrabajo, batería y un cuarteto de cuerdas. Difícil es precisar que ritmos musicales predominan ya que, vg, Los chocos es un tema tanguístico, con muy buenos solos del clarinete de Emanuel Brusa y el bandoneón de Siksnys,  mientras que  Las distancias es un aire folclórico en el que sobre un pizzicato de las cuerdas se luce la trompeta de Julián López Di Muro. Elementos de la música académica se pueden apreciar en Sin pausa, una suerte de milonga lenta, mientras que el introspectivo Volviendo, tras una introducción del piano alterna los riffs orquestales con diversos solos. En Otoño nuevo, luego de una introducción tanguera del bandoneón hay buenos solos de Brusa y del pianista Lucas Pierro y Lúgubre, como su nombre lo indica, es un sombrío tema con una oscura cadenza del clarinete. En Sati, una suerte de chacarera disonante, se destaca el bandoneón, en tanto que Vamos solos es un ritmo de baguala que se va transformando en carnavalito. El disco finaliza con Desangre, un breve solo de bandoneón de Siksnys. Un muy atractivo primer trabajo de un conjunto en la búsqueda se sonidos renovadores.  Jorge García.

PEDRO CHEMES. Aires. Edición independiente.

Hace unos meses el pianista y guitarrista Pedro Chemes grabó un CD doble (comentado en este espacio) en el que realizaba un ambicioso recorrido por la historia del tango desde sus comienzos hasta nuestros días. Ahora, al frente de su cuarteto integrado por Javier Sánchez en bandoneón, Mariana Gaitán en violín y Fabián Guerrero en contrabajo, músicos con los que trabaja hace años, presenta un nuevo trabajo, en este caso centrado esencialmente en composiciones propias (la casi totalidad del disco, salvo dos temas de Astor Piazzolla y uno de Dino Saluzzi). Chemes ha desarrollado una dilatada trayectoria que recorrió las diversas variantes del género (comenzó a fines de la década del 80 con el Cuarteto de la Ochava, dedicado a tangos de la guardia vieja). En este caso el repertorio es decididamente post-piazzoliano con obras más camarísticas que tangueras, algunas de compleja estructura, más allá de que el aroma de nuestra música ciudadana aparezca en casi todos los temas. Así el aire tanguero se puede percibir, vg, en 19 horas, en Sobrevuelo, con un obsesivo solo de guitarra, en el lírico El último tango, con una destacada participación  del violín y en el melancólico Desde abajo, donde se luce el contrabajo. Hay obras, como Apuntes, en las que la influencia de la música académica es notoria y un par de bonitas milongas lentas (La espera y El adiós). La bella Introducción y milonga del ausente, de Saluzzi, comienza con otro solo de guitarra, mientras que hay muy buenas versiones de dos temas de Piazzolla, Bandoneón, guitarra y bajo y Fuga 9. La capacidad de Chemes como guitarrista también se puede apreciar en las obras en las que aparece como solista, los tres preludios de homenaje a Héctor Villalobos y las Tres piezas para guitarra con las que concluye el CD. Un muy interesante disco del cuarteto de Pedro Chemes. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTADO EL 29 DE JULIO A LAS 21 HS. EN CAFÉ VINILO, GORRITI 3780.

 

 

 

PEPA  & AMARULA. Mi Tango es rock. Edición independiente.

El actual auge de nuestra música ciudadana se manifiesta en diversas tendencias que oscilan entre los proyectos originales y renovadores, otros que aparecen como derivativos de distintas vertientes (piazzolianas, puglieseanas, etc), letristas que proponen un “aggiornamiento” de la poesía tanguera y variantes tan poco atractivas como la del llamado tango electrónico. Hay que apresurarse señalar que el dúo compuesto por Pepa (Agus Voltta) y Amarula (María Laura Antonelli) no se parece a ninguna de las mencionadas tendencias. Agus ya se había mostrado como una cantante muy original en el excelente dúo que integra junto al pianista Santiago Torricelli, con quien grabara uno de los discos más estimulantes de música folclórica de los últimos tiempos y aquí ratifica sus condiciones de vocalista dueña de un estilo intenso y dramático en el que se intercalan momentos de un inesperado lirismo a lo que hay agregar un saludable desenfado. En cuanto a la pianista Antonelli aparece como la compañera ideal de la cantante con su poderosa digitación en la que se amalgaman furibundos acordes con momentos más introspectivos y bruscas rupturas de tiempos. La propuesta de Pepa & Amarula es la de recrear grandes tangos clásicos dentro de un tono marcadamente “dark” (¿”punk”?), un registro que las emparenta con formaciones como 34 Puñaladas y Altertango aunque manteniendo siempre un tono muy original. Así el dúo consigue trasmitir en profundidad la  intransferible angustia de dos temas de Discépolo, Sin palabras y Secreto y el dramático trasfondo de Afiches y La última curda. El tono oscuro se acentúa en la Milonga en luto, de Juan Lorenzo y un registro más arrabalero aparece en De mi barrio y la milonga Apología tanguera, un gran hit de la recordada Rosita Quiroga, aunque también hay espacio para una intensa versión de No soy un extraño, de Charly García. Un disco que posiblemente irrite a los cultores de la tradición sin concesiones pero que, para quien esto escribe, es uno de los más refrescantes trabajos producidos en los últimos tiempos dentro de la fértil y prolífica escena del tango actual. Jorge García.

 

 

 

LISETTE. Cantar es vivir. Alfiz 962.

La historia de los niños prodigio dentro de la música tiene una larga historia en el mundo y en nuestro país. En el terreno del tango también hay varios antecedentes y se pueden poner como ejemplo a Guillermo Fernández, Sandra Luna, Adrian Guida y Ricardo Martín. Ahora surge la figura de la jovencísima Lisette, hoy con 14 años, pero que ya desde muy niña sorprendía por sus precoces talentos musicales (no solo vocales, ya que también toca el bandoneón el violín y diversas flautas). Aquí tenemos ya su primer disco para el que cuenta con los arreglos orquestales de Daniel García y la presencia de varios invitados de fuste, como José Colángelo, Esteban Morgado, Raúl Lavié, Jose “Pepo” Ogiviecki, Horacio Ferrer, Nicolás Perrone, Quique Condomí y Carlos Nieto, compañías nada desdeñables para apuntalar su debut discográfico. Lisette hoy es una adolescente que canta muy bien, con una gran afinación y adecuada expresividad pero creo que habrá que esperar su evolución vocal y estilística para determinar si se convierte en una gran figura del género. El repertorio está integrado por grandes clásicos (en algún momento habrá que discutir porque –con la enorme riqueza del repertorio tanguístico- algunos temas se repiten invariablemente en las grabaciones de distintos artistas) y un par de obras más recientes. Como se dijo, Lisette muestra excelentes condiciones y los mejores momentos los logra en sus versiones más intimistas (Nada, acompañada solo por Morgado en guitarra, Malena con Colángelo en piano y Nieto en bandoneón, Cuando tú no estás, donde se destaca  el violín de Condomí o en su versión de Anclao en Paris, donde se acompaña con su bandoneón). Un disco de una muy joven y promisoria figura a la que habrá que seguir con atención en su carrera. Jorge García.

 

 

 

LORENA BRACAMONTE. El instante. Edición independiente.

El gran momento en que se encuentra nuestro tango da lugar a la continua aparición de nuevas figuras, tanto en el terreno vocal como en el instrumental: en este caso se trata de la cantante Lorena Bracamonte, quien acompañada por importantes músicos ofrece un programa que intercala clásicos de nuestra música ciudadana con obras de nuevos compositores. Bracamonte es una vocalista con un afinado registro de soprano que recuerda al de las cantantes femeninas de los años 30 y 40 y ofrece el variado repertorio del disco en distintas formaciones. Así en El milagro, Tal vez será su voz, En una petite garconniere de Montmartre, una poco conocida letra de Enrique Cadícamo y Oscuro silencio, un sentido tema que la muestra como una competente letrista, está acompañada por un trío integrado nada menos que por Fernando Suárez Paz en violín, Nicolás Ledesma en piano y Lisando Adrover en bandoneón a los que en los dos últimos temas mencionado se le agrega el contrabajo de Daniel Falasca, con los ajustados arreglos de Gabriel Senanes y en Soledad y Siempre se vuelve a Buenos Aires, sus compañeros son Adolfo Trepiana en bandoneón y Patricio Noé Crom en guitarra. Los mejores momentos del disco hay que buscarlos en los temas más intimistas, Sueños de juventud y Milonga del viento, en los que la cantante consigue una muy buena química con el pianista Franco Polimeni y la Milonga de Pablo en la que está acompañada por la guitarra de Edgardo González. El disco finaliza con la bella Melodía para un regreso, de Néstor Basurto en la que se luce el pianista Leandro Marquesano. Es posible que, en particular en los temas clásicos, al pulcro y refinado estilo de Bracamonte le falte una pizca de “mugre” tanguera, algo que seguramente conseguirá con el paso del tiempo. Condiciones para lograrlo no le faltan. Jorge García.

 

 

 

VERO CONDOMI CON PABLO FRAGUELA. Camino de estrellas. Edición independiente.

Con una prestigiosa trayectoria que incluye trabajos con el grupo de culto MIA y  Músicos Populares Argentinos del Chango Farías Gómez, dúos con Liliana Vitale y discos con el guitarrista Ernesto Snajer, Verónica Condomí es hoy una de las vocalistas más completas y respetadas de la música folclórica nacional. En este reciente trabajo, la cantante está solo acompañada por Pablo Fraguela en piano y, ocasionalmente, acordeón, más la presencia en algunos temas de su hermano Quique y de la vocalista Yani Lui. Fraguela es un pianista de enorme versatilidad, capaz de desenvolverse en cualquier terreno con similar eficiencia, algo que demuestra en el ecléctico repertorio elegido para este disco, un trabajo que se caracteriza por una estructura musical simple, que no es un término para nada peyorativo, y apegada a las melodías de las obras interpretadas. Hay así grandes clásicos de nuestro folclore, obras de compositores más nuevos, un par de obras de autores latinoamericanos, dos títulos de la gran María Elena Walsh, tres piezas de Verónica, un tema de Gilda y hasta una milonga arrabalera. Entre los primeros se destacan la versión de la inoxidable La nochera, la chacarera Juan del Monte, del Cuchi (con participación de Yani Lui), y la bellísima zamba A Don Rosa Toledo, de Ramón Navarro. Hay muy buenas interpretaciones de los dos temas de M.E.Walsh, la hermosa Baguala de Juan Poquito (en la que se destaca el violín de Quique Condomí) y la poética Campana de palo y de la cueca chilena El desconfiado, de Isabel Parra. Entre los temas de nuevos autores resalta La tarka, de Carlos Aguirre y de los de la cantante corresponde destacar el lírico Tengo un pie en el aire, con lucida participación de Fraguela en acordeón. El CD finaliza con una sorprendente versión de la milonga rea Entre curdas. Un muy atractivo CD que ratifica el talento de Vero Condomí y Pablo Fraguela. Jorge García.

 

 

 

SILVIA TEIJEIRA. Bien Florido.Puro Litoral. ST 003.

Hay en nuestro país músicos de innegable valía con una trayectoria que bien se podría calificar de secreta. Tal el caso de la pianista entrerriana Silvia Teijeira, una instrumentista de gran refinamiento e inalterable buen gusto, posiblemente conocida solo por otros músicos, algunos iniciados y los buceadores de tesoros. En este, su tercer trabajo, Teijeira interpreta un repertorio integrado exclusivamente por obras litoraleñas en versiones pianísticas sin acompañamiento, que incluye grandes clásicos, otros temas más nuevos y una obra propia. Se pueden escuchar así excelentes versiones de clásicos incombustibles como Kilómetro 11, El toro, La vestido celeste y la calandria, junto a obras menos transitadas pero igualmente valiosas como los líricos y/o melancólicos chamamés A Bellavista, Monte herido  Atardecer en mi pueblo, el tema de Teijeira que da título al disco y una sorprendente versión de la polca Tren expreso, de Raúl Barboza. Lo notable, en todos los casos, es la riqueza de matices de las interpretaciones de la pianista en obras que parecen, a priori, solo escritas para el acordeón y la guitarra. Pero hay más, ya que Silvia Teijeira completa su homenaje al litoral con tres poemas de la poetisa entrerriana Nedi Nardín y un cuento del escritor Luis Luján. Un bello disco de una gran intérprete. Jorge García.

 

 

 

SANTIAGO LEIBSON. Pendular. Kuai Music.

Segundo trabajo de este joven pianista, uno de los mejores surgidos en los últimos tiempos en la fértil escena jazzística local. Leibson es un instrumentista con muchas ideas y de gran modernidad, aun cuando no milita decididamente en la vanguardia del género. Aquí está acompañado por otros dos muy buenos exponentes de la joven generación, Maximiliano Kirzner en contrabajo y Nicolás Politzer en batería, desarrollando un repertorio integrado por cinco obras del pianista (que también es un competente compositor) y dos de Kirzner. El título inicial, Siempre tarde, tras una solemne introducción del piano presenta un tema obsesivo, con un gran trabajo de interacción entre los tres instrumentos y un solo de Leibson que va creciendo en intensidad, mientras que en Nada que ver con el tema predominan las frases cortas y un tono que recuerda las obras de Herbie Nichols, con un muy buen solo posterior de bajo. Un tono reflexivo e introspectivo predomina en varios de los temas, ya sean de Leibson o Kirzner,vg, en Tamariscos, donde una atractiva introducción de la batería, el piano desarrolla u  solo lírico y sereno, en tanto que la melancolía inicial de Elefantes, desemboca en un sostenido crescendo. El tema final que da título al disco, tras una introducción de Kirzner ofrece un muy buen solo del pianista con un ostinato del bajo detrás. Un nuevo disco de Santiago Leibson que lo ratifica como una de las figuras jóvenes más interesantes de la escena jazzística nacional. Jorge García.

 

 

GUILLERMO HARRIAGUE. Siquerida. Pai 3222.

Primer trabajo de este baterista, acompañado por otros jóvenes músicos, el guitarrista colombiano Enrique Peña Arenas, la saxofonista Julieta Eugenio y el contrabajista Maximiliano Kirzner ofreciendo un programa integrado en su totalidad por obras de Harriague, salvo algunos breves interludios colectivos de carácter muy libre. El trabajo del grupo se caracteriza por la excelente amalgama de los cuatro instrumentistas que, si bien ofrecen atractivos solos, le dan preponderancia al trabajo de interacción entre ellos, con una tendencia predominante hacia los temas de un tono introspectivo. Este tono se puede apreciar, vg., en Una data en el que se destaca el trabajo de Eugenio (una jovencísima saxofonista a seguir) y en el que hacia el final se produce un progresivo crescendo; en Desilusión, tras una introducción de la guitarra, aparece un tema lírico y reflexivo con un marcado aire blusero y el mismo registro aparece en Alpaca, tras un comienzo en el que interactúan el bajo y la batería. Un tono más vigoroso se puede apreciar en De a uno y Pasame con el pelado, que ofrece un muy buen solo de guitarra. Subite es el tema más libre e intenso del disco, con un muy buen solo de Harriague y Felisa no puedo propone otra destacada participación de Eugenio. Un muy atractivo primer trabajo de cuatro jóvenes músicos con gran futuro. Jorge García.

 

 

 

GUILLERMO ROLDAN TRIO. Nuclear. Edición independiente.

El prolífico panorama del jazz nacional ofrece permanentemente discos de músicos que proponen, o bien obras propias ó, como en este caso, recreaciones de trabajos de compositores consagrados. El trío integrado por Guillermo Roldán en bajo eléctrico, la pianista colombiana Tatiana Castro Mejía y el baterista Hernán Rodríguez desarrolla aquí un programa compuesto por dos obras de Thelonious Monk, otras dos de Ornette Coleman y una de Paul Motian, más una improvisación grupal. Tatiana es una pianista en permanente evolución, algo que le ha permitido convertirse en una de las más originales intérpretes del instrumento dentro del género; Hernán Rodríguez es uno de los bateristas nacionales que ofrece un estilo más libre y despojado de ataduras y en cuanto a Roldán, cuyo trabajo en el bajo eléctrico parece menos propenso al lucimiento, consigue una perfecta interacción con sus dos compañeros. Los dos temas de Monk, Misterioso y Epistrophy, muestran un brillante trabajo de la pianista y en el segundo hay un gran solo de batería. Ambas obras muestran, expuestas en notables arreglos, la perenne modernidad del gran Thelonious. Las dos obras de Ornette, Blues Connotation y Round Trip, están entre sus trabajos más “conocidos” y son objeto de excelentes recreaciones, con un gran solo de Tatiana en el segundo. See U at per Tutti´s ofrece una estructura más blusera, destacándose el trabajo de Roldán, en tanto que Hombre lobo, muestra a los tres músicos en una creativa improvisación colectiva. Un excelente disco debut de este grupo. Jorge García.

ESTE DISCO SERA PRESENTA DEL 2 DE AGOSTO A LAS 0.30 HS. EN VIRASORO BAR, GUATEMALA 4328.

 

 

 

CHARLIE HADEN (1937-2014)

Hijo de una familia der músicos, su destino inicial pareció ser el de cantor, pero la poliomielitis que lo afectó en su adolescencia, cuyas prolongadas secuelas lo llevaron finalmente a la muerte, afectaron su voz, lo que provocó que estudiara el contrabajo. Tras algunos trabajos con el pianista Hampton Hawes y el saxofonista Art Pepper, su primera colaboración importante fue con el cuarteto sin piano de Ornette Coleman, una formación que prescindía de instrumentos armónicos y que fue una de las más renovadoras del universo jazzístico desde fines de los años 50, participando luego en el seminal disco de Coleman Free Jazz en el que también tocaba otro notable contrabajista, prematuramente desaparecido: Scott La Faro. Dueño de un sonido poderoso en el que predominaban los tonos graves, su registro siempre me resultó algo duro y pesado, sin la fluidez que conseguían otros grandes del instrumento (vg, Eddie Gómez y Gary Peacock). Pero la labor de Charlie Haden no se limitó a la de instrumentista, siendo también un importante compositor, arreglador y director, creando en 1969 la Liberation Music Orchestra, una formación que se sostuvo a lo largo de décadas interpretando música de marcado tinte político (el primer disco de la formación, con arreglos de la tecladista Carla Bley, era una reelaboración jazzística de conocidos temas populares de los republicanos españoles). Otro de sus hitos importantes fue el cuarteto del pianista Keith Jarrett en el que participó varios años y luego con el grupo Old and New Dreams, en el que Dewey Redman reemplazaba a Ornette Coleman, retomó la línea musical de aquella legendaria formación. También supo participar de algunos discos excelentes como el del trío que grabara con el saxofonista Lee Konitz y el pianista Brad Mehldau y en sus últimos años grabó numerosos dúos con diferentes instrumentistas. Con Charlie Haden desaparece una figura relevante del jazz de las últimas décadas. Jorge García.

 

 

 

LITTLE JIMMY SCOTT (1925-2014)

Es imposible saber cuál hubiera sido el destino de Little Jimmy Scott si la extraña enfermedad que lo aquejó en su adolescencia no le hubiera impedido su crecimiento corporal y vocal que lo dejó con el cuerpo y la voz de un niño. Lo cierto es que Jimmy en sus seis décadas de actuación como cantante se caracterizó por su aflautada voz aniñada, algo que no le impidió ser un importante vocalista de la escena jazzística, con un registro personalísimo y un fraseo inimitable. Tras debutar en la orquesta de Lionel Hampton en 1948, su primer reconocimiento llegó con los discos que grabara para el sello Savoy a partir de mediados de la década del 50. Tras diversos altibajos en su carrera que lo pusieron al borde de abandonarla, a partir de los años 90 tuvo una suerte de segundo renacer después que el productor Seymour Stein lo escuchara cantar en un funeral. A partir de allí y en las dos décadas siguientes su carrera tuvo en espectacular relanzamiento, convirtiéndose en una figura tan respetada como admirada. Es curioso que una guía de jazz tan completa como la Penguin lo ignore totalmente, pero Jimmy Scott, por méritos propios, integrará para siempre el panteón de los grandes vocalistas masculinos de jazz de todos los tiempos. Jorge García.

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